lunes, 27 de noviembre de 2017

¡VIVA COMO JESÚS!



Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.
Filipenses 2:7 

   Ellos dicen con mucha humildad: "Nunca podría vivir como Jesús vivió. Después de todo, Él tenía una ventaja: era Dios". 

   Todavía no entienden que cuando Jesús vino al mundo, renunció voluntariamente a esa ventaja y vivió su vida terrenal como hombre, no como Dios. El no tenía poderes sobrenaturales innatos. El no tenía poder para hacer milagros sino hasta que fue ungido por el Espíritu Santo, como está escrito en Lucas 3:22 . El hizo milagros no por su propio poder, sino por el poder del Padre: "el Padre que mora en mí, él hace las obras" (Juan 14:10 ). 

   Cuando Jesús oró, lo hizo no como un ser divino que tenía la autoridad de Dios, sino como un hombre que vivía en obediencia a Dios. Como dice Hebreos 5:7 , sus oraciones fueron oídas no por su deidad, sino: "... a causa de su temor reverente". Jesús, el divino Hijo de Dios, puso a un lado los privilegios y poderes de la deidad por un tiempo y vivió como hombre en este mundo. Una vez que usted entienda esto, su alma será conmovida. ¿Por qué? Porque significa que usted, como hijo de Dios nacido de nuevo y lleno del Espíritu Santo como lo fue Jesús, tiene la misma oportunidad de vivir como El lo hizo. De hecho, eso es exactamente lo que Él quiere. En Juan 17:18 Jesús le dijo al Padre: "Como tú me enviaste al mundo, yo los envío también al mundo".


   Jesús le ha enviado al mundo para que viva como El vivió. Por medio del nuevo nacimiento Él le ha capacitado para que cambie la naturaleza de pecado de Adán por la naturaleza sin pecado de Dios. El le ha dado el poder y el mandato de vivir sin pecado, de vivir en comunión con el Padre, de predicar el Evangelio, de sanar a los enfermos, de resucitar a los muertos, de echar fuera demonios y de hacer discípulos. 

   Una vez que usted entienda eso, podrá despojarse de las cadenas de la duda que le tienen atrapado y empezar a vivir como Jesús quiso que viviera; no como un hijo pecaminoso del hombre caído, sino como un hijo del Altísimo nacido de nuevo. Entonces, todos los que estén a su alrededor empezarán a ver a Jesús en usted.

lunes, 20 de noviembre de 2017

REVISTASE DE HUMILDAD.

  

 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los
Pedro 5:5-11 

   "La mayoría de los creyentes no sabe nada sobre la verdadera humildad. Si usted les dice que ellos son la justicia de Dios, no lo creerán. Usted podrá citarles versículos de la Biblia para demostrárselo, pero aun así debatirán el asunto con usted. 

   "Ah, no - le dirán - , yo no soy justo. Sólo soy un pecador que ha sido salvo por la gracia". Tratan, de una manera sincera, de ser humildes. Pero la verdad es que están equivocados. Tienen tanto temor de caer en el orgullo que han dejado que Satanás los engañe, y él los ha hecho caer precisamente en el orgullo. 

   Permitame explicarles . De acuerdo con 1 Pedro 5:5-6 , ser verdaderamente humilde es someterse a Dios. Eso quiere decir que cuando Dios dice algo, usted lo cree no importa cuán extraño a su pensamiento "religioso" pueda ser. Cuando Él dice que usted ha sido hecho justicia de Dios en Cristo Jesús, dígalo usted también. Pero no quite ni añada nada a esa verdad, porque hacerlo sería estar en desacuerdo con Dios, lo cual es la peor forma de orgullo que hay, ¿no es cierto? 


   No permita que Satanás lo tenga humillado en el polvo de la falsa humildad. Póngase de acuerdo con Dios. Conozca lo que la Palabra de Dios dice acerca de usted, luego atrévase a decirlo. Sométase a la verdad de Dios para que pueda despojarse del orgullo. Revístase de verdadera humildad. Estoy seguro de que se le verá muy bien.

martes, 14 de noviembre de 2017

ESPERE...

  
 Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.Isaías 55:11 

   Sin embargo, déjeme advertirle que esperar en la Palabra no es siempre fácil. El diablo sabe que si él no se la roba, usted la usará para derrotarlo. 

   Por eso no se sorprenda si él envía un espíritu malo para exaltarse contra la Palabra de Dios. Si usted está enfermo, él puede comenzar a decirle: "Tú no estás sano. Tú sabes que la sanidad no es para hoy; y si lo fuera, a ti no te serviría. Podría servir para otro pero no para ti". 

   Si él comienza a decirle esa clase de mentiras, no las acepte. No empiece a preocuparse y a pensar: "Caramba, temo que no voy a recibir la sanidad. Yo no me siento sano. Vaya, es posible que me ponga peor y peor... ". 


   Recuerde esto: La Palabra es la que hace la obra, no la persona que espera en ella. La Palabra hará su obra para cualquiera que la ponga por obra. Hará la obra para usted así como la hizo para Jesús cuando Él anduvo en este mundo. 

   Jesús le dijo a Satanás: "Escrito está". No importa lo que el diablo trate de decirle, no suelte la Palabra por ningún motivo. Dígale lo que está escrito en lo que concierne a su situación. Deje que la Palabra pelee su propia batalla. Ella reprenderá siempre al diablo.

sábado, 11 de noviembre de 2017

EL TESTIMONIO INTERNO.

   

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.Romanos 8:16.

