sábado, 6 de marzo de 2021

EN EL DESIERTO CON CRISTO .Parte III

 Vivir o morir.

   Ahora permítame desafiar su ingenio. En los días venideros tendrá que ser usted lo suficientemente duro como para enfrentarse a los gigantes que están del otro lado del Jordán. Dios se asegurará de que usted crezca para enfrentar las pruebas, o que muera bajo las presiones que le presenten. No le diga a Pedro, a Santiago, a Juan o a ninguno de los otros apóstoles del siglo I nada de todo lo que ofrece el club del Bendíceme del siglo XX. No intente decirles que Dios quiere librar a sus hijos de la tribulación y que la persecución les llega únicamente a los que son demasiado débiles como para enfrentar al diablo. Oiga lo que dice Pedro al respecto:

"Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría" (I Pedro 4:12-13).

   Dios lo refinará en el fuego del siglo XXI porque la siguiente movida de Dios exigirá una iglesia adulta. El mundo está listo para quienes han cambiado el apetito de maná por el de leche y miel, gente cuyos deseos de milagros han sido reemplazados por el deseo de trabajar. 

   La iglesia tiene dos mil años de antigüedad y, sin embargo, seguimos divididos, celándonos, protestando y saltando de ministerio en ministerio. Jesús no regresará para casarse con una novia adolescente. Tenemos leyes en muchas naciones del mundo que prohíben el casamiento de menores. ¿Cree usted entonces que Jesús se casaría con una niña? Dios quiere que nos establezcamos, que maduremos y sepamos que estamos aquí para cambiar el mundo. Cuando lo hayamos hecho, entonces oiremos las campanas de la boda.

   Vi un estudio en la revista Charisma hace unos años, realizado sobre dos mil iglesias. Descubrieron que un 20% de la gente daba el diezmo y llevaba adelante la iglesia, en tanto un SO% no lo daba. Hoy Dios sigue diciendo: "¿Cuándo van a madurar todos, y cuándo darán el diezmo? ¿Cuándo dejarán de confiar en el mundo y simplemente creerán en mi Palabra? E1SO% de ustedes me roba cada vez que lleva el salario a casa, y se preguntan por qué dejó de llover maná hace siete años. ¡Despierten!"

   La iglesia fue concebida por personas que vivían en el pecado, egoístamente, antes de llegar a ser los "elegidos" de Dios. Eso es lo que significa la palabra ecclesia, en griego: "llamados, elegidos". Dios llamó a su iglesia, del mismo modo en que llamó a los hijos de Israel. Así que si es usted parte de su iglesia, Dios lo ha llamado personalmente.

   Dios no llamó a Su iglesia para que fuera al cielo. Un día estaremos allí, pero hasta entonces, hemos sido llamados de las tinieblas para proclamar la excelencia de nuestro Dios. Y cuando comencemos a hacerlo dondequiera y cuando quiera que Él nos llame a hacerlo, vendrá la persecución. Quizás quiera usted salir del desierto y cruzar para entrar en Canaán. Con la bendición de Dios en Canaán, necesitará saber cómo pelear. Así que Él lo mantiene en el desierto para cambiar su mente. Canaán es el símbolo de su verdadera libertad, destino y propósito.

   ¿Está pasando por momentos difíciles? Bien, está usted en camino Pero esté atento a la prueba. Si es dura, está usted en el aula indicada: DIOS se asegurará que quite usted a Egipto de su mente antes de entrar en Canaán. Quiere que se quite el sabor de Egipto. Quiere que pruebe su fe. Quiere obrar en usted para que sienta total confianza en Él, sabiendo que no hay otra cosa más que Canaán delante, como objetivo. No quiere que llegue usted a Cades Barnea y se encoja de miedo ante los gigantes que habitan la Tierra Prometida. Quiere que los Josués y los Calebs sepan que DIOS peleará con ellos para tomar la Tierra Prometida. Lea lo siguiente:

   "La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está jehová; no los temáis" (Números 14:7-9).

   La. ruta hacia la libertad atraviesa el desierto. He estado en el desierto vanas veces durante mi vida, y le agradezco a Dios por cada una de las pruebas. ¿porqué? Porque me han dado energía, carácter, madurez, persistencia, fidelidad. Y confianza. Me han ayudado a crecer, para entrar en mis diferentes épocas de responsabilidad. Cada era no habría sido posible sin que ocurriera la anterior. Y al ver los años que me esperan,. se que se agregarán más capas de responsabilidad, porque hay tanto mas por hacer.

   Cada nación, persona e iglesia tiene que pasar por las fases que mencionamos y analizamos en este capítulo: Egipto, Sinaí, Canaán. Es el proceso.. Así que tómese un tiempo para pensar, ahora que este capítulo termina, para saber exactamente dónde está usted.

   Quizá esté usted junto en medio del Mar Rojo, y ve milagros alrededor de usted, sin que haga nada. Si es así, Dios hace todo porque es usted nuevo en la fe. Está usted en las orillas poco profundas de la independencia.

   O quizá haya entrado recién en el desierto. Ha visto cómo se cerró el mar a sus espaldas y ahogó al ejército enemigo, y vive una época maravillosa. Acaba de salvarse, de abrir su negocio, acaba de casarse. Es como Miriam que bailaba de gozo al ver la milagrosa apertura del mar. Pronto, es posible que comience a quejarse porque no hay comida. Pero no se preocupe, porque Dios proveerá, ya que le esperan sus días de desierto.

   O quizá haya estado ya en el desierto durante un tiempo. Tendrá que pasar por tribulaciones y pruebas, pero al mismo tiempo Dios hace milagros a su alrededor. Mientras usted se quejaba y crecía, Dios ha hecho brotar agua de la roca. Su maná ha cubierto sus necesidades.

   ¿Ha llegado ya al Jordán? Debe poner su pie en el agua para cruzarlo. ¿Se pregunta por qué lo ha abandonado Dios, al ver que ya no hay tantos milagros en su vida como solían haber?

   ¿Está parado a orillas del Jordán, sabiendo que está por entrar en una nueva época? Al leer este libro, ¿tiene su alforja y su espada en la mano?

   Acaba de llegar usted a Canaán y ha pasado por la circuncisión de Dios. Pensó que sería grandioso, pero sufre. Hace algunos años alardeaba de ser un hombre o mujer de Dios, y de cómo cambiaría al mundo. Pero no ha salido de su época de "maná gratis", así que su casa se ha derrumbado. Ha perdido el empleo, murió su perro, se rompió el dedo del pie, su tío murió de cáncer. "¿Dónde está Dios?" gritó su corazón. Finalmente, lo entendió todo y ahora ha regresado.

   Para muchos de nosotros solía ser fácil creer en algo, y ver qué sucedía. Ahora ayunamos, y nada sucede. Oramos, y nada. Confesamos hasta secarnos la lengua, y nada sucede. Seguimos adelante, y nada sucede. y queremos abandonar.

   Dios nos dice: "No abandonen. Tomen su espada ahora. Ajústense el cinturón. Estén listos y escuchen. Prepárense para luchar. Jericó está en  la siguiente parada y están destinados a ganar. Cuando decidan dejar tras su mentalidad egipcia y disponerse a pelear, todo lo que han empezado estará al alcance de sus manos. Sin embargo, todo esto está aún en manos del enemigo, así tendrán que armar fortalezas, y recuerde: os les ayudaré a construirlas

    Avancemos para ver cómo Dios nos ayuda a hacerlo.
Myles Munroe. En busca de la libertad. Primera edición 2005. Editorial Peniel. Pag 153 a la 159

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