martes, 26 de abril de 2016

MILAGROS, SEÑALES, MARAVILLAS Y EXPULSION DE DEMONIOS. Parte III


 ¿QUÉ PROPÓSITOS TIENEN LOS MILAGROS, SEÑALES Y MARAVILLAS?

   Han ocurrido excesos en el área de los milagros. Sin embargo, ese no debe ser un obstáculo para manifestarlos, porque aquellos que han tenido miedo a los excesos terminan en el otro extremo. Viven sin el poder y sin los milagros de Dios. Para traer luz a este asunto vamos a explicar los propósitos bíblicos de los milagros.

• Testificar que Jesús es el Hijo de Dios.
 
Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre. (Juan 10:37-38)

   Dios testifica en el momento en que la Palabra es predicada. Cuando la gente no cree por la Palabra, cree por las señales y milagros. Nicodemo fue tocado por las señales que Jesús hacía, y creyó. Si un milagro no apunta hacia Jesús, yo tengo dudas que provenga de Dios.

   Vivimos en una generación que nos demanda pruebas del poder de Jesús. En las iglesias tenemos muchos predicadores motivadores, con mensajes inspiracionales que sólo suplen una necesidad temporal, pero no pueden probar que Jesús es el Hijo de Dios con una evidencia sobrenatural. Cuando Moisés fue a hablarle al faraón, Dios lo respaldó con milagros poderosos que doblegaron al faraón y le dieron fe al pueblo de Israel para creer que sobreviviría en el desierto y llegaría a la tierra prometida. Predicar algo que no libera a la gente es un insulto a la cruz. Hoy en día, los líderes se dan muchas ínfulas y títulos, se dicen apóstoles, doctores, evangelistas y más, pero no importa cómo se llamen ni cuántos cargos ostenten, sólo serán creíbles y seguidos cuando el ciego pueda verlos o cuando el sordo pueda oírlos alabar el nombre de Jesús. Ésa es la garantía de veracidad.

• Hablar una verdad alegórica del reino de Dios.
    Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. (Marcos 8:23) Cada vez que Jesús hacía un milagro era para ilustrar la condición espiritual del pueblo y señalar que Él era el Hijo de Dios. Por ejemplo, cuando sanaba a un ciego ilustraba la ceguera espiritual. Eso me sucede muy a menudo cuando enseño acerca del reino. Dios sana a los ciegos como señal de que está abriendo los ojos espirituales de Su pueblo para que vea el reino. Notemos el siguiente testimonio:

   En cierta ocasión estábamos en la iglesia en una reunión de sanidad y milagros, cuando en un momento dado, Dios me reveló que quería sanar a Sus hijos de la vista. Cuando hice el llamado, pasó al frente una señora que llevaba trece años ciega del ojo derecho porque tenía el centro de la retina destruida y no podía ver los rostros de la gente. Oré por ella y Jesús al instante la sanó. No puedo expresar la alegría y la sorpresa de esa mujer cuando comenzó a ver nuestros rostros con el ojo que hasta hacía unos minutos había estado ciego. De la misma forma que lo está haciendo en lo físico, Dios está devolviendo la vista a los cristianos que han permanecido ciegos para ver lo que el Señor hace en este tiempo.

• Provocar que las personas sedientas de Dios le busquen.
    Hay algunas personas que anhelan hacer milagros pero creen que deben esperar a tener el carácter. Esta es una mentalidad tradicional y religiosa porque la Biblia no habla de tener  un carácter desarrollado para moverse en milagros. Aunque considero que el carácter es esencial para la santidad, no lo es para los milagros. Lo único que necesitamos es ir y hacerlos, en el nombre de Jesús. Eso despertará en los inconversos la sed por buscar a Dios. Hay quienes cuando ven un milagro, una sanidad o una señal de Cristo, vuelven su corazón a Él, corren desesperados porque se dan cuenta que está vivo, que es real, que ha resucitado. La gente busca a Dios pero no logra encontrarlo. Un milagro es la señal que indica dónde está el Dios que tanto anhelan.

• Establecer y expandir el reino en territorios hostiles.
Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre. (1 Tesalonicenses 1:5)
 
    Hace unos años atrás, Miami era conocida como el cementerio de los pastores. Era un territorio muy difícil para el crecimiento de las iglesias. Por casi toda una generación - más de 40 años-, las iglesias no lograban superar las 2.500 personas. Sin embargo, cuando comenzamos a predicar el evangelio del reino con demostraciones del poder de Dios, que incluían milagros, señales y maravillas, el territorio se abrió. Llegamos a establecernos como la iglesia hispana de más rápido crecimiento de los Estados Unidos y aún seguimos creciendo. Somos una de las iglesias pioneras de Miami -Dios ha levantado a otros hombres ungidos por Él para que le sirvan en distintos sectores de la ciudad-. Al principio tuvimos la oposición de varios pastores, quienes no estaban de acuerdo con el tema de la liberación y los milagros, pero después Dios testificó de su veracidad y confirmó que Él nos había enviado. Hoy por hoy, muchos de esos pastores envían a su gente a nuestro instituto de liderazgo para que sea entrenada y pueda servir en sus iglesias. En la actualidad, continuamos expandiendo el reino de Dios hasta alcanzar el diez por ciento de la población de la ciudad, porque eso es lo que Dios me ha prometido. Dentro de la infraestructura que requerimos para recibir esa gran cosecha, Dios me ordenó edificar un coliseo para veinte mil personas y que construyera una universidad cristiana, totalmente acreditada, incluso a nivel secular. El propósito es impactar el ámbito profesional y el cristiano, y entregarle a la sociedad líderes capacitados para lidiar con las leyes del mundo espiritual y las del mundo natural. Todo esto ha traído un gran crecimiento a niveles que sería difícil describir; pero lo que más ha contribuido a este crecimiento han sido los milagros, las señales, las maravillas, los dones del Espíritu Santo y la expulsión de demonios que Dios hace a través de los líderes que he entrenado.


