viernes, 26 de mayo de 2017

LA OFENSA ES NECESARIA. Parte II


2-.  La gente se ofende cuando no se le da la posición que quiere.
   A veces, el objetivo principal de una persona es alcanzar una posición. Tanto en una iglesia como en una empresa, escuela, etcétera, la gente es motivada a hacer algo porque anhela estar en eminencia o tener poder. Es capaz de pasar por encima de lo que sea o de quien sea que se le cruce en el camino.

3-. La gente se ofende cuando no recibe reconocimiento por sus obras.
   Si usted se ofende porque la gente no reconoce un trabajo o esfuerzo que ha realizado, es porque lo hizo para el hombre, no para Jesús. Esto es un buen medidor de las intenciones de nuestro corazón. Si trabajamos para Dios, no importa cuánto nos ofendan, seguiremos dando lo mejor. Pero si lo hacemos para el hombre, en seguida nos decepcionaremos y nuestro servicio decaerá.





4-. La gente se ofende cuando se la corrige o disciplina.
   Ésta es una de las causas más comunes de ofensa. La gente dice: “Pastor, cuando vea algo malo en mí corríjame.” Mas cuando se la corrige se ofende. Para recibir corrección se necesita un corazón de hijo. Sólo el hijo sabe que el papá lo disciplina porque lo ama; en cambio, el bastardo piensa que le quieren sacar algo, que lo quieren humillar o poner a otra persona en su lugar. El hijo no se pone a discutir con su padre, sino que recibe la corrección porque sabe que es por su bien. ¡Aprendamos a ser hijos!

5-. La gente se ofende cuando no se le toma en cuenta, no se le saluda o no se le da el trato que espera.
   La naturaleza humana necesita sentir que pertenece a algo con lo que se pueda identificar. Pero muchas personas buscan ese sentido de pertenencia en los hombres y en el trato que recibe. Si el pastor está ocupado y no lo saludó, se ofende porque necesita
sentirse importante. Si el pastor predicó un tema fuerte, se ofende porque cree que eso no es amor de Dios. Y finalmente sale ofendido, publicando que: “...en esa iglesia no hay amor.”

6-. La gente se ofende cuando no se procede conforme a su criterio o mentalidad.
   Éstos son los creyentes que tienen un espíritu de manipulación y control, y quieren que las cosas en la casa, en el negocio y en la iglesia se manejen a su manera. Su motivación es sentirse seguros, no beneficiar a los demás. Llega a un lugar y pretende que todo comience a funcionar de acuerdo a su criterio o como más le conviene. Y cuando esto no sucede, se ofenden y salen diciendo: “…es que el orden de Dios no está en ese lugar.”

7-. La gente se ofende porque no se la ama conforme a como cree que debe ser amada.
   Mucha gente mide el amor de otros conforme a su lenguaje de amor. Pero en un lugar donde hay tantas personas, con tantos lenguajes de amor diferentes, el pastor no puede demostrar el amor de Dios en el lenguaje de cada uno, sino que debe hacerlo de manera que todos puedan entenderlo y recibirlo. Por ejemplo, mi lenguaje de amor, como pastor y apóstol, es estudiar y buscar la presencia de Dios para recibir la revelación fresca de la Palabra, y edificar con ella al  pueblo. Mi pasión y mi esfuerzo están abocados a desarrollar el potencial de liderazgo y servicio en cada uno; llevarlos a un verdadero conocimiento de la paternidad de Dios, equiparlos con las armas y las herramientas espirituales necesarias para hacer la obra de Dios y destruir los planes y las obras de Satanás.

   ¡No caiga en esta trampa! Mire lo que su pastor o líder está haciendo para edificar al pueblo. Ésa es su expresión de amor. Hay gente que tiene un concepto errado del amor; cree que es puro abrazo, cariño, palabras de aliento, permisividad, infinita paciencia para tolerar todas las “sinvergüenzadas” de la gente. Pero amor es también, corrección.

