miércoles, 31 de marzo de 2021

EL PRINCIPIO DE LA RESPONSABILIDAD. Parte II

La tierra de leche y miel, abejas y vacas. 
   Le presento en este punto el pensamiento de que la Iglesia del siglo XXI hoy disfruta de la esclavitud, más que de la libertad, aunque lo ha gamos subconscientemente. Solía pensar que la esclavitud no era otra cosa que el control de mi vida por parte de otros. Ahora sé que no hay mayor responsabilidad que la de la libertad. Tanto hermanos y hermanas nuestras se ven agobiados por un desierto, que han formado ellos mismos, caminando interminablemente sin rumbo alguno, porque el peso de la libertad es demasiado para ellos. Pero Jesús nos ha ofrecido compartir su yugo de la libertad.

"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga" (Mateo 11:28-30).

   La promesa de Dios, de leche y miel, es cierta en Canaán... pero allí hay que trabajar. Allí hay que comerciar. No podemos esperar que brote la leche y la miel del suelo, como las cebollas y los ajos que comíamos en la esclavitud. Debemos trabajar y comerciar. Y cuando lo hacemos oiremos el agradecimiento del amo: "Bien hecho, siervo bueno y fiel. Has sido fiel con lo poco; te daré más".

   La leche y la miel que esperan a quienes eligen entrar en la tierra prometida de Dios y de la libertad, representan trabajo. Es por eso que Dios se refería a la Tierra Prometida de Abraham como "tierra de leche y miel". ¿Cómo se llama esta promesa? T-R-A-B-A-J-O.

   La leche no surge del suelo. Primero hay que domesticar a la vaca. Luego hay que cuidarla y alimentarla. Recién entonces, después de trabajar, es que podemos ordeñarla. Dios le dará la vaca, pero el resto depende de usted.

   Es usted quien debe despertar a las 04:00 para ordeñar a las vacas. Es usted quien debe alimentar, lavar y cuidar a sus animales. No se puede dormir u holgazanear cuando se quiere beber leche fresca. Un día necesitará ayuda de otros porque querrá elaborar productos lácteos con la leche obtenida de la vaca. Así funciona Canaán. La libertad exige trabajo y responsabilidad.

   Dios también prometió miel en Canaán, pero allí habrá que luchar por ella. Habrá que entrar en la colmena y arriesgarse a las picaduras para poder recoger la miel. No crea que las abejas le abrirán la puerta y le regalarán su miel. No. En Canaán hay que correr riesgos. Quizá nos piquen las abejas, pero finalmente obtendremos la miel. La libertad exige riesgo, coraje, dolor y persistencia.

 Decídase a ser responsable y Dios lo acompañará 
   Dios tiene enormes bendiciones que esperan por quienes están dispuestos a responsabilizarse de sus propias decisiones del otro? lado del Jordán. Dios quiere que avancemos Y creamos en lo que El ha puesto en nuestro corazón, porque Dios responde a nuestra responsabilidad.

   Dios se obliga a pagar las facturas que nos hace crear ¿~necesita usted otra ordeñadora? Dios lo ayudará a obtenerla. Pero si no avanza usted en la responsabilidad, no hay razón por la que él financie su ocio. Es cuando creamos una necesidad por obediencia a DIOS que El nos ayudará, porque Dios es responsable de responder a nuestra responsabilidad. Dios se obliga a cuidarnos mientras hacemos lo que El nos manda hacer. 

   La obediencia es el disparador para que Dios avance en favor de nosotros. Quizá tenga usted un negocio pero teme expandirlo, aun cuándo Dios le ha dicho que tiene la capacidad de hacerlo. si existe la capacidad no hay motivo para preocuparse por los recursos necesarios para la expansión. La fuente que auspicia su esfuerzo también auspicia su crecimiento. Pero Dios solamente auspicia, aquello que le manda hacer a sus administradores. Así que haga lo que El le indica, cuando El le indica hacerlo, y Él lo ayudará. 

   Sé que esto es así porque lo he vivido. Iba a la universidad sin más cosas  que mi fe. Sabía que Dios me había enviado allí, pero al llegar tenía dinero suficiente para un solo semestre. Una vez allí, sin embargo, del otro lado del Jordán, comenzaron a suceder cosas que yo no había planeado. No solamente recibí una beca, sino que la escuela me dio un empleo. Luego, después de contratarme, me dieron dos becas más.

