domingo, 1 de febrero de 2015

SANIDAD INTERIOR

   
   Algunos creyentes no se han apropiado de la obra completa redentora de Jesucristo en la cruz del Calvario. Esto incluye: salvación, liberación, sanidad interior y sanidad física.
«El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos...». Lucas 4.18
 Lamentablemente, cuando se habla de sanidad interior, se cree que tiene que ver con sicología y eso no es cierto.
¿Qué es sanidad interior?
   Es el proceso mediante el cual una persona es liberada y sanada de heridas y de traumas del pasado producidas por otras personas o hechos. Estas heridas : un las que le impiden disfrutar la vida abundante en Cristo. Esto implica una transformación y una renovación de nuestra alma, voluntad, emociones y mente por medio de la Palabra de Dios y del Espíritu Santo.
¿Qué no es sanidad interior?
   La Sanidad Interior no es recordar y abrir todo nuestro pasado o nuestros pecados. No tiene que ver con la sicología del mundo. Es confesar y ser sanado de heridas pasadas.
Jesús pagó por completo
   La obra de Jesús en la cruz del Calvario ofrece mucho más que el perdón de pecados; también, ofrece el pago por completo del ser integral: espíritu, alma y cuerpo. Si hay creyentes que todavía no andan en completa libertad, es porque no se han apropiado de la obra completa de nuestro Señor. Veamos qué nos dice 2 Corintios 5.17.
«De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas». Las personas creen que una vez que reciben a Cristo, ya se terminaron todos los problemas y que todo es hecho nuevo. La pregunta es: ¿en qué parte de su ser total fue hecho todo nuevo? Fue en el espíritu; el alma y el cuerpo siguen siendo los mismos.
   Después que recibió a Jesús, ¿ha tenido los mismos malos pensamientos que antes? ¿Se ha airado? ¿Ha pecado contra Dios? Claro que sí. Pero el Espíritu Santo comienza a sanarle de heridas del pasado, por medio de la palabra de Dios. En este proceso, es importante diferenciar entre los pecados que han causado las heridas del pasado y los pecados después de conocer a Cristo para una sanidad interior efectiva
   La palabra de Dios nos habla que Jesús pagó para liberar nuestro ser total: espíritu, alma y cuerpo. Recuerde que Él le liberó del pecado original. Cristo, siendo el segundo Adán, lo hizo realidad. La sangre de Jesucristo es efectiva y poderosa para limpiar los pecados cometidos a diario.
   La sanidad interior es para sanar los traumas del pasado, y el presente se tiene que vivir sin pecado porque sin santidad nadie verá al Señor. Pablo se dio cuenta que dentro de él estaba el mal, pero eso no tiene nada que ver con la sanidad interior.
"Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos». Lucas 4.18
   La palabra quebrantar significa: romper, separar con violencia las partes de un todo; en el caso de un corazón, es uno que un corazón que está hecho pedazos por causa de las heridas. Jesús vino al mundo para tomar cada pedazo de su corazón y todo aquello de su vida que está roto para ponerlo junto y sanar toda herida, rechazo, amargura, falta de perdón, culpabilidad y lo que sea que esté afectando su vida de forma negativa.
¿Por qué los creyentes necesitan sanidad interior?
    Hay muchos creyentes que han nacido de nuevo, irán al cielo, son hijos de Dios y el Espíritu Santo vive en ellos. Sin embargo, siguen atados al pasado y a las heridas recibidas; continúan atados a vicios y son víctimas de la depresión, dejándose dominar por sentimientos de rechazo, complejos de inferioridad, ataduras sexuales, temores, inseguridades, y además, arrastran maldiciones generacionales; por esa razón, necesitan recibir la sanidad interior y la liberación.
La importancia de enfrentar la verdad
«Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: -Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres». Juan 8.31, 32
   Cuando intenta esconderse detrás de la puerta del dolor (las emociones heridas), va a tener que regresar a través de la misma puerta para adquirir su libertad. ¿Se está escondiendo porque la verdad es muy dolorosa? Cada área a liberar va a requerir enfrentar o ver una verdad, la cual siempre trae dolor con ella; pero recuerde que ésa es su salida a la libertad integral de su ser.
¿Cuál es el propósito de la sanidad interior?
   La sanidad interior está relacionada con la persona y su pasado. En la vida emocional, no hay tiempo ni espacio. Lo que afectó a la persona en el pasado, haya sido en su niñez o en su vida adulta, tiene vigencia en el presente. Hay un dicho en el mundo que dice que el tiempo borra las heridas, pero eso es una mentira porque Jesús es el único que vino a sanar los corazones quebrantados. Jesucristo pagó, por completo, por aquellos que vienen con heridas del pasado. Él les sana y les da una libertad completa.
«¿Quién ha creído a nuestro anuncio y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de él, como raíz de tierra seca. No hay hermosura en él, ni esplendor; lo veremos, mas sin atractivo alguno para que lo apreciemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en sufrimiento; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, ¡pero nosotros lo tuvimos por azotado, como herido y afligido por Dios! Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados». Isaías 53.1-5
   Las distintas etapas de nuestras vidas, en las cuales podemos recibir heridas, son las siguientes:
   En la edad prenatal, en la niñez, en la adolescencia, en la edad adulta y en la etapa matrimonial.
   La palabra de Dios nos enseña en el libro de Génesis 3.15 lo siguiente: «Y pondré enemistad entre tu simiente y la simiente suya, ésta te herirá en la cabeza y tú Ir herirás en el calcañar».
   El deseo del enemigo es herir a las personas de todas las formas y en todas las etapas de su vida. Él lo Intentó con el Señor Jesucristo y lo intenta con cada uno de nosotros día tras día, sin descansar.
   Todos hemos sido heridos en alguna etapa de nuestra vida y hemos entendido que, al venir a Jesús, todas las heridas no se sanarán por sí solas. Esto implica que hay que pasar por un proceso llamado sanidad interior y liberación, por medio del cual Dios nos restaura de las cosas del pasado.
   No podemos esperar que el tiempo borre las heridas, porque eso no sucederá. Solamente la sanidad interior, por medio de la Palabra y la unción del Espíritu Santo, nos hará libres. ¡Amén!

Bibliografia.
Guillermo Maldonado. Sanidad Interior y Liberación. Sexta edición 2006.

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