sábado, 28 de febrero de 2015

LA UNCIÓN


   El gran èxito que han obtenido algunos lìderes cristianos es debido a que han sabido depender de la Unciòn de Dios en sus vidas. Sin la Unciòn Divina, un lìder no producirà frutos para el Reino de Dios.  La iglesia de hoy necesita, desesperadamente, la unciòn del Espìritu Santo para salir del letargo religiosos en que ha entrado.

   En estos tiempos, todos los cristianos hablan de la unciòn del Espìritu Santo, pero  Algunos piensan que es un sentir fìsico y otros lo interpretan como algo màgico.

¿cuàntos realmente entienden lo que es la unciòn?

   Lamentablemente, la mayorìa de los lìderes de hoy son adiestrados en instituciones con mètodos del mundo, en seminarios acadèmicos con altos niveles de educación, tambièn son adiestrados. Según el punto de vista de los hombres, pero no se les enseñan còmo fluir en el poder sobrenatural de la unciòn de Dios. Estos seminarios forman al estudiante con el convencimiento de que han aprendido a “còmo hacer las cosas”- Se gradúan confiados porque han aprendido còmo preparar un sermòn, còmo predicar, còmo bautizar, còmo conducir un servicio y còmo hacer que la iglesia crezca.

    Obviamente, aprender y conocer el còmo hacerlo es importante, pero no suficiente. Esta
preparación tiene que estar acompañada de la vida del Espìritu, porque de nada sirve saber còmo hacer algo si la unciòn de Dios no nos respalda. Cuando a estos lìderes cristianos les llega el tiempo de poner en pràctica lo que han aprendido a hacer y no obtienen los resultados deseados, se frustran porque: “no con ejèrcito, ni con fuerza, sino con mi Espìritu, ha dicho Jehovà de los ejèrcitos” Zacarìas 4.6

   Antes de estudiar un poco acerca de lo que es la Unciòn, estudiaremos lo que no es la Unciòn. Hay personas que tienen una idea de lo que es pero realmente no es lo que ellos piensan.

¿QUÈ NO ES UNCIÒN?

    La unciòn no es una mera habilidad natural, un profesionalismo, un show externo, una oratoria espectacular, ni una formación en homilètica. Tampoco, es un reconocimiento de una
organización, buenas tècnicas de hablar o de oratoria; no es el resultado de una buena educación, ni una exteriorizaciòn de religiosidad, emocionalismo, una reuniòn religiosa muy callada, gritar mucho, hablar suave o seguir un còmo. Ninguna de estas cosas trae la Unciòn ni la representa. La unción proviene de Dios y fluye en un corazón quebrantado y humilde delante del Señor. Con esto en mente, ahora definiremos lo que realmente es Unciòn.

¿QUÈ ES UNCIÒN?

Palabras hebreas para describir UNCIÒN:

Balal: su raìz principal significa inundar, rebosar (especialmente con aceite)

Dashen: su raìz principal significa estar gordo, estar especialmente satisfecho, ungir.

Mimshach: viene de la raìz que significa untar con aceite.

Mashaj: su raìz principal significa consagrar, untar con aceite, ungir.

Cuwk: su raìz principal significa cubrir sobre con aceite, ungir.

Shemen: una forma de aceite, especialmente lìquida, que con frecuencia es perfume.
Figurativamente, esta palabra significa riquezas, prosperidad.

Palabras griegas para describir UNCIÒN:

Aleifo: ungir con perfume

Encrio: cubrir con aceite; primeramente, frotar adentro y luego, embarrar.

Epicrio: Cubrir, frotar sobre o por encima con aceite.

Murizo: apicar ungüento, perfume o algo. Ungir el cuerpo para la sepultura.

Crio: untar con aceite para consagrar, para servir. Unciòn sagrada, òleo de alegrìa, para
consagrar a una oficina ministerial o al sevicio religioso.

Palabras en español para describir UNCIÒN:

Unciòn: untar con aceite.

Ungido: una persona consagrada para Dios.

Para llegar a una definición general de unciòn, combinamos los tres idiomas

Unciòn: es el acto mediante el cual Dios consagra, unge y capacita a un individuo con sus
cualidades y virtudes, con el propòsito de que le sirva para su obra.“Pero tù aumentaràs mis fuerzas como las del bùfalo; serè ungido con aceite fresco” Salmos 92.10
“Entonces el Espìritu de Jehovà vendrà sobre tì con poder, y profetizaràs con ellos y seràs mudado en otro hombre” 1 Samuel 10.6  La definición bìblica de Unciòn es cuando el Espìritu Santo nos imparte y nos cubre, nos arropa con sus caracterìsticas, con sus cualidades y con sus virtudes; nos frota y nos unge con su personalidad y su carácter, directamente a nuestro espìritu.

   La palabra PODER en el idioma griego es DUNAMIS y significa: la habilidad de obtener
resultados. Si le podemos dar una definición simple a la palabra Unciòn, dirìamos que: es la
habilidad para obtener grandes resultados. Por ejemplo, un cantante puede cantar bien, pero con la Unciòn cantarà maravillosamente y con grandiosos resultados. Si usted es un ministro, ama de casa o maestro y la Unciòn està sobre usted, tendrà grandes resultados en lo que hace.

   Definiciones y ejemplos adicionales que ayudan a entender mejor lo que significa UNCION
Unciòn del Espìritu Santo es una evidencia de cuando Dios va màs allà de las habilidades
naturales y nos da habilidades sobrenaturales para predicar, enseñar, cantar, o cualquier otra cosa que hagamos para Su Reino.

Ejemplos:
.Cuando se predica un mensaje espontáneamente.

.Cuando el mensaje predicado trae resultados en la vida de los oyentes, aunque no sepa seguir las reglas gramaticales de la homilètica y de la hermenèutica.

.Cuando una canciòn tiene el toque de la presencia de Dios, aunque los mùsicos no sean
profesionales

.Cuando un cantante y/o mùsico canta o toca espontáneamente y edifica la congregación

.Cuando el lìder siente una necesidad en particular para ministrar las necesidades especìficas de la congregación “Y ni mi palabra ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de humana sabidurìa, sino con demostraciòn del Espìritu y de poder, para que vuestra fe no estè fundada en la sabidurìa de los hombres, sino en el poder de Dios” 1 Co 2.4,5

.Cuando las personas vienen al altar quebrantadas, llorando, arrepintièndose de sus pecados, sin la ayuda humana y sin emocionalismo.