   Cuando pregunté la razón por la que me habían dado las becas, me dijeron que era porque tenía un promedio de 3.9. Así que no fui bendecido solo porque decidí asistir a la universidad: tuve que estudiar. El Siguiente semestre me apliqué un poco más y tuve un promedio de 4.0. Entonces recibí otra beca por mí obediencia.

   Dios no terminaba de reconocer mi voluntad de crecer y utilizar mis dones. Un día, una pareja mayor, dos personas de raza blanca que vivían en Oklahoma, oyeron que era capellán de la universidad en las islas y me invitaron a su hogar para hablar sobre las Bahamas y el Caribe ante su grupo de la iglesia.

   Les hablé y, cuando terminé, el señor se acercó y me preguntó si tenía dinero para estudiar el año siguiente. Le dije que no, y entonces Dios abrió las compuertas. El hombre me dijo que él y su esposa habían orado por poder ayudar a alguien de las islas. Después de mi charla esa noche, se habían convencido de que era yo el hombre a quien Dios les indicaba que debían ayudar. Así que durante el año siguiente se hicieron cargo de todos mis gastos. No los había visto en toda mi vida, pero durante mucho tiempo habían ahorrado dinero para mis estudios. Estaba allí, esperando a que yo tomara la decisión de tomar mi responsabilidad de dejar las Bahamas y estudiar para poder utilizar los talentos que Dios me había dado. La responsabilidad siempre atrae recursos de la fuente que nos apoya, para que podamos llevarle de vuelta el fruto. La responsabilidad exige respuesta.

La disciplina da la responsabilidad: el control interno
   La libertad es bendición de Dios. Adán recibió el mandato de señorear sobre toda la Tierra. Dios establece la línea de acción y nos da espacio para movemos. Pero somos nosotros los que debemos elegir sometemos a su voluntad y utilizar nuestros dones. Cuando elegimos entrar en su tierra prometida y utilizar nuestros talentos en la libertad, tendremos control interno. Dios no derriba las murallas de Jericó; debemos elegir obedecer y juntos las derribaremos.

  En Egipto, el control sobre nosotros es externo. Pero cuando crecemos en la responsabilidad de la libertad, debemos dominar nuestra propia vida. En la opresión tenemos a un amo que nos domina y debemos obedecer sus leyes. En la libertad, los amos somos nosotros y hacemos nuestras propias leyes. La verdadera libertad consiste en dominar los recursos de la Tierra a través de nuestros talentos, la autodisciplina y la gestión interior. La libertad es un trabajo independiente. 

   El esclavo malo en la parábola de los talentos consideraba a su amo como opresor. Este sirviente malo e infiel eligió no hacer nada por miedo, porque pensó que lo que hiciera y lograra le sería quitad?: No solo entendió mal quién era su amo, sino que, además, se entendió mal a si mismo.

   Recuerde que en la opresión la gente es motivada por la amenaza externa. Pero en la libertad, nos mueve el compromiso interno. Podemos saber si alguien se acerca a la libertad, porque no hace falta supervisarlo. En lugar de hacer lo correcto porque otros lo presionan, lo hará por principios. Obedece porque es lo correcto y no porque teme desobedecer. La verdadera libertad es el control de uno mismo.
Myles Munroe. En busca de la libertad. Primera edición 2005. Editorial Peniel. Pag 170 a la 174

lunes, 22 de marzo de 2021

EL PRINCIPIO DE LA RESPONSABILIDAD. Parte I

   La responsabilidad es la llave de la verdadera libertad. Ahora vamos a analizar esos principios del desierto para hacer que la libertad sea una realidad en su vida. Si ha dado vueltas en círculos en el desierto y está cansado de vivir en la opresión, la responsabilidad es la respuesta para los años de su vida en el futuro. El prerrequisito para la libertad es la responsabilidad.

¿Qué es la responsabilidad?

   Veamos la palabra. La dividiría en tres partes, para analizar cada una. Esta no es la versión oficial del diccionario, pero me ayuda a transmitir el mensaje de su significado.