• Plantar iglesias prósperas que crezcan y permanezcan.
   En las Escrituras hay un patrón que se repite: dondequiera que se plantaba una iglesia sobre la base de lo sobrenatural-milagros, señales y maravillas-había un crecimiento rápido que afectaba a toda la región. En mi experiencia de plantar iglesias y ayudar a otros a hacerlo, el ingrediente de la aceleración reside en el evangelismo, la oración, la liberación, la restauración de la familia, los milagros y las señales. Puedo testificar que todas las iglesias y ministerios que están bajo mi cobertura espiritual, en 25 países del mundo, han dejado de ser iglesias de cientos para ser iglesias de miles, en pocos años.


• Evangelizar por todo el mundo.
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. (Mateo 24:14)

 
   La palabra "testimonio" significa hacer evidente algo. En otras palabras, este evangelio será proclamado para hacer evidente y manifiesto el poder sobrenatural de Dios a todas las naciones de la tierra. Será una réplica del ministerio de Jesús; de lo contrario, no es el evangelio del reino. Predicar el evangelio, sin milagros, no es suficiente; el mundo está esperando ver pruebas que sólo pueden ocurrir si predicamos el evangelio del reino. Más almas se pueden salvar en corto tiempo con evidencias sobrenaturales, que en varios años sin ellas. El evangelio del reino será predicado con el testimonio, el cual es producido por los milagros, las señales y las maravillas. El testimonio es nuestra predicación. ¿Por qué usted sabe que la gente es libre? Porque usted ha sido libre. ¿Por qué usted sabe que la gente se sana? Porque usted ha sido sanado. Usted no será creíble, no será un testigo fiable, si Dios no levanta testimonio en usted. "Antes era ciego pero ahora veo". Un testigo de Jesús es uno que ha visto, oído y experimentado el poder de Dios de primera mano.


• Desafiar la mente y el razonamiento de la gente escéptica y hostil al evangelio.
   Cuando Dios manifiesta milagros, señales y maravillas, causa asombro en la mente y trae convicción al corazón, a tal punto que es una de las maneras en que las personas pueden cambiar de rumbo y responder al evangelio. Hay países en el mundo imposibles de evangelizar sin una clara demostración de milagros que remueva el velo de incredulidad de sus mentes y sensibilice sus corazones.


• Confirmar con señales la predicación de la Palabra.
Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. (Marcos 16:20)

 
   En el tiempo de Jesús, los milagros, las señales y las maravillas, siempre seguían la predicación del evangelio del reino y nunca se hacían fuera del contexto de la Palabra ni tampoco para exaltar a un hombre. Si usted tiene un buen producto no necesita mentir, porque el producto hablará por sí mismo; será su mejor testimonio. En este caso, los milagros, las señales y las maravillas le otorgan credibilidad para penetrar las mentes intelectuales y humanistas que se quieren oponer al evangelio.


• Probar que Jesús ha resucitado y vive para siempre.
Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. (Hechos 4:33)

    Los milagros hechos en el nombre de Jesús constituyen evidencias sobrenaturales de Su resurrección, y si ha resucitado hará mayores cosas que cuando estaba en la tierra.

   El siguiente es un testimonio poderoso de que Jesús vive: Un día estaba ministrando en nuestra iglesia-hija ubicada en Cape Coral, Florida. El lugar estaba copado. La gloria de Dios cayó y Su presencia era tan fuerte que vino un cántico nuevo hermoso que mudó la atmósfera del lugar. En medio de un gran fuego del Espíritu, una mujer pasó a testificar diciendo que a ella le faltaban siete dientes, pero cuando la gloria cayó sintió calor en su boca y al examinarla el médico encontró que Dios le había creado siete dientes nuevos. ¡Fue glorioso! En la misma reunión se encontraba un hombre que había sufrido un accidente y tenía clavos y metales en las rodillas. Brincando, con los clavos en la mano, llegó hasta el altar y testificó que los metales y clavos se le habían caído. ¡Estaba totalmente sano! Además traía documentos médicos que probaban su estado anterior.
 Bibliografia.
Guillermo Maldonado. Como caminar en el poder sobrenatural de Dios. Editorial Whitaker House. Miami 2011. Pag. 186 a la 191.

viernes, 22 de abril de 2016

MILAGROS, SEÑALES, MARAVILLAS Y EXPULSION DE DEMONIOS. Parte II

                                                       
                                                                   ¿QUÉ ES UNA SEÑAL?

     La palabra señal viene del griego simeíon que significa, marca del poder sobrenatural de Dios; es también una muestra de Su amor; es el sello por el cual una persona es distinguida y
conocida. Simeíon se refiere a un prodigio o portento que ocurre de manera inusual y trasciende el curso común de lo natural. Dios usa señales para autenticar al hombre que Él ha enviado; pero también, por medio de señales el hombre prueba que la causa que defiende proviene de Dios. Las señales de Dios no sólo sirven para ayudar a las personas, sino que básicamente sirven para darle gloria a Jesús como hijo de Dios.
Dios hace señales como alegorías para comunicar una gran verdad del reino y de Jesús.

   Sin embargo, debemos poner mucha atención en este punto, porque existe una gran diferencia entre saber que las señales nos siguen y adorar las señales. Dios nos prohíbe adorarlas. Las señales nos seguirán cuando nuestra pasión por Dios sea mayor que la pasión por verlas. Veamos la señal que Dios nos envió en México:

    Estando en una conferencia, Dios mostró a Su pueblo una señal clara y evidente de lo que Él está haciendo. Éste es el caso de un hombre que tenía el dedo pulgar izquierdo más corto que el derecho por casi una pulgada. De pronto, mientras permanecía con sus ojos cerrados pidiéndole a Dios que le hiciera el milagro creativo de estirarle su dedo, sintió un ligero calor en sus manos; al abrir sus ojos se llevó tremenda sorpresa al ver que su pulgar izquierdo había crecido. Para comprobarlo, juntó sus manos y se dio cuenta que al tenerlas al mismo nivel, sus dos pulgares eran del mismo tamaño. El hombre estaba impresionado y llorando por lo que Dios había hecho esa noche. Pero, más allá del milagro, Dios había enviado una señal: El ministerio apostólico, el cual se representa con el dedo pulgar, está siendo restaurado en México. ¡La gloria sea siempre para Dios!