.Cuando la persona se levanta en el poder del Espìritu de Dios, ministra la Palabra por iluminación profètica y habla directamente a la necesidad de la gente.

¿Còmo nos afecta la ausencia de la Unciòn?

   Piènselo de esta manera: si tengo un micròfono, sè còmo usarlo cuando lo prendo, hablo a travès de èl y mi voz se amplifica. Si alguien corta la electricidad, a pesar de todo mi conocimiento para usar el micròfono y el equipo de sonido, mi voz no va a ser amplificada.
¿Por què? Porque, donde no hay electricidad fluyendo, no se pueden ver resultados, y todo el
esfuerzo es en vano. De esa misma manera, sin la unciòn, no se pueden ver resultados en nuestra vida espiritual.

La Unciòn en el Antiguo Testamento
 
   La Unciòn, en el Antiguo Testamento, solamente reposaba sobre cierto tipo de personas
especìficas, tales como reyes, sacerdotes y profetas. Dios consagraba y capacitaba todas estas oficinas ministeriales para su servicio y para el servicio del pueblo. Es de hacer notar que la unciòn venìa solamente por un tiempo especìfico y después se iba, no residìa permanentemente en estas personas.

La Unciòn en el Nuevo Testamento
 
Dios nos ha dado la Unciòn de dos maneras:

1. La unciòn interna
Pero vosotros tenèis la unciòn del Santo, y conocèis todas las cosas. 1 Juan 2.20 Respondiò Jesùs y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverà a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le darè, no tendrà sed jamàs; sino que el agua que yo le darè serà en èl una fuente de agua que salte para vida eterna. Juan 4.13,14

Jesùs le llamò al nuevo nacimiento y a la unciòn interna el agua que sale de una fuente. Asique, si dice que hay una sola fuente, significa que no es para darle a muchos; pero màs adelante Jesùs hablò de rìos, refirièndose a la Unciòn sobre nosotros.

¿Cuàl es el propòsito de la unciòn interna en nosotros?
 
a. Enseñar. Dios usa la Unciòn interna para enseñarnos todas las cosas.
Pero la unciòn que vosotros recibisteis de èl permanece en vosotros, y no tenèis necesidad de que nadie os enseñe; asì como la unciòn misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en èl. 1 Juan 2.27

b. Guiar. Es un testimonio interior en nuestro espìritu que nos guìa a toda verdad. En una oportunidad, estuve en una reuniòn donde habìa una mujer predicando. En mi corazón, yo sentìa que ella estaba enseñando algo equivocado. A pesar de ser un nuevo creyente, la Unciòn en mi interior me guiaba y me dejaba saber que eso que la mujer enseñaba no era de Dios. Màs tarde, los pastores de esa ciudad escribieron y publicaron una carta, la cual  afirmaba que esta persona enseñaba falsa doctrina. La unciòn interna confirmò a mi espìritu, dàndome un testimonio interno del error.

c. Desarrollar el carácter de Cristo. La Unciòn que està dentro de nosotros representa el carácter de Dios desarrollado. Esa Unciòn nos capacita para llevar fruto, amor, bondad, mansedumbre, templanza, entre otros. No podemos desarrollar el carácter de Cristo, si no es por medio de la Unciòn interna.

2. La Unciòn sobre nosotros.
   Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre nosotros el Espìritu Santo y me serèis
testigos en Jerusalèn, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo ùltimo de la tierra. Hechos 1.8 Es para llevar a cabo el llamado de Dios en nuestra vida, con la capacidad que nos da ella misma para hacerlo. La palabra de Dios nos enseña que hay una medida de Unciòn dada a todo cristiano. La Unciòn nos guìa y nos enseña todas las cosas, pero hay una unciòn especial dada a algunos cristianos, de acuerdo al llamamiento de Dios sobre sus vidas. Cuando Jesùs hablò de la Unciòn sobre èl, hablò de rìos de agua viva. Los rìos son para darle agua a muchos.

   En el ùltimo y gran dìa de la fiesta, Jesùs se puso en pie y alzò la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mi y beba. El que cree en mì, como dice la Escritura, de su interior correrán rìos de agua viva. Juan 7.37,38

La Unciòn especial o UNCION SOBRE hace dos cosas:
.Capacita
.Consagra

   La Unciòn especial es para llevar a cabo el llamado que Dios ha puesto en nuestra vida. El
ejemplo lo vemos con el apóstol Pablo: Y hacìa Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aùn se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos y los espiritus malos salìan. Hechos 19.11,12

   Para que podamos entender un poco de lo que es la Unciòn, vamos a resumirlo de la siguiente manera: la Unciòn es la que nos da la habilidad para obtener resultados maravillosos en nuestro ministerio, llamado, negocio, con nuestra familia, entre otros. Si queremos llevar a cabo el llamado de Dios en nosotros, sin unciòn, fracasamos y no habràn resultados positivos.

    La Unciòn fue dada internamente para poder vivir la vida cristiana de forma victoriosa aquì en la tierra, para desarrollar el carácter de Jesùs y para que podamos dar un buen testimonio.

   La Unciòn SOBRE nos fue dada para llevar a cabo el llamado de Dios en nuestra vida, y esa
Unciòn la recibimos cuando somos llenos del Espìritu Santo. Esto se evidencia con el hablar en otras lenguas. La unciòn interna la recibimos cuando nacemos de nuevo. De cualquier manera, pidamos a Dios que nos imparta este aceite precioso que necesitamos y que, desesperadamente, debemos desear en nuestra vida.

Bibliografia.
Guillermo maldonado. La unción Santa

miércoles, 25 de febrero de 2015

¿SON BUENO LOS TATUAJES?

  
 EL TATUAJE.

   Cuando hacemos un recorrido por la web buscando información sobre el tatuaje conseguimos que es "...una modificación del color de la piel en el que se crea un dibujo, una figura o un texto y se plasma con agujas estériles que inyectan tinta o algún otro pigmento bajo la epidermis de una persona.

  ¿ Es esto bueno?, ¿esta permitido?. Cuando tratamos de dar una explicación a ello a través de principios biblico, non encontramos con: 
 
   Levítico 19:28 dice: “Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna.

   Yo Jehová”. En Apocalipsis 13:16-17 leemos: “Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre”. Si alguien se tatuó antes de conocer a Cristo, y se arrepintió, Dios ya lo perdonó. No deje que el enemigo lo acuse ni permita que pongan en duda su salvación.

   Sin embargo, si hoy siente deseos de tatuarse, ¡no lo haga! Pecar a sabiendas acarrea juicio (Heb. 10:26-27).