   La primera parte es "re", lo cual significa "volver al origen". Luego, continuamos por "responder", lo cual significa "contestar" o "rendir cuenta por otro". Es decir que hay un soporte, alguien que supervisa, una fuente u origen. Y por último, tenemos el sufijo "bilidad", que nos da el sentido de capacidad, fuerza, potencial o poder.

   Entonces, la palabra entera nos presenta una definición interesante. Significa "someter, o devolver en sumisión el poder que se nos da". Es rendir cuentas por la capacidad del que nos apoya, maximizando este potencial a medida que se requiere.

   Por ejemplo, cuando su madre le dio a usted la responsabilidad de lavar los platos cuando era un niño, es que ella sabía que tendría la capacidad de responder a su requerimiento. Así que esperaba que respondiera usted a su tarea con la capacidad de administrarla. Si se iba usted a jugar con sus amigos, al regresar probablemente su padre lo reprendiera, porque tenía que disciplinarlo. Lo más importante aún, es que usted habría sido irresponsable a causa de su negligencia en responder a la capacidad que su madre sabía que usted tenía cuando le asignó la tarea de ayudar en la casa.

   Lo mismo se aplica con mayor impacto espiritual cuando rechazamos la tarea que Dios nos asigna en la vida, para que se cumpla la voluntad de Dios en la Tierra. Es una irresponsabilidad ser negligente con respecto a su voluntad. Nunca olvide que es Dios quien le da el poder de hacer cosas. Él es la fuerte de sus capacidades, y el utilizarlas efectiva y plenamente muestra que es usted responsable.

Responsabilidad.

   Cuando Dios nos da una semilla, no quiere que le devolvamos una semilla, sino un bosque. Quiere que plantemos y cuidemos la semilla con la capacidad que Él nos dio. Cuando Dios nos da algo, siempre contiene más de lo que se ve. Sus semillas tienen el potencial de llegar a ser más de lo que se ve en el comienzo. Le da a usted su semilla de potencial con el producto final dentro, y es este producto final-y no la semilla- lo que Él quiere que le devolvamos. Este es el énfasis en la parábola de los talentos.

"Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamo a sus Siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos: y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; .luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y  negocio con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que habla recibido dos, ganó también otros dos" (Mateo 25: 14-17).

   En esta poderosa parábola Jesús enseña que Dios es nuestra fuente. Es Dios quien nos apoya gratis, que nos da talentos, dones y capacidades. Es El quien nos da nuestros sueños y propósitos. Cuando nos los Imparte, no quiere que le devolvamos estos mismos sueños y talentos Quiere que desarrollemos sus regalos, que respondamos a la capacidad que nos ha dado.

   A los sirvientes que administraron sus sueños y capacidades, el amo les dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor" (v. 23).

   EI tercer siervo no apreció el regalo de su amo, ni sus capacidades así que enterró el talento para ocultarlo ante todos . Cuando su amo volvió, lo castigó severamente.

"Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabias que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparce. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos" (Mateo 25:26-28).

  Cuando una inversión se precia, significa que crece. Cuando apreciamos los regalos, dones y sueños que Dios nos da, hacemos que crezcan.. En esta parábola dos llegaron a ser cuatro y cinco se convirtieron en diez. Pero al que intentó devolver al amo la semilla, lo esperaba la muerte. Cuando Dios nos da una semilla, espera un árbol.

   Si los regalos que le fueron dados el año pasado no crecieron este año, SI no es usted un poco más sabio por haber cultivado sus dones, tendrá que rendir cuentas de su ingratitud a Dios por el regalo de sus talentos y por el excelente cerebro que El le dio. He llegado a entender los regalos y los sueños que Dios ha puesto en mí, más y más cada año. Así que, para contribuir a su desarrollo, leo al menos catorce libros por año. Estoy muy ocupado trabajando durante el día, pero antes de ir a dormir, siempre leo al menos algunos capítulos. Tengo cuatro portafolios y en cada uno llevo un libro. Siempre encuentro un momento para leer. Y mi objetivo es llegar al final de cada sección, así que organizo mi tiempo. Siempre debemos refinar nuestro talento.