    Hasta aquí hemos visto qué es una sanidad, qué es un milagro y qué es una señal. Veamos ahora las funciones que cumplen las señales en la Biblia, qué es una maravilla y qué es la expulsión de demonios.


 Siete señales que prueban la deidad de Jesús. 

    Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él. (Juan 2:11)

    El libro de Juan nos narra siete señales que Jesús hizo para probar su deidad y cada una tiene profundo significado:

l. Convirtió el agua en vino (Juan 2:1-11). Esta es una señal de transición del creyente tipo Juan el Bautista a creyente del reino; del vino viejo al vino nuevo.

2. Sanó al oficial del rey (Juan 4:46-54). Este verso muestra la diferencia entre creer en Dios por la fe en Su Palabra, y creer en Él sólo por las obras.


3. Sanó al paralítico de Betesda (Juan 5:1-15). Simbolique el pueblo debe dejar las heridas del pasado, que lo paralizan y no le permiten ver lo nuevo.

4. Alimentó a los 5.000 (Juan 6:1-13). Es una alegoría de convertirse en un canal para multiplicar y alimentar espiritualmente a las multitudes.

5. Caminó sobre las aguas (Juan 6:16-21). Esto hace alusión al dominio sobre los elementos de la naturaleza.

6. Sanó al ciego untando sus ojos con barro (Juan 9:1-7). Ilustra la ceguera de la religiosidad y el fariseísmo, y cómo el Hijo de Dios devuelve también la vista espiritual.

7. Resucitó a Lázaro (Juan 11:1-45). Esto demuestra que Él es la resurrección y la vida, y ejerce dominio sobre la muerte.

   El propósito de las siete señales era hablarle al pueblo acerca de su condición espiritual y confirmarle que Él es el Hijo de Dios, capaz de darles vida eterna, devolverles la capacidad de ver, oír, caminar y vivir en comunión con el Padre. Por eso, cada señal que nos acompañe debe apuntar a Jesús, no al hombre, no a una organización ni a ninguna otra cosa.

¿QUÉ SON MARAVILLAS?
   En griego se utiliza el vocablo téras para significar maravillas, un adjetivo que siempre es usado en plural. Téras describe algo extraño, que deslumbra y asombra al espectador, cuya procedencia se atribuye a un acto divino.

Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. (Hechos 2:43)

   La diferencia entre una señal y las maravillas, es que la señal indica o apunta a algo o alguien específico, tiene un destino o destinatario, en este caso Jesús; en cambio, las maravillas testifican de Jesús y apelan a la imaginación, el intelecto y el corazón del observador; lo sensibilizan causándole espanto y asombro para que reciba el evangelio.

   Veamos un testimonio que ilustra una asombrosa maravilla: Mientras ministraba en el Sports Arena de Los Ángeles, California, con unas diez mil personas en los asientos, la gloria y el poder de Dios cayeron y empezó a manifestarse el fuego de Su presencia, a tal grado que la gente sentía que se quemaba. De repente, entre la multitud, un hombre comenzó a gritar y saltar. Cuando llegó a la plataforma me contó que era un pastor que llevaba dieciocho años predicando en contra de los milagros, porque no creía que realmente sucedieran, sino que eran invento de algunos predicadores. Él había llegado ahí a escondidas de su denominación. Cuando le pregunté por qué había subido con un bastón en la mano, nos contó que, de niño, le había dado poliomielitis-una enfermedad que afecta el sistema nervioso central y destruye las neuronas motoras, ocasionando parálisis en algunas partes del cuerpo y debilidad muscular-. Esto le había dejado la pierna izquierda paralizada, los tejidos comidos y los músculos dañados; el diámetro de su pierna era apenas como tres dedos de su mano; se le había secado; era hueso forrado en piel; por tanto, no podía moverla ni levantarla. Nadie le impuso manos; él estaba en su asiento cuando sintió que la pierna se le empezaba a inflamar, sintió que algo crecía en su interior. Cuando se tocó, de la rodilla para abajo sintió que se llenaba de carne, pero hacia arriba todavía estaba seca. Entonces clamó a Dios diciendo: "Señor, termina tú obra por favor". En aquel momento sintió que de la rodilla hacia arriba también se llenaba de carne. Allí mismo comenzó a mover la pierna mostrándoles a todos su sanidad. Este testimonio fue un hecho maravilloso, asombró a todos los presentes, sirvió para que cientos de ellos recibieran salvación, y para que Cristo fuera exaltado. El hecho fue tan comentado que incluso la televisión secular de Los Ángeles le dio cobertura durante varios días.

 ¿QUÉ ES LA EXPULSIÓN DE DEMONIOS?


    La guerra entre el reino de Dios y el reino de las tinieblas se reduce al dominio del alma humana. Dios nos creó pero Satanás a trabajado siempre por usurpar la creación para destruirla, porque odia a Dios,  y a todo lo que se parezca a Él . Pretende gobernar  la tierra porque así se adueñaría de lo más preciado para el padre, sus hijos. Cuando un ser humano no le da lugar a Jesús en su corazón, el enemigo toma ese lugar y coloniza el territorio, ciega a las personas para que no vea al hijo de Dios y llena de contaminación su vida, con pecados, enfermedades y muerte; la separa definitivamente del Padre. pero Jesús vino a impedir eso.

    Dos reinos no pueden gobernar sobre una persona. La expulsión de demonios implica el establecimiemnto del reino de la luz con el consiguiente desplazamiento del reino de las tinieblas. Jesús vino a estableser el reino de los cielos en la tierra.Él tiene poder para expulsar a satanás. Jesús fue al infierno, le quitó al diablo las llaves de la muerte y  del  Hades (vea apocalipsis 1:18) , y nos dio autoridad para hacer lo mismo en su nombre (vea Lucas 10:19)

   Entonces, la expulsión de demonios es el acto de sacar a los demonios de un cuerpo, en base a la autoridad delegada por Jesús y con el poder del Espíritu Santo. Expulsar demonios es hacer que Satanás no gobierne más sobre una persona, que la luz de Jesús brille en ella, que sea reconciliada con el Padre y pase a formar parte activa del reino de los cielos. Es pasar de muerte a vida.