8-. La gente se ofende cuando es tratada injustamente.
   La primera idea que viene a mi mente es: ¿Cómo sabe si es injusto ante los ojos de Dios? Muchas veces, no tenemos conocimiento de la Biblia, para saber cuándo estamos frente a un trato injusto y cuándo frente a una corrección que nos ayudará a crecer. Claro, hay personas que tienen razón, fueron tratadas injustamente; su ofensa es válida y real. Pero aunque sea así, si ése es su caso, no se estanque allí; perdone y madure.

   Saque lo bueno de la ofensa para formar su carácter.

9-. La gente se ofende cuando se le dice la verdad.
   Ésta puede ser una ofensa válida, pero, de todos modos, no es excusa para permanecer ofendido. Si la Palabra de Dios le ofende, o si alguna persona le dijo una verdad y le dolió, vaya a Dios en oración y pídale que trabaje en su corazón. No se pierda la oportunidad de crecer porque su orgullo se sintió herido. En el momento, las palabras fuertes duelen pero, luego, debemos ser capaces de perdonar.

   Entonces, como dijo Jesús, es necesario que venga la ofensa, para que se muestren los aprobados. Aprendamos a lidiar con la ofensa y los tratos injustos, crezcamos a pesar de ellos y gracias a ellos. Entresaquemos lo precioso de lo vil, y así, seremos como la boca de Dios que habla vida y verdad.
Guillermo Maldonado. Los Peligros de no Perdonar. Editorial Nuestra visión. Miami 2009. Pag.37 a la 41

viernes, 19 de mayo de 2017

LA OFENSA ES NECESARIA. Parte I


   Como todo en el reino de Dios, sus leyes contradicen las leyes de los hombres. Para ser primeros, debemos ser servidores de todos; para estar cerca del Padre, tenemos que amar a nuestros enemigos; para alcanzar la vida de Jesús, debemos morir a la vida de la carne. Así también es con las ofensas. Para madurar y para ser útiles en el Reino, es necesario que recibamos ofensas y que, en vez de vengarnos, amemos a nuestro ofensor, tengamos misericordia de él, lo perdonemos, lo levantemos en oración y le devolvamos bien por mal.

Principios bíblicos acerca del perdón.

1-.  Las ofensas siempre van a venir y son necesarias.
   No importa dónde usted se esconda, adónde vaya, las ofensas siempre lo van a alcanzar. Los problemas no se arreglan huyendo, sino aprendiendo a lidiar con ellos.

“1Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen!” Lucas 17.1

2-. Todos ofendemos con nuestras palabras.
   Ésta es una de las formas más comunes de ofender. La lengua es un órgano con el cual debemos tener cuidado pues tiene veneno y produce contaminación. Necesitamos aprender a refrenar nuestra lengua, con la ayuda del Espíritu Santo.

“2Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo”. Santiago 3.2
 
La persona que no ofende de palabra es madura.

¿Por qué la gente se ofende?

   En la iglesia y fuera de ella, todos somos ofendidos y ofendemos constantemente. Algunas ofensas son válidas, pues somos seres humanos y, si padecemos algo injusto, es normal dolerse. Pero esto no significa que debamos permanecer heridos para siempre. El hecho de que sea válido ofenderse no es excusa para no perdonar.

“53Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros”. Juan 6.53



  Jesús dijo que si no comemos “su carne y su sangre” no tendremos vida eterna. Muchos escogen de Cristo, la sanidad, la liberación, la paz y el gozo, pero ¿qué tal la persecución...? Por esto, hay líderes que no predican mensajes fuertes que confronten a su congregación; no están dispuestos a correr el riesgo de que se les vayan los creyentes, ni quieren ser perseguidos. Sólo quieren lo bueno de Cristo, lo que no les trae conflicto ni persecución. ¡Siga predicando el evangelio aguado y simple!, pero sepa que Cristo dice que si no se alimenta de Él por completo, incluyendo lo que le ofende, no tendrá vida. Hay ciertos mensajes que incomodan a la gente, que no gustan, pero que son parte del ser de Jesucristo, y debemos anunciarlos y practicarlos.