   



NO TE TATUES, RECUERDA...LOS PRINCIPIOS BIBLICOS QUE TE MENCIONO ARRIBA... BUSCA TU SALVACIÓN... QUERIDO HERMANO (A). CRISTO TE AMA

martes, 24 de febrero de 2015

FUNCIONES DE JESÚS EN LOS CIELOS



Porque hay un solo Dios, y un sólo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. −1 Timoteo 2:5.

  Muchos se preguntan, ¿qué hace Jesús en los cielos? Hoy vamos a conocer sus funciones, teniendo en cuenta que, después que Jesús resucitó de los muertos, la Palabra de Dios enseña que ascendió a los cielos y se sentó a la diestra del Padre.

¿Cuáles son los oficios que Jesús desempeña en los cielos?

1. Jesús es nuestro sumo sacerdote.

Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados... −Hebreos 5:1

   En el Antiguo Testamento, el sumo sacerdote, era el que presentaba una vez al año, los sacrificios y ofrendas en el altar a favor del pueblo.

¿Cuál es el trabajo de Jesús como sumo sacerdote?

Él le comunica al Padre lo que usted habla.

 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús... −Hebreos 3:1

En el cielo tenemos sumo sacerdote. Démosle algo con lo que Él pueda trabajar, por ejemplo:

●Ofrendas y diezmos: Jesús es quien recibe nuestras ofrendas. 

Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive.−Hebreos 7:8

●Sacrificios de adoración: Él toma nuestra alabanza y adoración y la presenta al Padre.

Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. −Hebreos 13:15

¿Cómo es este sumo sacerdote?

Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos… −Hebreos 7:26

2. Jesús es nuestro mediador.

Porque hay un sólo Dios, y un sólo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre… −1 Timoteo 2:5

¿Qué hace un mediador? Es uno que hace la paz entre dos partes; uno que entiende a ambas partes. Jesús une a Dios y al hombre y los reconcilia por medio de su sangre.

¿Por qué Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres?

   Porque en la cruz Él se dio en rescate por todos. Además, Jesús es 100% Dios y fue 100% hombre. Él sabe cómo se siente el hombre, porque Él fue hombre, y sabe cómo se siente Dios, porque Él es Dios. Usted y yo no necesitamos un hombre para confesar nuestros pecados. Sólo Jesús tiene el poder de perdonarnos.

3. Jesús es nuestro intercesor.

¿Qué es interceder? Es intervenir en favor de alguien que está condenado. Jesucristo sirve como nuestro mediador y nuestro intercesor.

 Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. −Hebreos 7:25

4. Jesucristo es nuestro abogado.

   Abogado, es uno que defiende, que está a nuestro favor aunque todo nos acuse. Jesús es nuestro abogado ante las acusaciones del diablo.

5. Jesús es nuestro fiador.

Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. −Hebreos 7:22

Fiador, es el que ofrece garantía de solvencia en caso que el deudor no pueda pagar. Jesús es nuestro fiador. Con su sangre pagó el precio que ninguno de nosotros podía pagar.

Ilustración: Una vez fuimos pecadores y el veredicto era: “¡culpables!”. Pero, nuestro abogado Jesús se levantó y dijo, “Yo soy el fiador y respondo por él”, y nos libró de la condenación eterna que por nuestros pecados merecíamos.



ORACIÓN DEL PECADOR
“Padre celestial: Yo reconozco que
soy un pecador, y que mi pecado
me separa de ti. Hoy creo que
Jesús murió por mí en la cruz y que
Dios Padre lo resucitó de entre los
muertos. Me arrepiento de todos
mis pecados, y voluntariamente,
confieso a Jesús como mi Señor
y Salvador. Renuncio a todo
pacto con el mundo, con la carne
y con el diablo, y hago un pacto
contigo Jesús. Amado Señor, te
pido que entres a mi corazón y
cambies mi vida. Si hoy muriera, al
abrir mis ojos, sé que estaré en tus
brazos. ¡Amén!”.


lunes, 23 de febrero de 2015

JEHOVÁ ES MI PASTOR

Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; unto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal
alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días. —Salmos 23:1-6

   En este versículo como en muchos otros, Dios nos llama “ovejas”. En realidad, son muchas las veces que la Biblia nos compara a las ovejas.

Reconoced que Jehová es Dios... pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. −Salmos 100:3
   Ciertamente este animal abunda en territorio hebreo; pero, ¿por qué la Biblia nos compara con la oveja y no con otros animales?

■ Lo único que la oveja come y bebe es lo que su pastor le da.

■ Su dependencia del pastor la hace ser obediente y atenta a la voz y a la dirección de él.

■ Es un animal muy frágil.

■ Si la oveja se sale del redil no puede regresar por sí sola.

■ Es incapaz de defenderse, ya que no tiene colmillos, cuernos, garras ni uñas.

■ Lo único bueno de ser oveja es la clase de pastor que tenemos.
¿Qué nos quiere decir el Señor al compararnos con las ovejas?

■ Que como ovejas, somos frágiles aunque nos creamos muy fuertes y capaces.

■ Que dependemos totalmente de Él, aunque nos engañemos pensando que podemos vivir independientes de Dios.

¿Qué nos dice el Señor al definirse como nuestro “Buen Pastor”?
 
1. “...nada me faltará...”: Dios nos llenará tanto, que no desearemos nada más; estaremos tan satisfechos y completos en Su presencia, que todo lo demás será secundario.

2. Descansaremos en “delicados pastos...”: Tendremos un lugar placentero donde alimentarnos y descansar: Su iglesia.

3. “...Confortará mi alma...”: Nuestro buen pastor, se encargará de consolarnos, animarnos y levantar nuestro ánimo. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación...—2 Corintios 1:3
 
4. “...Me guiará por sendas de justicia...”: La única manera que la oveja es guiada es escuchando la voz de su pastor. Jesús nos dice que Él conoce a cada oveja por su nombre, y que sus ovejas reconocen su voz.

5. “...Su vara y su callado nos infundirán aliento...”. La vara es para disciplinar y el cayado para proteger. Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. —Hebreos 12:6
 
   El Señor nos disciplina por medio de la Palabra, del Espíritu Santo y de la Iglesia, para que llevemos una vida victoriosa, en santidad y para que maduremos.

6. “...Aderezas mesa delante de mis angustiadores...”: Una de las tareas del pastor es preparar un terreno para que las ovejas coman. Cuando tomamos la Santa Cena, nuestro buen pastor prepara la mesa para que comamos las bendiciones y promesas que Él tiene
para nosotros, pese a las amenazas del enemigo.