   Juan ... diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía. Pero Jesús dijo:  No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. (Marcos 9:38-39).

   Existe una relación directa entre los milagros y la expulsión de demonios. Jesús nos dijo que en su nombre haríamos milagros y echaríamos fuera demonios.

La expulsión de demonios es un milagro porque es algo sobrenatural. 

Y la gente, unanzme, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados. (Hechos 8:6-7)

   Los señalados arriba eran milagros visibles que tenían lugar al instante, delante de los ojos de testigos. En los años que llevo ministrando el poder sobrenatural de Dios he encontrado que la mayoría de enfermedades están ligadas a una actividad demoníaca en el cuerpo, en las emociones o en la línea sanguínea. El plan de Satanás es matar y destruir la creación de Dios,por eso trae enfermedades y plagas. Cuando echamos fuera los demonios, la persona se sana al instante. Esto me ha ocurrido con muchos enfermos de cáncer. Así que, si continuamos echando fuera demonios, los paralíticos y los cojos se levantarán y serán por señal.

Ilustremos lo dicho anteriormente con un testimonio:

   Una jovencita llegó a la iglesia atraída por un video puesto en internet. Llevaba casi toda su vida sumida en depresión. A los once años comenzó a usar drogas, consumir cocaína, beber alcohol y tomar muchas pastillas. Siendo adolescente había huido de la casa de sus padres y trató de suicidarse unas 7 veces cortándose las venas. Cierto día vio un video de la pastorade jóvenes de nuestra iglesia y le escribió; se comunicaron, hizo la oración de fe, recibió liberación y Dios transformó su vida. Satanás se estaba llevando esa vida usando la depresión, las drogas y hasta espíritus de suicidio, pero Dios la rescató.¡Hoy es libre y vive feliz!. La expulsión de demonios es una manifestación visible que el reino de Dios está presente.

Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo. (Hechos 19:11).

   Pablo hacía milagros extraordinarios. Para la iglesia primitiva, ver milagros era algo normal. Durante los primeros años del cristianismo, se vivía en un ámbito de milagros y dimensiones sobrenaturales que la iglesia de hoy no ha visto. Todos los milagros que Dios hace son maravillosos, pero hay algunos son más impactantes que otros. Veamos el siguiente testimonio:

   Una mujer llevaba 18 años con Hepatitis C crónica, de la peor clase, con genotipo PC 18, debido a una transfusión de sangre contaminada. Había recibido quimioterapia con la consiguiente pérdida de cabello, despigmentación, apatía, debilidad, depresión, daño de órganos internos y pérdidas de memoria. Un día fui a predicar a la iglesia donde ella se congregaba y Dios le habló a través de mí, diciendo que todo lo que el diablo le había robado se lo iba a devolver. Ella sintió una fuerte presión y un calor interno, algo que le entraba por la cabeza, las manos y los pies, a medida que la ministraba diciendo: "Declaro vida a tu cuerpo". La mujer se apropió de estas palabras y cuando fue a hacerse un nuevo chequeo médico, los doctores encontraron que el virus había sido reducido a cero. Ellos mismos reconocieron el milagro pues aquello no era humanamente posible. Y éste es apenas uno de los varios milagros que el Señor hizo gracias a la palabra que Él me dio; porque además le reconstruyó el bazo que había perdido en un accidente y pudo quedar embarazada, cuando antes era estéril. ¡Gloria a Dios!

   Entonces nuestra obligación es presentarle a esta generación un mensaje claro y poderoso con demostraciones de iasis  (sanidades), therapeúo (curas), iáomai (salvaciones), dúnamis (milagros), simeíon (señales), téras (maravillas), que incluyan la expulsión de demonios y operar en los dones del Espíritu Santo. Todos estos actos sobrenaturales son parte del evangelio del reino porque testifican que Cristo está vivo y disponible para todo creyente que crea y desee manifestar Su poder para bendecir a la gente. Presentar algo menos que esto no es el evangelio del reino de Dios.Sanidades, milagros, señales, maravillas y expulsión
de demonios, son claves para expandir el reino en la tierra.

   La gente que ha recibido un milagro no ha permanecido pasiva sino que ha ejercitado su fe. Como dato importante podemos decir que Jesús obró milagros usando diversos métodos. El Espíritu Santo no siempre trabaja de la misma manera. A veces bastaba con que Jesús tocara a la gente, otras veces les imponía manos, declaraba la Palabra, metía sus dedos en el oído o hacía barro con Su saliva. Si anhelamos lo sobrenatural tenemos que ser flexibles y estar listos a obedecer al Espíritu Santo, en cualquier momento.

DIOS CONFIRMO Y VALIDÒ EL MINISTERIO DE JESÚS.
 
• Con milagros, señales, maravillas y dones del Espíritu
Testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad. (Hebreos 2:4)

   Dios testificó de Jesús con cuatro marcas: milagros, señales, maravillas y dones del Espíritu Santo. Es preciso tener en cuenta que los judíos, por cultura, requieren señales a un hombre de Dios. Nunca reconocen a un profeta que no muestre señales sobrenaturales; por eso, todos los profetas del Antiguo Testamento marcaban sus ministerios con señales y milagros.
Nunca podremos alcanzar con el evangelio a los judíos, ni mucho menos a las naciones musulmanas, si no les mostramos señales sobrenaturales. Es más, yo no me atrevería a ir a ningún otro país si no estuviera convencido que Dios va a respaldar el mensaje que voy a predicar, con milagros, señales y maravillas. Toda persona que opera en milagros, lo hace por revelación o conocimiento revelado. Cuando hay una revelación genuina no hay forma de evitar la manifestación de milagros. Esto confirma que la revelación vino de Dios.

Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. (Juan 3:2)

Ningún hombre se mueve en lo sobrenatural sin una verdad que exceda lo común.

   En la historia de la iglesia todos los hombres que se han movido en milagros, señales y maravillas han obedecido una revelación de Dios confirmada con Su Palabra. Éstos son los hombres que han dejado un legado en la tierra. Son los pioneros que se han adelantado a su generación para después enseñarle a esa generación a hacer lo mismo y transferir un legado a la siguiente. Dios levantó en el siglo XX, y sigue levantando en el presente siglo, hombres y mujeres con este tipo de revelación, cuyos nombres de inmediato se asocian con el poder que operan; por ejemplo, cuando menciono al Pastor William Seymour pensamos en avivamiento y milagros; si digo A. A. Allen, pensamos en milagros y almas; si mencionamos a Carlos Annacondia, pensamos en salvaciones y liberaciones; lo mismo sucede con Yiye Ávila, a quien asociamos con salvación y milagros; Ornar Cabrera, personifica salvaciones y destrucción de fortalezas; Bill Hamon, es lo profético; Alan Vincent, es la revelación del reino y la guerra espiritual; cuando menciono al Dr. T. L. Osborn, lo asociamos  con milagros, sanidades, prodigios y salvación de almas; y si digo Morris Cerullo, pensamos en milagros, salvaciones y mover profético. Asimismo, cuando mencionamos al Apóstol Cash Luna, lo asociamos con sanidades, milagros y finanzas.

¿Qué tal si le menciono a otro predicador? ¿Lo podría identificar así de rápido? Si usted puede asociarlo con algo sobrenatural sin pensarlo dos veces, quiere decir que ése es su sello apostólico. Ésa es la revelación en la que dicho hombre opera. Hoy en día muchas personas carecen de revelación. Si sólo manifiestan milagros es porque están usando los principios que aprendieron de otro que sí tiene revelación.

• Aprobando el ministerio de Su Hijo
Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis. (Hechos 2:22)

   Dios aprueba y valida nuestro ministerio de la misma forma como aprobó a Jesús y Su ministerio, con milagros, señales y maravillas.

• Confirmando Su identidad como el Mesías
Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio. (Mateo 11 :4-5)

   Estos versículos constituyen la respuesta de Jesús a Juan el Bautista quien, después de declarar que Jesús era el Mesías, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (vea Juan 1:29), cuando lo llevan a prisión, comienza a dudar de esa verdad. Lo admirable aquí es que Jesús no le contestó contándole Sus muchos logros personales, tampoco le habló de qué
tan bueno o santo era, sino que le mandó a contar todas las  grandes obras sobrenaturales que Dios hacía a través de Él, y cómo eso confirmaba Su identidad de verdadero Mesías. Éstas también deben ser nuestras credenciales. Cuando la gente nos critique, nos persiga, nos juzgue y tenga alguna duda acerca de nuestro llamado, debemos responder con evidencias como estas, que señalan que nuestro ministerio vino de Dios, y que somos de Él.
 Bibliografia.
Guillermo Maldonado. Como caminar en el poder sobrenatural de Dios. Editorial Whitaker House. Miami 2011. Pag. 1176 a la 186.

viernes, 15 de abril de 2016

MILAGROS, SEÑALES, MARAVILLAS Y EXPULSION DE DEMONIOS. Parte I


   Examinar las Escrituras es descubrir un libro lleno de milagros, señales y maravillas, que comienza en Génesis y culmina en Apocalipsis. Es sumergirse en un breve recuento de los hechos más importantes realizados por un Dios sobrenatural. En un plano más humano, Jesús, el Hijo de Dios, cuya existencia aparece plasmada en la historia, anduvo por la tierra sanando a los enfermos y liberando a los cautivos, como clara señal de Su deidad. Después de Su resurrección, el hijo de Dios delegó esta misión a Sus discípulos, entregándoles el mismo poder sobrenatural que Él ejercía. Pero esto no quedó ahí. La misión y el poder delegados se extienden hasta nosotros, los creyentes de la presente generación, para que también hagamos milagros, señales y maravillas, en Su nombre.

   Jesús no ha cambiado; Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Su concepción y nacimiento por medio de una joven virgen fue un milagro. Su conocimiento y sabiduría eran un milagro que confundía a los eruditos doctores de la ley. Su ministerio era un torrente de milagros; causaba asombro y las multitudes lo seguían. Su juicio fue un milagro, ya que siendo totalmente inocente de los cargos que le imputaban, no debió haber sido condenado. El libro de los Hechos es un compendio de milagros, señales y maravillas, llevadas a cabo por los discípulos directos de Jesús. No existe capítulo alguno que no contenga la descripción de una obra sobrenatural que ocurriera después de la resurrección de Jesús y luego que el Espíritu Santo viniera sobre los discípulos, para que le fueran testigos y proclamaran Su nombre con poder y evidencias sobrenaturales. Esto es para nosotros también.

   Jesús delegó Su ministerio de milagros a la iglesia, y esto enojó a los líderes religiosos de aquel tiempo e hizo temblar al gobierno romano. Cuando descubrieron que Cristo había resucitado y que los mismos milagros que Él hizo en vida, ahora los discípulos también los podían hacer, causó conmoción en el mundo de la época. Hoy en día, nosotros somos la continuación del ministerio de milagros de Jesús. Cuando en el cristianismo no hay milagros, nada nuevo hay que ofrecerles a los incrédulos, excepto una religión como cualquier otra, con apariencia de piedad. Sin embargo el cristianismo es vida; es la naturaleza de Jesús manifestada a través de nosotros. La Biblia es el libro que muestra los milagros, es el récord de los principales eventos milagrosos ocurridos desde la época de los patriarcas y los héroes de la fe hasta los apóstoles.