Priorizar. organizar. disciplinar

   Quizá se pregunte usted cómo puedo leer tantos libros. Tuve que disciplinarme, aprender a sentarme, dejar de ver televisión, apagar la video, quedarme despierto hasta más tarde o levantarme más temprano para leer. Elegí ser responsable para obtener el conocimiento y hacer que entrara en mi cerebro. Esta es la esencia de la libertad. La libertad exige tres claves para el éxito: priori zar, organizar y disciplinar.

   Lo maravilloso de esto es que cuanto más aprendo, tanto más beneficio a los demás, porque voy mejorando como maestro. Cuando obtengo más conocimiento puedo bendecir a más personas. Entonces más personas quieren oírme y me invitan a hablar en más. lugares. MI don se expande y crece, y Dios abre más puertas. Es que El quiso que funcionara de esta manera. Yo tomé sus talentos y sigo trabajando con ellos.

   Dios nos dio a cada uno un cerebro con mil millones de células, y según los científicos solo usamos un 10%. Ahora, no sé qué pasará con usted, pero yo siento que esto es muy triste. He decidido que usaré el 15% de mi cerebro. Quiero vivir en un nivel por encima del promedio, así que hago crecer mis dones cada día. Jesús dijo: "Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado" (Mateo 25:29). Crezco en mi responsabilidad con cada nueva tarea. ¿Qué hay de usted? La libertad exige de nuestra capacidad. Esa es la naturaleza de la libertad.

   Así como los sirvientes de la parábola, tendremos que volver a nuestra fuente un día y decir: "Mira qué es lo que hice con lo que me diste" . El sirviente que recibió cinco talentos, no devolvió cinco. Porque eso habría sido irresponsable. Devolvió diez, y su amo se sintió muy complacido. "Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor" (v. 18). Volvió sin nada, cero. En lugar de ganar, solo obtuvo la ira de su amo.

"Siervo malo y negligente" (v. 26). Luego dijo: "Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes" (vv. 28-30).

   Hay cosas que Dios detesta. y como hemos visto, el irresponsable desperdicio de las capacidades que Dios nos dio, es una de ellas. Jesús no solo llamó holgazán y malo al sirviente, sino que también lo condenó a las tinieblas. No solo eso, sino que, además, Dios le quitó a este sirviente el único talento y se lo dio al que tenía diez, y no al que tenía cuatro.

  Ahora, cuando leí esta parábola por primera vez, siendo un creyente novato, sentí confusión. Para mi modo de pensar de entonces, había algo que no cerraba. Dije: "Dios, espera un minuto. El que tenía diez, y  estaba cargado. ¿Por qué no le diste el talento que malgastó el sirviente infiel al que tenía cuatro? Al menos, él habría estado un poco mejor, con cinco. Y el que tenía los diez también habría estado bien porque recibió dos veces lo que el otro hombre". 

   Pero el Espíritu de Dios es sabio. Me mostró que en el programa de administración de los asuntos de Dios, los que se ocupan por avanzar en la responsabilidad siempre recibirán mayor retorno por su inversión. Dios me mostró que la parábola nos advierte que debemos ser responsables.

   Si espera ser bendecido antes de empezar a hacer algo, perderá lo que tiene ahora. Según las reglas de Dios, esto es la responsabilidad. Cuanto más recibimos del Señor, tanto más espera Él de nosotros. "Mas el que Sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá" (Lucas 12:48). 

¿Qué es lo que ha recibido usted? Si tiene voz pero no canta, perderá el deseo y el talento de cantar. No practica, y no aumenta su don. Quienes tienen la capacidad dada de administrar necesitan utilizarla . No tema ejercitarlo preparándose para un ascenso; SI no va a la escuela nocturna porque es demasiado holgazán, no permanecerá ni donde está.

Eventualmente perderá su empleo. Alguien más ocupara su puesto mientras está usted todavía dando vueltas en la arena del desierto. ¿Entiende lo que quiero decir?

Utilice su capacidad y Dios le dará más

La responsabilidad rinde excelentes frutos cuando elegimos andar por los caminos de Dios. Cuando comenzamos a utilizar y multiplicar lo que Dios nos ha dado, Él nos bendice con más. Es por eso que a gente que parece obtener siempre más, es la que hace mas.

Un pastor me preguntó una vez: 

_ Hermano Myles ¿por qué lo invitan a hablar en tantos lugares, Por qué a mí no me invita nadie?