7. “...Unges mi cabeza con aceite...”: Las moscas y gusanos suelen atacar las ovejas; ponen sus huevos en la cabeza y en medio de la lana. Esto las desespera enormemente. Los pastores les colocan aceite para evitar que eso ocurra. Asimismo, la unción de Dios evita que el enemigo ponga huevos de áspid y lance dardos a nuestra mente diciéndonos: “no sirves”, “no puedes”, “no vas a ser libre”. Nuestro Buen Pastor nos ofrece el aceite de Su unción para impedir que el enemigo nos ataque.

8. “...El bien y la misericordia me seguirán...”: El bien y la misericordia de Dios nos perseguirán, y la gente preguntará: ¿por qué te va tan bien? ¿cómo no moriste en el accidente? ¡Todo es por la misericordia de Dios!
Bibliografia.
Guillermo Maldonado. 52 Lecciones de vida II. Clases para Casa de Paz. Enero 2012. Ministerio Internacional El Rey Jesús

domingo, 22 de febrero de 2015

¿DEBEMOS CONGREGARNOS...?

¿PORQUÉ DEBEMOS CONGREGARNOS?

 No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. −Hebreos 10:25.
 
   Para comprender el motivo por el cual debemos congregarnos, hay que entender primero ¿qué es la iglesia? La iglesia no es el edificio físico sino las personas que se congregan para adorar a Dios.

 “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. (Mateo18:20). Congregar, es el verbo griego “sunago”, que significa reunirse, estar juntos en armonía. Algunos van a la iglesia por tradición, otros por costumbre y otros sólo por cumplir. Por eso, esta enseñanza, nos guiará a congregarnos teniendo un fundamento bíblico.

¿Por qué debemos congregarnos? 
■ Porque es un mandato del Señor.
...No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. −Hebreos 10:25 .

■ Porque es bueno adorar a Dios juntos.
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! −Salmos 133:1.

■ Porque hay mayor unción corporal, cuando todos adoramos en un mismo espíritu.

■ Porque recibimos cobertura espiritual.

■ Porque juntos tomamos los beneficios de ser plantados, adiestrados, equipados y enseñados para servir y hacer el propósito de Dios.

¿Qué debemos buscar en una iglesia para congregarnos?
1. Que se predique la palabra de Dios. Que sea un lugar donde nos alimentemos con buena palabra, donde seamos enseñados y corregidos.

   Un lugar donde se enseñe todo el consejo de Dios. Un lugar donde aprendamos a vivir en santidad, a buscar cada vez más de Dios y de la autoridad de Jesús, un lugar donde aprendamos a ser verdaderos adoradores.

2. Que estén la presencia y la unción de Dios.
   Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción. −Isaías 10:27.
   Si la presencia y la unción de Dios, están presentes, todas las demás cosas son secundarias y pueden cambiar.

3. Que haya una visión. La iglesia en la cual nos congregamos debe tener una visión clara. Una parte importante de la visión debe ser alcanzar a toda persona, de cualquier estrato social; tocar tanto al profesional, como al drogadicto, a los jóvenes como a los ancianos.
Sin visión, el pueblo perece y se vuelve perezoso, acomodado y chismoso. Cuando hay visión en un ministerio, no hay tiempo para chismear.

   De lo único que se habla es de almas salvadas, de cómo habló Dios en el mensaje, de los cambios que Dios hace en nuestras vidas.

4. Que viva en constante oración y ayuno. La oración y el ayuno mantienen a Dios actuando en nuestras congregaciones; por eso, es importante practicarlos con frecuencia.

5. Que sea un lugar donde podamos dar y servir. Para que podamos dar y servir, debemos estar bien alimentados espiritualmente. Muchos servidores no lo están, por eso terminan secándose. La iglesia debe ser un lugar donde podamos desarrollar el llamado de Dios
.
6. Que crea en milagros, liberación y lo sobrenatural. Nuestro Dios es un Dios sobrenatural, y eso debemos verlo manifestado en la iglesia.

¿Qué no debemos esperar de la iglesia?
■ La iglesia no vive para mí; yo vivo para la iglesia.

■ La iglesia no es un programa de beneficencia del estado.

■ La iglesia no suple todas mis necesidades. ¡Sólo Jesús lo puede hacer!

■ La iglesia es una extensión de las manos de Jesús para salvar, sanar y restaurar al mundo.

¿Cuál es la responsabilidad del pastor delante de Dios?
■ Alimentar con buena palabra a la congregación.

■ Guiar al pueblo de acuerdo a la voluntad de Dios para la iglesia local.

■ Vigilar que nada cause daño al rebaño; guardarlo de falsas doctrinas, de los lobos rapaces, de los que andan.
Bibliografia.
Guillermo Maldonado. 52 Lecciones de vida II. Clases para Casa de Paz. Enero 2012. Ministerio Internacional El Rey Jesús

sábado, 21 de febrero de 2015

EL PROCESO DE LA TENTACIÓN

EL PROCESO DE LA TENTACIÓN.

   Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Amados hermanos míos, no erréis. −Santiago 1:13-16. 

  Santiago describe perfectamente el proceso de la tentación. Primero, el enemigo envía pensamientos a nuestra mente, que atraen y seducen; cuando entretenemos esos pensamientos, es como si tuviéramos intimidad con ellos. Lo próximo es quedar embarazados. Entonces, la decisión es nuestra: damos a luz el pecado o lo abortamos.

¿Qué medio usa el enemigo para tentarnos?
   El único acceso que el enemigo tiene a nuestra vida es a través de nuestra mente, pues no puede tocar nuestro espíritu. ¿Por qué la mente? Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él...−Proverbios 23:7.

   El cuerpo obedece a la mente. Si el enemigo sugiere algo a nuestra mente, el cuerpo obedecerá. Si entretenemos esos pensamientos caeremos vencidos por la tentación. “Porque como piensa en su corazón así es él”. Dicho de otra forma, el secreto para vivir con éxito está en nuestra mente.

   El cincuenta por ciento de la Biblia fue escrita para renovar nuestra mente; pues, como pensamos de nosotros mismos, así somos. El enemigo anda detrás de nuestra mente. ¿Quiere ejemplos? Recuerde cuando tiene que salir a evangelizar, ¿qué es lo primero que viene a su mente? “Trabajaste todo el día y estás muy cansado”, “te van a rechazar”, “recuerda cómo te fue la última vez que lo hiciste”.