   En el Antiguo Testamento el propósito de los milagros era alejar a la gente de la adoración a dioses falsos y llevarla a adorar al único Dios verdadero. En esa época, cuando los milagros cesaban, la gente rápidamente se volvía a otros dioses. Exactamente lo mismo podemos ver en los seres humanos de hoy; nada ha cambiado. Las iglesias se llenan de gente que necesita un milagro de Dios para hoy, porque mañana quieren estar en otra cosa.

MI EXPERIENCIA CON CRISTO, EL HACEDOR DE MILAGROS.

Sin duda, tengo una gran experiencia personal con mi amado Jesús:

• Vi a Jesús haciendo milagros, señales y maravillas en la Palabra de Dios.

• Vi a Jesús vivo, resucitado, real, operando milagros, señales y maravillas a través de otros hombres, en el pasado y en la actualidad.

• Yo mismo he experimentado y sigo experimentando el ser usado para hacer milagros, señales y maravillas.

• Ahora enseño, entreno y equipo a otros para que hagan lo mismo.

   He visto y oído las señales de primera mano. No me las contaron, yo mismo he visto a los ciegos ver, a los sordos oír, a los mudos hablar, a los paralíticos caminar, el cáncer desaparecer, la gente con SIDA ser sanada y cualquier tipo de enfermedad incurable ser curada; he visto crearse carne y huesos donde no los había. He presenciado milagros creativos, poderosos, inusuales, tales como crear dientes nuevos, crecer pelo en una cabeza calva, perder peso en fracciones de segundo, y muchos otros. Y todo esto fue hecho en el poderoso nombre de Jesús. Así que, no tenemos que ir hasta el tiempo de los apóstoles para ver los milagros; podemos verlos en esta era, con nuestros propios ojos. Jesús ha resucitado y sigue obrando milagros hoy. Yo lo he experimentado en más de cuarenta países del mundo, y usted también puede vivir esa experiencia.Sabemos que Jesús está vivo, cuando lo vemos hacer los mismos milagros que hizo mientras estuvo en la tierra.

   Si el cristianismo que usted practica no produce ni se basa en milagros, sólo se ha unido a una religión muerta. El mundo necesita saber que Jesús resucitó de los muertos, que está vivo y hace milagros como muestra de Su amor. Uno de los mayores problemas de la religión es que no puede traer a Cristo al presente, al ahora; siempre habla del pasado y del futuro, pero no del presente. Si Cristo no puede hacer milagros hoy, ¿por qué llamarlo Dios? Y si Dios no puede hacer milagros, ¿cómo podríamos decir que Él es amor? Yo oro al Señor que mientras
usted lee este capítulo, todas las experiencias sobrenaturales que he vivido y que he plasmado aquí ocurran igualmente en su vida; pido que usted reciba un milagro creativo, una sanidad, y que luego vaya a llevarles a otros lo mismo que recibió. La fe genuina es traer a Jesús al ahora.

   Dios está desatando los más extraordinarios milagros, señales y maravillas que jamás la tierra haya visto. Cada uno de esos milagros va a impactar una ciudad, una nación e incluso continentes, tal como ocurrió en el libro de los Hechos. Esto causará que la gente doble sus rodillas ante Jesucristo y crea que Él es el Señor. Con el fin de entender mejor algunos puntos acerca de lo sobrenatural, definamos ciertas palabras que resultan fundamentales; además, veamos la diferencia que existe entre ellas.

                                                          ¿QUÉ ES SANIDAD?

   En el griego del Nuevo Testamento existen varias palabras para describir sanidad, aunque tres son las principales. La primera es iasis que se refiere al acto de sanar o curar.
 
He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones (iasis] hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra. (Lucas 13:32)
 
   La segunda es therapeúo, que significa curar, pero también honrar y adorar -de aquí deriva la voz en español terapia-.
 
Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados [therapeúo]. (Lucas 9:11)

   La tercera palabra es iáomai que es un término mucho más completo, pues no sólo significa curar o sanar físicamente, sino que incluye ser libre de pecados o ser salvo; ése era  el ministerio de Jesús, tal como lo podemos ver en el verso de abajo.

Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando [iáomai] a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. (Hechos 10:38)

   El siguiente es un testimonio de la obra completa de Dios: Durante una jornada de testimonios en nuestra iglesia, pasó al altar una mujer a quien los médicos le habían diagnosticado una enfermedad autoinmune que atacaba todo su sistema, especialmente el hígado. La mujer sufría sangrados espontáneos y el médico le había dicho que corría riesgo de muerte, que la diabetes y las diálisis formarían parte de su rutina de por vida. Como parte del tratamiento, llegaron a hacerle transfusiones de hasta trescientas bolsas de sangre. Cuando oramos por ella en la iglesia, Dios hizo un milagro extraordinario. Pronto la mujer empezó a mejorar, a los pocos días comenzó a caminar y hoy cuenta entre sonrisas que volvió a nacer. Cuando vino a dar su testimonio, trajo los documentos médicos que demuestran que estuvo enferma y sin esperanza, hasta que el poder de Dios la sanó de forma sobrenatural. Hoy recuerda que los pronósticos médicos le decían que de esa enfermedad nadie se salva. "¡Pero yo estoy viva!", afirma sonriendo. "¡Dios me sanó!".
Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. (Marcos 16:18)

   Conozco creyentes que saben mucho acerca del aguijón de Pablo (vea 2 Corintios 12:7), la sarna de Job (vea Job 2:7), el dolor de estómago de Timoteo (vea Timoteo 5:23) y mucho más. Algunos piensan que la enfermedad es un castigo de Dios o que sufrir una enfermedad es para glorificar a Dios -lo cual no es bíblico-; muy pocos, sin embargo, pueden citar versículos bíblicos que hablen de sanidad. Esto se debe a que nosotros los predicadores no hemos enseñado acerca del tema. Otros usan la Palabra para justificar una enfermedad. Hermanos, si no enseñamos acerca de lo sobrenatural de Dios, no habrá fe en el pueblo para creer en milagros y los incrédulos no serán persuadidos.