¿ No lo sé -respondí- Yo nunca busco que me inviten porque estoy ocupado trabajando.

   El espíritu de responsabilidad siempre atrae la bendición de Dios. En 2 Crónicas 16:9 leemos: "Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él".

   Si no intentamos hacer cosas no atraeremos a Dios. Pero si lo intentamos, créame, Dios no nos dejará solos. Dé un paso delante en la fe, y se sorprenderá ante lo que le espera. Dígale a Dios: Creo que puedo hacer eso. Puedes mostrarte a través de mí, porque tu me has da do la fuerza". Le digo en verdad que apenas comience a moverse, aparecerán de la nada las cosas buenas que obrarán en su favor. Hágase responsable y Dios lo notará

Myles Munroe. En busca de la libertad. Primera edición 2005. Editorial Peniel. Pag 165 a la 170

sábado, 6 de marzo de 2021

EN EL DESIERTO CON CRISTO .Parte III

 Vivir o morir.

   Ahora permítame desafiar su ingenio. En los días venideros tendrá que ser usted lo suficientemente duro como para enfrentarse a los gigantes que están del otro lado del Jordán. Dios se asegurará de que usted crezca para enfrentar las pruebas, o que muera bajo las presiones que le presenten. No le diga a Pedro, a Santiago, a Juan o a ninguno de los otros apóstoles del siglo I nada de todo lo que ofrece el club del Bendíceme del siglo XX. No intente decirles que Dios quiere librar a sus hijos de la tribulación y que la persecución les llega únicamente a los que son demasiado débiles como para enfrentar al diablo. Oiga lo que dice Pedro al respecto:

"Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría" (I Pedro 4:12-13).

   Dios lo refinará en el fuego del siglo XXI porque la siguiente movida de Dios exigirá una iglesia adulta. El mundo está listo para quienes han cambiado el apetito de maná por el de leche y miel, gente cuyos deseos de milagros han sido reemplazados por el deseo de trabajar. 

   La iglesia tiene dos mil años de antigüedad y, sin embargo, seguimos divididos, celándonos, protestando y saltando de ministerio en ministerio. Jesús no regresará para casarse con una novia adolescente. Tenemos leyes en muchas naciones del mundo que prohíben el casamiento de menores. ¿Cree usted entonces que Jesús se casaría con una niña? Dios quiere que nos establezcamos, que maduremos y sepamos que estamos aquí para cambiar el mundo. Cuando lo hayamos hecho, entonces oiremos las campanas de la boda.

   Vi un estudio en la revista Charisma hace unos años, realizado sobre dos mil iglesias. Descubrieron que un 20% de la gente daba el diezmo y llevaba adelante la iglesia, en tanto un SO% no lo daba. Hoy Dios sigue diciendo: "¿Cuándo van a madurar todos, y cuándo darán el diezmo? ¿Cuándo dejarán de confiar en el mundo y simplemente creerán en mi Palabra? E1SO% de ustedes me roba cada vez que lleva el salario a casa, y se preguntan por qué dejó de llover maná hace siete años. ¡Despierten!"

   La iglesia fue concebida por personas que vivían en el pecado, egoístamente, antes de llegar a ser los "elegidos" de Dios. Eso es lo que significa la palabra ecclesia, en griego: "llamados, elegidos". Dios llamó a su iglesia, del mismo modo en que llamó a los hijos de Israel. Así que si es usted parte de su iglesia, Dios lo ha llamado personalmente.

   Dios no llamó a Su iglesia para que fuera al cielo. Un día estaremos allí, pero hasta entonces, hemos sido llamados de las tinieblas para proclamar la excelencia de nuestro Dios. Y cuando comencemos a hacerlo dondequiera y cuando quiera que Él nos llame a hacerlo, vendrá la persecución. Quizás quiera usted salir del desierto y cruzar para entrar en Canaán. Con la bendición de Dios en Canaán, necesitará saber cómo pelear. Así que Él lo mantiene en el desierto para cambiar su mente. Canaán es el símbolo de su verdadera libertad, destino y propósito.