¿Cómo es el proceso de la tentación?
   Somos tentados, cuando somos atraídos y seducidos por el mal. La concupiscencia concibe y da a luz el pecado, y al consumarse el pecado, da a luz la muerte. La única manera de parar el pecado es abortándolo.

   Nuestra mente no puede concebir pecado si no ha tenido contacto íntimo con pensamientos, sugerencias o tentaciones que guían a la maldad. Tener intimidad con alguien, en el idioma hebreo es la palabra yadá, y equivale a conocerlo carnalmente, pasar tiempo y disfrutar con alguien íntimamente. ¿Con qué está teniendo intimidad? Lo que piense, eso es lo que va a concebir; y lo que conciba, es lo que dará a luz.

¿Qué opciones tenemos? 
■ Seguir hasta el fin, hasta dar a luz el pecado que trae muerte y destrucción; o 
■ Abortar toda forma de pecado.

   Si empezamos a tener intimidad con amigos mundanos y concebimos pensamientos y costumbres mundanas, daremos a luz costumbres y prácticas mundanas, que ofenden a Dios. La tentación siempre estará afuera, esperando para que entremos en intimidad con ella.

¿Cómo abortar un pensamiento malo?
Evitando que se convierta en una fortaleza y teniendo argumentos para refutarlo.

Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas... −2 Corintios 10:4

Fortalezas: En la antigüedad, cuando se hacían las construcciones, primero ponían las paredes alrededor de la ciudad. Las fortalezas no aparecen de la noche a la mañana. Primero, se pone un bloque aquí y otro allá. Se va edificando la fortaleza a medida que se juega con pensamientos. Cuando venimos a ver, lo que tenemos es una gran fortaleza de imaginaciones, conceptos, ideologías, patrones o tradiciones. Cuando esto ocurre, no es tiempo de ir al sicólogo ni al siquiatra, sino de usar armas espirituales.

Argumento: Para tener argumentos y rebatir los ataques del enemigo, la palabra de Dios debe estar siempre en nuestra mente. 
Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. −2 Corintios 10:5

Por ejemplo, si usted declara que está sano en el nombre de Jesús, pero el médico le dice que no, lo que tiene que hacer es dar un paso de fe, derribar los argumentos del médico y declarar la palabra de Dios, que es donde radica el poder de sanidad.
Bibliografia.
Guillermo Maldonado. 52 Lecciones de vida II. Clases para Casa de Paz. Enero 2012. Ministerio Internacional El Rey Jesús

lunes, 16 de febrero de 2015

LAS 4 LEYES ESPIRITUALES.

   Hay muchos creyentes, que después de que se les ministró sanidad interior, todavía siguen sintiendo que sus problemas no se han resuelto. Y una de las razones suele ser, que han violado las cuatroleyes espirituales, y de alguna manera, todos somos producto de ellas, según las respetemos o no.

«Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo». Efesios 6.1
«No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará». Gálatas 6.7

«No juzguéis, para que no seáis juzgados, porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que medís se os medirá». Mateo 7.1, 2

«Por eso eres inexcusable, hombre, tú que juzgas, quienquiera que seas, porque al juzgar a otro, te condenas a ti mismo, pues tú que juzgas haces lo mismo». Romanos 2.1

Las cuatro grandes leyes bíblicas:

1. Honrar a padre y madre.

2. No juzgar para no ser juzgado.

3. Todo lo que el hombre siembra, eso segará.

4. Cuando juzgamos a otros, venimos a ser y hacer lo mismo.

Cada una de estas leyes espirituales es un principio de la palabra de Dios, y cuando son violadas, se recoge el fruto de ello.
Una ley siempre funciona y cualquiera que la aplique para bien o para mal, cosechará tarde o temprano el fruto de sus decisiones. Cada una de estas leyes amerita una explicación detallada, la cual veremos a continuación.
1. Honrar a padre y madre.
¿Qué significa honrar? Honrar significa: obedecer, valorar, estimar, respetar, amar, perdonar, y además, ayudar financieramente. Hay muchos padres que no se han conducido correctamente, pero eso no excluye a los hijos de la responsabilidad, como hijos de Dios, de amarlos y honrarlos.
«Honra a tu padre y a tu madre, como jehová, tu Dios, te ha mandado, para que sean prolongados tus días y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová, tu Dios, te da». Deuteronomio 5.16
Hay hijos que maldicen y maltratan a sus padres, tanto en forma verbal, como física. Algunos se atreven a levantar el puño en contra de ellos. De seguro, cada uno de estos hijos cosechará la deshonra que le da a sus padres. Cada persona tiene que entender que no puede vivir deshonrando sin sufrir las consecuencias que esto conlleva.
¿Cómo podemos honrar a nuestros padres?
• Emocionalmente. Mostrando amor hacia ellos en momentos difíciles y compartiendo tiempo con ellos. Algunas veces, los padres están pasando por un tiempo de prueba y soledad; es un deber de los hijos apoyarlos emocionalmente en esos momentos difíciles.
• Verbalmente. Muchas veces, los padres están equivocados en su manera de pensar, pero eso no le da derecho a los hijos de faltarles al respeto verbalmente. Ellos son una autoridad sobre los hijos, y éstos deben obedecerles respetarlos.
«Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo». Efesios 6.1
• Financieramente. Cuando los padres llegan a un momento en que no pueden valerse por sí solos, los hijos deben asumir una responsabilidad financiera con ellos y cubrir sus necesidades; esto le agrada al Señor.
«Honra a tu padre y a tu madre» — que es el primer mandamiento con promesa - ». Efesios 6.2
¿Cuáles serán los dos beneficios de cumplir esta primera ley?
Le irá bien y tendrá larga vida sobre la tierra. Sino le va bien en la vida, pregúntese si verdaderamente ha honrado a sus padres. Según lo que su conciencia le diga, pida perdón, respételos y comience a honrarlos y a darles su valor.No juzgar para no ser juzgado.
   La palabra juzgar significa hacer juicio; es sentenciar y condenar. También, es ponerse en posición de juez para decidir la culpabilidad o inocencia de otra persona.
«No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados». Lucas 6.37
«No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido». Mateo 7.1, 2
Habrá un juicio santo y correcto que los creyentes tendrán. La Biblia nos dice en Apocalipsis:
«Vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar». Apocalipsis 20.4
   Cuando juzgamos, corremos dos riesgos que pueden acarrear malos resultados para nuestras vidas y nuestro testimonio. Estos riesgos son:
Juzgar incorrectamente. Muchas personas se adelantan a juzgar la apariencia de otros sin conocer realmente lo que está en su corazón. El juicio que ilustra la palabra en la cita bíblica de Mateo 7.1-2, es un juicio que va acompañado de envidia y celos. La persona que tiene falta de perdón en su vida, tiene que arrepentirse y pedir perdón no sólo por la ofensa, sino por el juicio que ha hecho de la persona.
   Algunas de las personas o grupos que a veces juzgamos son: organizaciones, naciones, razas, líderes, políticos, jefes, cónyuges, pastores y otros.

