lunes, 23 de marzo de 2015

LA VISIÓN . Primera Parte.

La Visión: La Clave para Poder Cumplir Tu Propósito en la Vida.


DIOS HA COLOCADO DENTRO DE CADA PERSONA UNA VISIÓN QUE HA SIDO DISEÑADA PARA DARLE PROPÓSITO Y UN VERDADERO SIGNIFICADO A LA VIDA.

   Hace años, durante la temporada de Navidad, mi esposa y yo llevamos a los niños a una tienda muy grande. En ese tiempo, mi hijo Chaira tenía como cuatro años de edad, y sus ojos se encendieron de brillo cuando vio un caballito mecedor de madera. El se subió en el caballito, se agarró fuertemente de las orejas del caballo, y comenzó a mecerse para delante y para atrás. Después de unos minutos, yo traté de quitarlo, pero él se enojó mucho. Cuando ya nos íbamos a salir de la tienda, él todavía seguía divirtiéndose en ese caballito, así que lo dejamos ahí jugando, mientras que caminábamos una última vez por la tienda y le dijimos a nuestro hijo que era tiempo de ir a casa. Cuando regresamos, Chairo se estaba meciendo aun más aprisa. Para entonces, él ya se había estado meciendo comopor una media hora, y él estaba empapado de sudor. A medida que yo lo observaba, yo sentí como si Dios me estuviera diciendo, "Esta es la manera como la mayoría de la gente acostumbra vivir. Ellos trabajan muy duro, sudan bastante, pero en realidad no están progresando en ninguna cosa en la vida. No van a ningún lado".

   Nuestro mundo está lleno con gente que está muy ocupada pero sin hacer nada en forma efectiva y sin estar satisfechos con nada. Ellos hacen muchas cosas, invirtiendo tiempo y energía, pero completando muy pocas cosas de valor. Por consecuencia, ellos pasan sus vidas haciendo mucho movimiento pero sin avanzar a ningún lado.

 ...¿Y qué pasa con tu propia vida? ¿En qué estás usando tu preciosa energía? ¿Qué logros estás teniendo? ¿Te levantas cada día con un sentido de anticipación y significado debido a que tú sabes que estás haciendo aquello para lo cual naciste? ¿Acaso sientes que tu trabajo es completamente compatible con tus habilidades y con tu personalidad? O ¿acaso estás derramando tu vida hacia tu trabajo sin sentirte realizado y sin que se vea ningún fruto de lo que haces? ¿Acaso has estado pasando tu vida, ayudando a alguien más a que se vuelva rico, mientras que tú te quedas con muy poco o con nada? ¿Acaso has pensado en secreto que tú fuiste hecho para hacer algo importante en la vida, pero ni siquiera sabes lo que es? Unos de los dilemas de la sociedad contemporánea parece ser la falta de significado y la falta de propósito en cada día de la vida cotidiana. 

  Algunas personas están demasiado conscientes de que no están realizando todo su potencial. Ellos comienzan la semana arrastrando el día lunes, y viven esperando que llegue el fin de semana debido a que odian sus trabajos. Todas sus vidas parecen estar centradas en esos dos días en que son libres de ese sentimiento de estar atrapados que experimentan en su lugar de trabajo. Ellos anhelan poder ir en busca de sus propios intereses y talentos. En la obra Waitingfor theWeekend (Esperando el Fin de Semana), su autor Witold Rybczynski escribió, Para mucha gente, el tiempo libre del fin de semana se ha convertido no en una oportunidad para escapar del trabajo, sino en una oportunidad para crear otro tipo de trabajo que tenga más importancia y significado -el hecho de poder trabajar en el esparcimiento y entretenimiento- para poder llevar a cabo las satisfacciones personales que su lugar de trabajo ya no les ofrece.  Otras personas están aparentemente contentas con su vida, pero tienen un vago sentido que tal vez podría haber más significado en su vida de lo que están experimentando. Pero hay otros que viven en un nivel muy superficial, buscando una serie de logros emocionales que siempre los deja con ese sentimiento de vacío y hace que continuamente están buscando la siguiente excitación emocional que tal vez pueda satisfacerlos. Ninguno de estos grupos de personas se da cuenta que, escondido dentro de ellos es dónde se encuentra la clave para vivir una vida más realizadora de lo que jamás se han imaginado.

¿Acaso sabes la razón de por qué existes?