   Conforme a la Escritura, todo poder de la enfermedad fue roto por Cristo hace más de dos mil años atrás, en la cruz. Si esto es así, ¿por qué hay tanta gente enferma? Realmente, la enfermedad expiró el día que Jesús pagó por completo por nuestras iniquidades en la cruz del Calvario; por tanto, es ilegal que esté en nuestro organismo. La sanidad no es sólo un don divino, también es un derecho legal; sin embargo, la iglesia busca más el don que el derecho.
La sanidad es un derecho legal del creyente para él y para impartirselo a otros.

                                               ¿QUÉ ES UN MILAGRO?

   El término milagro proviene de la palabra griega dúnamis, que traducida literalmente significa "obras de poder"; es decir, hechos que manifiestan el poder sobrenatural de Dios. Los milagros son visibles, instantáneos y suceden de repente. Un milagro es la intervención repentina de Dios en el curso normal de la vida de una persona, que interrumpe las leyes naturales del tiempo, el espacio y la materia.
Con todo, Zas señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros. (2 Corintios 12:12)

   El testimonio que aparece a continuación muestra irrefutablemente las obras de poder que hace Dios: Estaba ministrando en El Salvador frente a unos 1.500 líderes, cuando de repente, la gloria de Dios cayó y varias personas vieron la nube de Su gloria dentro del auditorio. Cuando la gloria de Dios se manifiesta, milagros suceden aún sin necesidad de oración; estos ocurren no por la unción, sino porque Dios mismo está obrando los milagros a Su completa voluntad. Había entre los presentes, una doctora a la cual unos años antes le habían
extirpado un oído por completo, incluyendo todo el aparato auditivo; más aún, le habían cerrado el orificio de la oreja. Bajo ese cuadro, es clínicamente imposible que ella pudiera escuchar por ese lado. Sin embargo, en medio de la gloria de Dios, la mujer subió al altar llorando de gozo para testificar la grandeza del poder de Dios. ¡Puedo oír por el oído extirpado! ¡Sin aparato auditivo! Nadie mejor que ella, como médico, para dar fe que había ocurrido un milagro, ya que científicamente era imposible que estuviera oyendo. ¡Dios le creó un órgano auditivo nuevo! Todo ocurrió en medio de Su presencia de gloria. ¡Qué grande es nuestro Dios! 


                                    ¿Cuál es la diferencia entre sanidad y milagro?

   Un milagro toma lugar instantáneamente, es notorio a los sentidos; en cambio, la sanidad es progresiva. Por eso, el milagro produce un cambio que va más allá de la sanidad. En los testimonios previos pudimos ver por ejemplo, que Dios restauró el funcionamiento del sistema sanguíneo, eso es sanidad; en cambio en el milagro, Dios creó algo que no existía físicamenteen el cuerpo de una persona. ¿Quién necesita un milagro? Todo el mundo quiere un milagro porque la humanidad clama por un Dios vivo. El deseo por los milagros no es una señal de ignorancia, sino que revela el intenso deseo de tocar al Dios invisible y verlo en acción. Hay quienes aseguran que la educación tomará el lugar de los milagros, que no los vamos a necesitar. Sin embargo, la educación, por buena que sea, nunca podrá eliminar el deseo por lo sobrenatural. Un milagro hecho en el nombre de Jesús es más valioso que un año de teoría académica.

 Éste es un poderoso testimonio que muestra la milagrosa intervención de Dios: Éste es un caso sucedido en México. Subió al altar a testificar un niño de 15 años acompañado de su madre. Había llegado al auditorio en silla de ruedas porque no podía caminar. Los doctores lo habían desahuciado debido a una insuficiencia renal crónica, que es una condición que hace que los riñones dejen de funcionar. Clínicamente, el niño tenía su corazém demasiado grande, su hígado muy pequeño, sus riñones completamente afectados, y su crecimiento se había detenido a causa de la enfermedad. Cuando el niño subió al altar no cesaba de llorar, y cuando le pregunté, "Hijo ¿por qué lloras?", su respuesta fue: "Lloro de felicidad, porque antes iba a morir y Dios me sanó". Él y su madre habían venido de un pequeño pueblo ubicado a dos horas de camino, gracias a la ayuda de amigos que oraban para que Dios hiciera un milagro. Y allí estaba el niño, dando su testimonio al mundo. Lloraba de felicidad al saber que Dios había hecho un milagro poderoso en su vida. ¡Lo había sanado! Ya no tendría que usar más la silla de ruedas. ¡Tenía vida! Su corazón latía normal y sus riñones fueron creados nuevos. Cuando le pregunté a la mamá lo que sentía, ella contesto: "El mejor doctor sanó a mi hijo que estaba desahuciado". ¡Dios lo sanó!
 Bibliografia.
Guillermo Maldonado. Como caminar en el poder sobrenatural de Dios. Editorial Whitaker House. Miami 2011. Pag. 169 a la 176.

martes, 5 de abril de 2016

LA GLORIA: TERCERA DIMENSIÓN DE LO SOBRENATURAL. Parte IV

 ¿CUÁNDO HACER LA TRANSICIÓN DE LA UNCIÓN A LA GLORIA?


   Dios está llevando a muchos hombres por la vía de la transición, de la unción a la gloria, con el propósito que entren en el río de la shekina de Dios, donde la gloria postrera y la primera se juntan para recoger la gran cosecha final de almas a nivel mundial. Quienes resistan la transición se estancarán y no podrán participar en el movimiento final de la gloria de Dios. Muchos por temor al engaño y los excesos han decidido no hacer la transición, pero si Dios ve un corazón sincero y desesperado por Su gloria, no permitirá el engaño.


Pero nosotros no nos gloriaremos desmedidamente, sino conforme a la regla que Dios nos ha dado por medida. (2 Corintios 10:13)

Un hombre sabe que ha entrado en la dimensión de gloria cuando no opera más en su medida personal de fe ni de unción.