Crear raíces de amargura y juicio. Éstas son otras de las consecuencias que puede traer a nuestras vidas, el juzgar. Hay personas que siempre están a la expectativa, pendientes de que algo malo les suceda. Por ejemplo, personas que están esperando ser rechazadas, traicionadas, heridas o criticadas. Estas personas, juzgan las cosas que aún no han sucedido y a las personas que ellas creen que las van a herir; alimentando, de esta manera, la raíz de amargura que las carcome por dentro y trayendo juicio sobre sí mismas. Cuando finalmente esto pasa, dicen: "Yo sabía que esto iba a suceder". Les sucedió lo que esperaban, y esto se les convierte en juicio.

¿Cómo las personas evaden su responsabilidad cuando juzgan?
• Justificando su juicio. Piensan que lo que están haciendo es lo correcto, pero esto no es razón suficiente para juzgar.

   Un buen ejemplo es, el de un pastor que había sido libre del hábito de fumar y, tres años después, se encuentra juzgando a otra persona por hacer lo mismo. Si bien, fumar no es correcto, eso no le autorizaba a él a condenar a su hermano, y mucho menos, cuando él mismo había cometido la misma falta años atrás; al contrario, debería sentir mayor compasión y deseos de ayudarlo a encontrar la libertad de esa atadura.

• Con comentarios o "críticas constructivas".
   Comentarios como: "esa persona no debería estar arriba cantando porque es mundana". Sigue siendo juicio, aunque su justificación, sea el interés que usted tiene por la santidad en el servicio al Señor.

• Usando una excusa antes de un comentario.
   Frases, tales como: "Yo nunca he hablado nada de nadie, pero..." "Yo nunca he juzgado a nadie y no es que esté juzgando, pero...". Muchas veces, simplemente quieren aliviar la conciencia antes de emitir el juicio.

Cuando juzgamos a otros venimos a ser o a hacer lo mismo que juzgamos.
   Para entender esto mejor, vamos a ver la historia de Jaime que es una buena ilustración:
Jaime, era un hombre casado que tenía una buena relación con su esposa; y era de apariencia seria y responsable; pero por las noches, frecuentaba bares donde consumía alcohol y conocía mujeres con las cuales cometía adulterio. Jaime realmente, no quería hacer esto, y se sentía mal porque amaba a su esposa, y ella confiaba en él. Él se repetía a sí mismo: "No me entiendo, no quiero hacer esto, pero no puedo parar". Lo que Jaime no recordaba, era que en el pasado, él mismo había juzgado diariamente a su padre por el mismo comportamiento. Su padre había sido alcohólico y mujeriego; este juicio había atraído sobre él el mismo espíritu que había dominado a su padre.

   Jaime, al juzgar a su padre, lo estaba deshonrando, pero, con el correr del tiempo, le siguió los pasos. Vemos cómo con la misma medida que midió, fue medido; lo que él tanto había criticado en su padre, le sucedió a él mismo. Gracias a Dios, se oró por Jaime, él se arrepintió y fue libre. Amén.

«Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo». Romanos 2.1

¿Cómo dejar de juzgar?
• Arrepintiéndose del pecado de juicio. Sea específico.
• Confesando su pecado.
• Rompiendo el juicio que hizo contra otra persona.
• Bendiciendo a las personas que juzgó.

   Cuando se juzga a una persona, se crea una pared invisible.

   Pregúntese si hay cosas en su vida que no están funcionando bien. Tal vez sea porque en esa área ha juzgado a alguien y está cosechando el fruto de su juicio.

Todo lo que el hombre sembrare, eso segará.
   Lo que esta ley significa, en realidad es el equivalente al dicho del mundo que dice: "No hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti", y yo le agrego: "haz a otros lo que quisieras para ti o para los tuyos".

«Asi que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas». Mateo 7.12

   Sembrar es hacer o dar a otro algo, ya sea un bien, una buena dádiva o también un mal. Segar o cosechar es recoger o recibir. De la misma manera, en el mundo espiritual, se crea un ciclo donde siembras un bien y siegas, recoges bien, o por el contrario, siembras mal y recibes mal. Como todas las otras leyes, ésta tampoco falla. Lo que hoy vivimos, es el resultado directo de lo que hemos sembrado en otros en el curso de nuestra vida.

   Es importante revisar qué hemos hecho, qué hemos dado, con cuánto amor hemos tratado a los que nos rodean, conocidos o no. Si en su corazón siente que en esa área de su vida puede o debe cambiar, ¡hágalo! Su futuro y el de sus seres queridos cambiará porque también ellos cosecharán el bien que haga a otros.

¿Qué sembraremos? Amor, dinero, tiempo. Lo que sembremos, ya sea para el espíritu o para la carne, eso recogeremos.

«No os engañéis: Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; que a su tiempo segaremos, si no hubiéramos desmayado. Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien a todos, y mayormente a nuestros hermanos en la fe». Gálatas 6.7-10

  Muchas veces, cosechamos en el mismo momento en que sembramos, y en otras ocasiones, se toma tiempo, a veces meses y aun años; pero, eventualmente,la cosecha vendrá. A no ser, claro está, que no haya arrepentimiento en su vida.
Bibliografia.
Guillermo Maldonado. Sanidad Interior y Liberación. Sexta edición 2006.

sábado, 14 de febrero de 2015

EL SENTIDO DE CULPABILIDAD


  
    La culpabilidad es uno de los grandes problemas de la sociedad de hoy, y es el producto de la abundancia de pecado en el mundo. La culpabilidad también es un problema en la iglesia de Cristo, ya que muchos creyentes todavía se sienten culpables por algunos pecados pasados. No se han perdonado a sí mismos y tampoco han creído la obra de Jesús en la cruz del Calvario.

¿Qué es la culpabilidad?
 
   La palabra culpabilidad proviene del griego "hupodikos", y significa uno que está bajo juicio y Sufriendo consecuencias o castigos por sus malas acciones. Es un sentir de estar en mala relación con Dios. Cuando se viola la conciencia, se produce culpabilidad, y la culpabilidad produce ansiedad. Todo esto está asociado con el temor a ser castigado por las malas acciones. Cuando negamos los sentimientos de culpabilidad por medio de la racionalización y tratamos de esconderlos, la culpabilidad es transferida del consciente al subconsciente y como consecuencia surgen ataques de pánico.