   Yo he tenido esa experiencia. Conocía la Palabra escrita de Dios y ponerla en práctica cambió mi vida. Pero cuando se trataba de decisiones para las cuales no había una respuesta directa en la Palabra, no estaba seguro de qué hacer. Por ejemplo, decisiones como a cuál ciudad trasladarse, y otras cosas por el estilo. Lo que me guardó fue el conocimiento de que estaba haciendo lo correcto. La Palabra escrita de Dios y el testimonio interno son dos cosas diferentes, nunca se contradicen, pero ambos son parte vital de nuestro andar con Dios. 

 1 Juan 5.10. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
 
   Por ejemplo, Dios esperaba que Israel obedeciera su Palabra escrita. Pero también les dijo: "Obedeced mi voz" (Jeremías 7:23 ), porque quería que conocieran su voluntad en situaciones específicas. Eso sucedió cuando Israel conquistó Jericó: el pueblo obedeció la voz de Dios. De otra manera, ¿de dónde más hubieran sacado ese extraño plan de batalla? No estaba en la ley de Moisés y a nadie jamás se le hubiera ocurrido que marchar siete días alrededor de la ciudad sería una gran estrategia militar. 

   Pero, ¿cómo nos habla Dios? ¿Nos grita desde el cielo? Romanos 8 dice que el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu. Eso significa que las instrucciones de Dios vienen de adentro, no de afuera. A veces, cuando oiga la voz de Dios, usted quizá diga: "Señor ¿soy yo o eres Tú?" Eso se debe a que Dios por lo general no pone de forma directa pensamientos en su mente, sino que habla a su espíritu, y este convierte la voz de Dios en pensamientos. 


   Empiece hoy a prestar atención al testimonio, al conocimiento, al consejo y a la voz apacible que siente dentro de usted. Si parece que es su voz, no se sorprenda, es su voz: es su espíritu que está siendo aconsejado por el Espíritu de Dios. Cuando usted nació de nuevo, su espíritu se convirtió en un consejero seguro porque renació del Espíritu de Dios. Dios le impartió a usted su naturaleza y el Espíritu Santo vino a vivir en su espíritu para enseñarle y guiarle en la vida.

LA DECISIÓN ES TUYA.

 
15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. Josue 24.15 BRV 1960

   Eso es lo que cada uno de nosotros tiene que hacer. Hace años decidí que debo seguir a Jesucristo. Desde entonces he tenido que decidirme con él una y otra vez en las situaciones diarias de la vida. He decidido escogerlo a él como mi señor, mi salvador, mi sanador, mi asesor financiero y como cabeza de mi hogar y de mí ministerio. Y aún tengo que seguir escogiéndolo momento tras momento.


   Algunas a veces la decisión se hace difícil, pero Dios ha prometido que nunca será demasiado difícil. En 1Corintios 10.13, Él dice

13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

   Lo que el Señor dice es que no permitirá que usted sea sometido a una tentación que no puede resistir. En toda tentación. Él que abrirá una puerta, ósea, siempre pondrá ante usted la opción de huir de la tentación

   Ahora, no es que le diablo le tienta porque quizás Dios está ocupado en otras cosas y se ha olvidado de usted. El espíritu de Dios está siempre con usted  y le muestra la manera de resistir. En otras palabras, las armas que Dios le da para vencer son poderosas para vencer, hasta la tentación más fuerte que pueda asaltarlo. El siempre pone ante usted la vida para que la escoja.


   Por lo tanto, decídase a andar en amor, a andar por la fe y a vivir por la palabra Jesús es el camino, escójalo A EL.

jueves, 2 de noviembre de 2017

DEJE ATRAS EL PASADO.


13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3 . 13-14 BRV1960

   Las personas  siempre están esperando que por arte de magia esas heridas ocultas dejen de lastimarlos, pensando que quizás (al dormirnos o con una porción adicional de dulce) ese fastidioso sentimiento de depresión finalmente desaparezca.

   ¿Pero sucede siempre de esta manera? ¡NO!

   Lo sé. A mí me ha ocurrido. Pero, gracias a Dios, ya eso no sucede.

    Durante los últimos años, que tenido que librar fuertes batallas espirituales. Me he dado cuenta que esas batallas pueden dejarnos heridos en el interior de nosotros, así como una pelea puede dejarnos heridos en el exterior.

   Antes de que naciera de nuevo, aprendí lo devastador que puede ser una verdadera pelea física. No obstante, a pesar de lo mal que me sintiera, unos pocos días de descanso me hacían bien.

   Sin embargo, la sanidad de un espíritu herido no viene así de fácil. En realidad, el paso del tiempo con frecuencia empeora esta condición.

   La razón es esta: en vez de dejar los dolorosos fracasos del pasado, con frecuencia hacemos énfasis en ellos hasta que llegan  a ser más verdaderos para nosotros que las promesas de Dios. Nos enfocamos en ellos hasta que lleguemos a estar  sumergidos en la depresión, inactivos por el temor de que si proseguimos, volveremos a fracasar.

   Pero hay una salida. Si la depresión lo lleva a un descenso espiritual,  lo único que tiene que hacer para escapar es quitar los ojos del pasado y ponerlos en el futuro que ha sido garantizado por Cristo Jesús mediante las abundantes y preciosas promesas de su palabra.


   Hay posibilidad de que al principio no vengan fácilmente a usted. Su mente ha tenido probablemente  años de práctica en concentrarse en el pasado. Como un caballo viejo que habitualmente se dirige al establo, sus pensamientos comenzarán probablemente  a galopar en esa dirección cada vez que usted le suelte la rienda.

   Por  lo tanto, no lo afloje. Tome las riendas fuertemente. Medite la Palabra de Dios: Reemplace los pensamientos del pasado con promesas de la escritura acerca del futuro y sea diligente al respecto.
   Entonces, en vez de ser un soldado herido, llegará a ser el guerrero conquistador que Dios creó