   Ya sea que ellos se encuentran satisfechos o insatisfechos con sus vidas, el objetivo eventual de la mayoría de la gente es el retiro o la jubilación. ¿Acaso hemos nacido sólo para ir a través de ciertos rituales de la vida-buscar un trabajo, casarse, comprar una casa, criar hijos, cambiar trabajos o cambiar profesiones, retirarse o jubilarse-y entonces morir? ¿O acaso hay más que esto en la vida?

Ninguna Razón para Vivir.

   Si tú le preguntas a la gente, "¿Cuál es la razón de que tú existes?", la mayoría no va a ser capaz de contestarte. Ellos no pueden explicar su propósito en este mundo. Ellos no tienen visión alguna para sus vidas. 

   ¿Acaso tú tienes un sentido de tener un propósito personal? ¿Acaso tú sabes por qué es que naciste? ¿Acaso tu propósito te da esa pasión para vivir? Tú me puedes preguntar, "¿Acaso realmente necesito una razón para existir?" Mi respuesta es, "¡Definitivamente!" La vida fue hecha para que tuviera significado; tú no naciste sólo por el simple hecho de hacerlo. Si todo lo que tú tienes como esperanza después de haber trabajado durante años para otras gentes es sólo un reloj de oro y una pensión de jubilación, entonces, tu vida es una tragedia que se está llevando a cabo. Tú puedes saber la razón de tu existencia, y tú puedes experimentar una vida fabulosa a la luz de ese conocimiento. La vida no tiene que ser algo sin objetivo, ni como un ejercicio repetitivo, debido a que tú no fuiste enseñado para moverte sólo como un caballito mecedor. Tú fuiste enseñado para llegar a algún lado, para dirigirte a un destino.

Viviendo sin un Sueño.

   Cuando yo le hablo a los grupos de gente acerca de la visión, ya sea que lo haga bajo el contexto de los negocios, del gobierno o de la iglesia, yo siempre enfatizo la siguiente verdad, porque yo creo que es crucial que cada uno de nosotros entienda esto: la persona más pobre en este mundo es una persona que no tiene sueño alguno.

  Tal vez tú nunca has sabido lo que tú quieres hacer con tu vida. O tal vez una vez tú tuviste un sueño, pero lo perdiste de vista a través de circunstancias desalentadoras o por medio de las muchas ocupaciones que el estilo de vida de ir día por día exige. No importa qué tanto dinero tú tengas, si no tienes una clara visión para tu vida, tú eres verdaderamente pobre. Se ha dicho que si tú no sabes hacia dónde te diriges, cualquier camino te puede llevar ahí. Lo que es peor, ni siquiera sabes cuando has llegado. A menos que tú tengas un claro entendimiento del punto hacia donde te diriges, las probabilidades de que llegues ahí son muy pobres-en el mejor de los casos.

   El problema es que la mayoría de la gente no tiene visión más allá de sus circunstancias actuales. Sin una visión del futuro, la vida pierde su significado. La ausencia de significado, entonces, lleva a la falta de esperanza. Cuando la gente carece de esperanza acerca de las situaciones de su vida, ellos se llenan de resentimiento hacia sus trabajos o hacia su familia. Ellos sienten como que han estado desperdiciando su vida y que han comenzado a vivir teniendo un vago anhelo interno que es constante, buscando algo más. Ellos tal vez han dejado de participar en la vida de cualquier forma importante. No importa qué tanto dinero tenga una persona, cualquiera que vive de esta manera es muy pobre. Una vida sin visión es una existencia que ha sido golpeada por la pobreza.

  Pero si tú puedes ver más allá de tus circunstancias actuales, si tú puedes tener esperanza para el futuro, tú tienes verdaderas riquezas, sin importar qué tanto dinero tengas en la cuenta de tu banco. Esta es la razón de por qué la Biblia nos anima con estas palabras: "Porque yo sé los planes que tengo para vosotros"-declara el Señor-"planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza" (Jeremías 29:11). No importa lo que tú has hecho o dejado de hacer hasta este momento, mientras tanto que tú puedas ver aquello que tú puedes llegar a tener. Esta visión es la clave para la vida, porque donde hay un sueño, hay una esperanza, y donde hay esperanza, hay fe y la fe es la sustancia, o el cumplimiento, de aquello que tú estás esperando. (Favor de ver Hebreos 11:1.)
Bibliografia.
Dr. Myles Munroe. Los Principios y el Poder de la Visión. Editorial WHITAKER HOUSE. 2003.paginas:  23 al 28.

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