 La diferencia entre condenación y convicción.
 
   La condenación tiene lugar cuando el enemigo trae culpabilidad. Esto es cuando habla a nuestra mente produciendo un estado de condenación por algo que se ha hecho en el pasado y que puede venir incluso, después de haberle pedido perdón al Señor por esta falta.

   Convicción es, un sentimiento de culpabilidad que viene a la conciencia y es traído por el Espíritu Santo. Generalmente, por un pecado que se ha cometido en el presente. El Espíritu Santo le convence si ha hecho algo que ha ofendido a Dios, pero una vez que se arrepiente, Dios no vuelve a traer esa convicción. La condenación viene desde afuera de la mente y es producida por el enemigo. La convicción viene desde adentro y es producida por el Espíritu Santo.

«Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio». Juan 16.8


La culpabilidad es el producto de dos situaciones:
 
• El no perdonarnos a nosotros mismos.


• El no apropiarnos de la obra redentora de Jesús.

   Hay personas que han vivido tanto en culpabilidad, que cuando se les habla de ser libres, ven la libertad como una amenaza, porque el sentido de culpabilidad se ha hecho parte de su vida, y piensan que no merecen el perdón.

 ¿Cuáles son las características de una persona con un sentido de culpabilidad?

1. Se castiga a sí misma. Cuando este tipo de persona comete una falta, primero espera sufrir lo suficiente para después pedir perdón. Hay personas que dicen: "tengo que sufrir esto porque me lo merezco". Cuando se obra así, se está insultando y negando el sacrificio de Jesús en la cruz del Calvario. No tenemos que sufrir más para ser perdonados o aceptados.

2. Se siente indigna. La persona que sufre de culpabilidad se siente inferior a la calidad o mérito de alguien, desarrolla un sentido de indignidad. Al sentirse culpable, el enemigo envía estos pensamientos tales como: "¿Por qué Dios debe responder a mis oraciones?" "¿Seré yo merecedor del perdón de Dios, con todas las cosas que he hecho?" "¿Puede Dios usarme?" Aunque somos indignos, Cristo nos hizo dignos por su gracia. Tenemos que acercarnos al trono de Dios confiadamente y saber que por la gracia de Dios tenemos un derecho legal de estar allí.

«Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios». Colosenses 1.10
«Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que Él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne». Hebreos 10.19-21


 3. Desarrolla comportamientos compulsivos. La persona que se siente culpable intenta superar su culpabilidad por medio de comportamientos compulsivos. Algunos
comportamientos compulsivos pueden ser:
• Las drogas
• El alcohol
• Las aventuras sexuales
• El materialismo
• El exceso de trabajo
• El ejercicio
• La comida
• Las compras
   Siempre está tratando de hacer esfuerzos humanos para alcanzar el perdón de sí mismo. Trata de llenar con lo que sea el vacío que hay en su alma. Este tipo de persona trata de distraerse en algo que no le recuerde su culpa. Abandonarse a comportamientos compulsivos es como decir: "Dios, yo quiero darte gracias por la muerte de Cristo, pero no fue suficiente". 
4. Desarrolla una falsa humildad. Muchos piensan que mientras más pobres son, más Dios les ama. Llegan a pensar que no son merecedores de nada y se privan de cosas. Generalmente, dicen frases tales como: "yo no me merezco eso, porque soy muy malo". A este tipo de persona, se le hace difícil recibir cosas de otros.
 ¿Por qué no nos podemos perdonar a nosotros mismos?

      La culpabilidad es el resultado de no perdonarnos a nosotros mismos. Algunas razones por las cuales se nos hace difícil perdonarnos son: Por creer en el perdón basado en las obras. El perdón de Dios no está basado en lo que hagamos, sino en la obra redentora de Jesucristo en la cruz del Calvario. Recibimos ese perdón por su gracia.

    Por un espíritu de incredulidad. No estamos ejercitando fe en Dios si no nos perdonamos a nosotros mismos. La incredulidad es un gran obstáculo para recibir ese perdón. Muchas personas quieren sentir algo especial al recibir el perdón, pero éste debe recibirse por fe.
Por amoldarse y rendirse al sentido de culpa.


   Emocionalmente, se puede vivir por mucho tiempo bajo culpabilidad y autocondenación, creyendo que el ser libre no puede ser una realidad. Muchos hacen lo que saben que está bien, pero no pueden evitar sentirse culpables por todo y en ese momento, se le abre las puertas al espíritu de condenación.


   Por esperar repetir el pecado. Sabemos que Dios puede perdonarnos, pero la razón por la que muchos i no se perdonan a sí mismos es porque creen que van a volver a repetir el mismo pecado. Cristo no murió solamente por los pecados de ayer y de hoy, sino también, por los pecados del mañana.


 ¿Cuáles son las consecuencias de la culpabilidad?
 
1. La culpabilidad drena su energía y le lleva a enfermarse física y mentalmente.


2. La culpabilidad bloquea su relación con Dios.


     A una persona que se siente culpable, se le hace difícil tener una relación intensa con Dios y con los demás. ¿Habrá algún pecado que hayamos cometido que Dios no pueda perdonar? La blasfemia contra el Espíritu Santo es el único pecado que Dios no perdona. Todos los demás, la sangre de Cristo los perdona y los limpia.


   Veamos algunos ejemplos bíblicos de personas que pecaron y Dios las perdonó: Pedro, cuando negó a Jesús, y Pablo, que en un principio fue perseguidor de la iglesia.
«Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado». Hebreos 4.15, 16


«Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de El; Pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios y Él sabe todas las cosas. Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios. 1 Juan 3.18-21


 ¿Cómo ser libre de la culpabilidad?
 
• Arrepintiéndose del pecado de incredulidad.


• Renunciando a todo espíritu de culpabilidad y a la razón de esa culpa.


• Confesando su libertad y decidiendo recibirla por fe.


¿Qué hacer si el enemigo viene a acusarle y a recordarle su pasado?

 
• Confiese la Escritura.
«El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con El todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros». Romanos 8.32-37

 
• Camine en el Espíritu.
«Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu». Romanos 8.1
«Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu». Gálatas 5.25


    La conclusión a todo esto es que, si ha nacido de nuevo, tiene que apropiarse de la obra redentora de Jesucristo. Primero, recibiendo el perdón de Dios en su vida, y segundo, perdonándose a usted mismo. Recuerde que todo esto hay que aceptarlo por fe.