   Después de la caída, Dios le dio al hombre una pequeña prueba o anticipo de Su gloria, a la cual llamó unción. Sin embargo, como la unción va por niveles, llega un momento en la vida del hombre en que llega al tope y no puede avanzar más. Cuando eso sucede, está lista para hacer la transición de la unción a la gloria. Pasar de un nivel de unción a otro requiere una fuerte dosis de ejercicios espirituales como, oración, ayuno y estudio de la Palabra. Hacer la transición hacia la gloria demanda conocimiento revelado, aunque el ejercicio espiritual siempre es necesario.

               La unción no crece si no la usamos con disciplina y buena mayordomia.
 
   Tenemos que tomar una decisión y hacer la transición de la unción a la gloria. Si usted llegó a un nivel de fe en el que ya no sucede nada nuevo, es el candidato ideal para entrar en la dimensión de gloria. Dios está levantando una generación de pioneros, sedientos y hambrientos, que están dispuestos a ir a otra dimensión de fe y otra dimensión de gloria; hombres y mujeres dispuestos a pagar el precio y que anhelan con todo su corazón ver la manifestación de la presencia de Dios. Ésta es la generación que va a experimentar el movimiento de la gloria.


Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario. (Salmos 63:1-2)

   Los movimientos anteriores no han podido satisfacer el deseo de Dios para esta generación. Ahora, el mover de Dios mismo es el que nos va a llenar por completo. Clame para que la revelación de Su gloria venga sobre su vida esta temporada.


                               ¿CUÁL  ES  EL  CONTRASTE  ENTRE  TINIEBLAS  Y  GLORIA?

   En el tiempo que vivimos, las naciones y su gente están cubiertas por una densa oscuridad. Para comprobar esta afirmación basta ver los terremotos, huracanes, maremotos, violencia, sangre derramada y hambrunas que matan a millones; guerras entre naciones, iniquidad y maldad forman parte de las noticias diarias.


Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. (lsaías 60:2)

   La luz se hace más brillante a medida que la oscuridad se vuelve más densa. No podemos permanecer neutrales ante ésto, ya que quien no esté con Jesús estará contra Él. Por tanto, debemos tomar una decisión: ¿Amamos la luz? Entonces corramos hacia la luz. ¿Amamos las tinieblas? Entonces corramos hacia las tinieblas. En la Biblia, Jesús dice que si rehusamos ir hacia la luz, que es Su gloria, es porque nuestras obras son malas. ¿Correrá hacia la luz? ¿Será parte de la gloria o va a seguir en la oscuridad? ¿Está dispuesto a pagar el precio para moverse a la gloria? La vida del creyente es cada día más brillante, como el sol, y más gloriosa, como la aurora.


El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifiquese todavía. (Apocalipsis 22:11)

   Lo que Jesús nos está diciendo es que llegó la hora de escoger; es imposible ser neutral. No se engañe a sí mismo pensando que la salvación es una condición estática, porque no es así. La salvación es una forma de vida por la cual vamos de una dimensión de gloria a otra dimensión de gloria.


La senda de la vida cristiana consiste en venir a ser como Jesús o convertirse a Su imagen.

   Jesús viene por una iglesia gloriosa que manifestará la gloria de Dios, tangible y visible, con milagros, sanidades, señales, maravillas y prodigios. Todo creyente que esté santificado y separado para Él será un vaso portador de la gloria primera y la gloria postrera que inundará este mundo. Personalmente creo que vienen días en que un cristiano portador de la gloria de Dios, entrará a un hospital y en el momento en que ponga sus pies dentro, todos los enfermos sanarán. Creo que vienen días en que será normal para cada creyente resucitar muertos. Creo que en estos tiempos finales los medios de comunicación cubrirán este tipo de manifestaciones, que serán hechas por cristianos comunes que han decidido apartarse exclusivamente para Dios. Me considero uno de ellos. Tengo una sed insaciable por ver la gloria postrera y la primera juntas, como este mundo jamás antes las ha visto. La decisión está en usted, amigo lector, espero que hoy la tome.


   En conclusión, la tierra está llena de la gloria de Dios y Él está revelando esa gloria a esta generación, para traer al mundo grandes manifestaciones. Dios está levantando una generación con una mentalidad diferente que esté dispuesta a correr y ser portadora de esa gloria divina. Usted tiene que tomar la decisión hoy, para entrar en el ámbito de Su gloria. N o se trata del movimiento de un hombre sino de algo iniciado por la soberanía de Dios, que manifiesta milagros, prodigios y maravillas. ¡Qué bendición estar vivo en estos tiempos y saber que la gloria de Dios será manifestada en toda la tierra delante de nuestros ojos!


Resumen.

• Adán nació bajo la gloria, no tuvo que crecer ni esperar  que la tierra diera fruto. Todo fructificaba al instante. Su mente era brillante porque era la mente del Espíritu de Dios.

• Al momento de caer, Dios inhaló su gloria de vuelta y el hombre se convirtió en un ser mortal que vive del residuo de la gloria que una vez tuvo.


• Dios nos dio la fe para romper los procesos del tiempo y acelerar lo natural, para manifestar lo sobrenatural.


• La gloria de un cuerpo refleja lo que éste es por dentro. La gloria de Dios es la manifestación visible y tangible  del total de Su presencia.


• Dios reveló Su gloria a través de Cristo con todos sus atributos divinos.


• El canal de acceso a la gloria de Dios es el conocimiento revelado.


• Cuando Dios va a hacer un milagro primero se mueve Su Espíritu y luego sale la Palabra. Ese Espíritu es un campo de la gloria o energía de Dios para crear cualquier cosa. 

 
• Dios no nos visitará con Su gloria más allá de la revelación que tengamos de ella.


• La fe y la unción obran por iniciativa humana, la gloria obra por iniciativa divina.


• La gloria opera sobre la base de la soberanía de Dios y Su iniciativa, pero no debemos ir al extremo de operar siempre por iniciativa humana o siempre por iniciativa divina.


• La transición a la gloria llega cuando nuestra fe supera nuestro nivel de unción.
Bibliografia.
Guillermo Maldonado. Como caminar en el poder sobrenatural de Dios. Editorial Whitaker House. Miami 2011. Pag. 163 a la 168.