   ¿Está pasando por momentos difíciles? Bien, está usted en camino Pero esté atento a la prueba. Si es dura, está usted en el aula indicada: DIOS se asegurará que quite usted a Egipto de su mente antes de entrar en Canaán. Quiere que se quite el sabor de Egipto. Quiere que pruebe su fe. Quiere obrar en usted para que sienta total confianza en Él, sabiendo que no hay otra cosa más que Canaán delante, como objetivo. No quiere que llegue usted a Cades Barnea y se encoja de miedo ante los gigantes que habitan la Tierra Prometida. Quiere que los Josués y los Calebs sepan que DIOS peleará con ellos para tomar la Tierra Prometida. Lea lo siguiente:

   "La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está jehová; no los temáis" (Números 14:7-9).

   La. ruta hacia la libertad atraviesa el desierto. He estado en el desierto vanas veces durante mi vida, y le agradezco a Dios por cada una de las pruebas. ¿porqué? Porque me han dado energía, carácter, madurez, persistencia, fidelidad. Y confianza. Me han ayudado a crecer, para entrar en mis diferentes épocas de responsabilidad. Cada era no habría sido posible sin que ocurriera la anterior. Y al ver los años que me esperan,. se que se agregarán más capas de responsabilidad, porque hay tanto mas por hacer.

   Cada nación, persona e iglesia tiene que pasar por las fases que mencionamos y analizamos en este capítulo: Egipto, Sinaí, Canaán. Es el proceso.. Así que tómese un tiempo para pensar, ahora que este capítulo termina, para saber exactamente dónde está usted.

   Quizá esté usted junto en medio del Mar Rojo, y ve milagros alrededor de usted, sin que haga nada. Si es así, Dios hace todo porque es usted nuevo en la fe. Está usted en las orillas poco profundas de la independencia.

   O quizá haya entrado recién en el desierto. Ha visto cómo se cerró el mar a sus espaldas y ahogó al ejército enemigo, y vive una época maravillosa. Acaba de salvarse, de abrir su negocio, acaba de casarse. Es como Miriam que bailaba de gozo al ver la milagrosa apertura del mar. Pronto, es posible que comience a quejarse porque no hay comida. Pero no se preocupe, porque Dios proveerá, ya que le esperan sus días de desierto.

   O quizá haya estado ya en el desierto durante un tiempo. Tendrá que pasar por tribulaciones y pruebas, pero al mismo tiempo Dios hace milagros a su alrededor. Mientras usted se quejaba y crecía, Dios ha hecho brotar agua de la roca. Su maná ha cubierto sus necesidades.

   ¿Ha llegado ya al Jordán? Debe poner su pie en el agua para cruzarlo. ¿Se pregunta por qué lo ha abandonado Dios, al ver que ya no hay tantos milagros en su vida como solían haber?

   ¿Está parado a orillas del Jordán, sabiendo que está por entrar en una nueva época? Al leer este libro, ¿tiene su alforja y su espada en la mano?

   Acaba de llegar usted a Canaán y ha pasado por la circuncisión de Dios. Pensó que sería grandioso, pero sufre. Hace algunos años alardeaba de ser un hombre o mujer de Dios, y de cómo cambiaría al mundo. Pero no ha salido de su época de "maná gratis", así que su casa se ha derrumbado. Ha perdido el empleo, murió su perro, se rompió el dedo del pie, su tío murió de cáncer. "¿Dónde está Dios?" gritó su corazón. Finalmente, lo entendió todo y ahora ha regresado.

   Para muchos de nosotros solía ser fácil creer en algo, y ver qué sucedía. Ahora ayunamos, y nada sucede. Oramos, y nada. Confesamos hasta secarnos la lengua, y nada sucede. Seguimos adelante, y nada sucede. y queremos abandonar.

   Dios nos dice: "No abandonen. Tomen su espada ahora. Ajústense el cinturón. Estén listos y escuchen. Prepárense para luchar. Jericó está en  la siguiente parada y están destinados a ganar. Cuando decidan dejar tras su mentalidad egipcia y disponerse a pelear, todo lo que han empezado estará al alcance de sus manos. Sin embargo, todo esto está aún en manos del enemigo, así tendrán que armar fortalezas, y recuerde: os les ayudaré a construirlas

    Avancemos para ver cómo Dios nos ayuda a hacerlo.
Myles Munroe. En busca de la libertad. Primera edición 2005. Editorial Peniel. Pag 153 a la 159