¿Cómo podemos permanecer libres de heridas emocionales?

 
    Hay muchos creyentes a quienes el Señor ha hecho libres de heridas, traumas, raíces de amargura, falta de perdón, rechazo, culpabilidad; y sí, permanecen libres por un tiempo, pero cuando los ofenden de nuevo, vuelven a lo mismo. Necesitamos aprender a mantener nuestra libertad en Dios. Jesús dijo que eran necesarias las ofensas o los tropiezos (Mateo 18.1-7). Siempre seremos ofendidos, heridos y lastimados, pero debemos aprender a vivir libres de ello.


   Después de que somos libres, debemos llenar los vacíos que quedan en nuestro corazón.
Los vacíos debemos llenarlos con:


• El fruto del Espíritu


• La palabra de Dios


   Si la persona no llena esos vacíos, fácilmente cae otra vez en lo mismo. Recuerde que el vivir en el Espíritu implica sacrificio, entrega y disciplina. Necesitamos la autodisciplina. Si Dios lo ha liberado y sanado interiormente, llénese de la palabra de Dios, medite en ella y vívala, desarrollando así el fruto del Espíritu en su corazón.


   Tengamos en cuenta que la sanidad no sustituye la crucifixión de la carne. El Señor nos habló de negar nuestro ego todos los días. Seremos ofendidos y heridos, pero aún así el perdón tiene que ser un estilo de vida para nosotros, si queremos permanecer libres.
Seis pasos para mantenerse libre de heridas:


1. Perdonar debe ser un estilo de vida. Todo cristiano tiene que desarrollar una actitud de perdón permanente y genuina en su corazón.


«Entonces se le acercó Pedro y le dijo: -Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: -No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete». Mateo 18.21, 22

 
2. Renunciar a la ofensa inmediatamente después de ser ofendidos.


«Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo...» Efesios 4.26
«Por tanto, si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y presenta tu ofrenda». Mateo 5.23, 24


«Aunque el ánimo del príncipe se exalte contra ti, no pierdas la calma, porque la mansedumbre hace cesar grandes ofensas». Eclesiastés 10.4
 
¿Por qué tenemos que hacerlo inmediatamente?

 
• Porque, de lo contrario, el enemigo ganará terreno sobre nosotros, pues le estamos dando derecho legal, y ese derecho legal puede traer, como consecuencia, enfermedades, pobreza, ataduras y mucho más.


• Porque la herida puede hacerse mayor. Una ofensa nos lleva a un resentimiento, a una falta de perdón, a una raíz de amargura y finalmente, al odio. Ofensa • Resentimiento • Falta de perdón • Raíces de amargura • Odio


3. Arrepentirse. Al igual que el perdón, el arrepentimiento tiene que ser un estilo de vida.


¿Qué es arrepentimiento?

 
   El arrepentimiento es sentir un profundo dolor por haber ofendido a Dios primero y también a otras personas. Es estar deseoso de morir y dejar atrás lo que hemos sido; es permitirle a Dios que nos cambie para ser lo que Él quiere que seamos a partir de este momento. No es derramar muchas lágrimas ni tener remordimiento por haber ofendido a Dios. Tampoco es tratar de cambiar para evitar las consecuencias. Es un dolor genuino por haber causado una ofensa a Dios o a otro ser humano.


   La palabra del Señor habla que el temor a Jehová es aborrecer el mal (Proverbios 8.13). Cuando usted empieza a amar y a temer a Dios, simultáneamente, usted comienza a odiar el mal.


   En las iglesias de hoy, hay muchos creyentes que no sienten el suficiente odio por el mal. Cuando se teme a Dios, no se puede soportar el mal ni la hipocresía. La palabra de Dios no habla de estar en desacuerdo o de tener remordimientos por lo que se ha hecho, sino de aborrecer con todo el corazón el pecado. A muchas personas les gusta el vicio y el pecado, y lo siguen practicando; y esto es debido a que no han llegado a aborrecerlo suficientemente como para permitirle a Dios que las haga libres.


4. Confesar las faltas. En el griego, la palabra confesar es "exomologeo", que significa exteriorizar. Es decir, exteriorizar los dolores del alma a través de nuestra confesión. No caiga en la trampa del enemigo de guardar todas las ofensas y las heridas, porque se van acumulando hasta causar una explosión empeorando toda situación. ¿Cuándo es que una persona se deshace de su pecado o de su falta? ...cuando lo confiesa.


 «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad». 1 Juan 1.9

     La humildad es el reconocimiento de nuestra condición ante Dios. Humildad es la ausencia completa de orgullo, la sumisión voluntaria. Necesitamos humildad para perdonar a aquellos que nos han herido. También, necesitamos humildad para ir a pedir perdón a aquellos que hemos ofendido. Una de las características de nosotros los cristianos es que muy rara vez pedimos perdón. No espere que la otra persona tome la iniciativa para pedir perdón.

    Conozca su verdadera identidad. Hay preguntas que tenemos que hacernos a nosotros mismos. "¿Quién soy?" "¿Qué veo cuando me miro al espejo?" Como el hombre piensa de sí mismo en su corazón, así es. Meditemos en estos versos bíblicos: "somos hechura suya"; "Dios me formó con un propósito".

   Si queremos saber quiénes somos, mirémonos en el espejo de la Palabra. Hay muchas personas afuera diciendo quién es usted, pero en realidad, ellos no lo saben. No permita que la opinión de otros influya en sus decisiones ni en su autoestima.

«Al llegar Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Mateo 16.13
 «...pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas».Efesios 2.10
«Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar ni una de ellas». Salmos 139.16
«Si alguno es oidor de la palabra, pero no hacedor de ella, ése es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era». Santiago 1.23, 24

¿Cómo encontrar su identidad?
 
• Mirándose en el espejo de la Palabra.


• Preguntándole al Espíritu Santo.


   Esto le dará la seguridad acerca de quién es usted y hacia dónde va; y le traerá la certeza de que es una persona amada y querida. Usted no es un aborto de la sociedad. Somos pueblo santo con propósito, a quien Dios dio aliento de vida para que se lleve a cabo el propósito de Él en nosotros y en este mundo.


    Asegúrese de creer y afianzarse en las promesas divinas de liberación y de sanidad en todas las áreas de su vida.  Recuerde que esto es pan para los hijos que viven bajo la bendición del pacto de Dios. ¡Amén!

Bibliografia.
Guillermo Maldonado. Sanidad Interior y Liberación. Sexta edición 2006.