“60Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Duraes esta palabra; ¿quién la puede oír?” Juan 6.60

El evangelio de Cristo no se trata de decir lo que la gente quiere oír, sino de lo que necesita escuchar. Si quiere a Jesús tiene que comerse todo el paquete.

Los discípulos se ofendieron con Jesús.
 “61Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?” Juan 6.61

¿Qué les ofendió...? Los discípulos se ofendieron por va rios motivos, los cuales son aplicables a cualquiera de nosotros hoy en día. Veamos cuáles son esos motivos:

1-.  La gente se ofende cuando se le pide compromiso.
   En nuestro diario vivir, aceptamos la demanda del jefe, del marido, de los hijos, pero cuando Cristo nos pide algo, nos quejamos y murmuramos. Nos resulta fácil olvidar que Él pagó un precio mucho más alto que el que cualquier ser humano pueda dar por otro. Él pagó la deuda que tenía en peligro de perdición nuestra alma.

   ¡Cómo se enoja el pueblo cuando se le pide compromiso! Esto es por la tradición que arrastramos de que, ser parte de una iglesia, es ir una vez a la semana, sentarse en una silla y recibir, sin involucrarse, dejando que otros hagan todo el trabajo. Entonces, pasan los días, los meses y los años, y seguimos siendo los mismos. Nunca conocemos nuestro destino ni para qué estamos aquí; nunca sentimos la satisfacción de ser instrumentos de Dios ni de bendecir a quienes tienen necesidad. No lo hacemos porque eso demanda renunciar a nuestra vida egoísta.

   Usted sabe quiénes están con usted y quiénes no, cuando les pide compromiso.

“64Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. 66Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él”. Juan 6.64, 66

Por eso no podemos escandalizarnos cuando la gente se va ofendida de la iglesia. ¡Si se fueron de la iglesia de Jesús...! ¿Quién no hubiera querido ser parte de la congregación de Jesús? Sin embargo, muchos se fueron porque se sintieron ofendidos por sus palabras.
Guillermo Maldonado. Los Peligros de no Perdonar. Editorial Nuestra visión. Miami 2009. Pag.33 a la37

lunes, 8 de mayo de 2017

¿CÓMO COMIENZA LA FALTA DE PERDÓN? .Parte III


¿QUÉ HACE UNA PERSONA OFENDIDA?

   Una persona ofendida tiende a generalizar. Tuvo una mala experiencia con alguna persona y todas las de su tipo serán peligrosas para ella. Cuando una persona está herida y ofendida, tiende a juzgar rápidamente y hace votos secretos consigo misma. No se da cuenta pero así, se está enredando con los dichos de su boca.

Te has enlazado con las palabras de tu boca,Y has quedado preso en los dichos de tus labios.Proverbios 6.2

QUÍENES SON LOS QUE MÁS NOS OFENDEN?

   Las personas qué están más cerca de nosotros y las que más amamos son las que más dolor nos pueden causar. El amor verdadero siempre esta expuesto a ser herido.

   Nosotros herimos a Dios todos los días, pero Él nos sigue amando. Alejarse no siempre es la solución, a menos que la persona no se arrepienta y siga hiriéndonos de continuo. Para que una relación sea sana, ambas partes deben  madurar, ceder intereses y pagar un precio por permanecer. Pero en todo el proceso que significa lograr esto, las personas crecen y se enriquecen mutuamente.  Sino, veamos lo que sucedió con José, el hijo de Jacob, nieto de Isaac y bisnieto de Abraham.

LAS OFENSAS DE JOSÉ.
   Anteriormente, hicimos referencia a dos categorías de personas ofendidas: Las que fueron tratadas de forma injusta y las que creen haber sido tratadas injustamente. Esta historia cae en la primera categoría.

   José era el hijo undécimo de Jacob, favorito porque lo habia tenido en su vejez. Le había hecho una túnica de varios colores y lo trataba mejor con deferencia. Todo esto provocó la envidia de sus hermanos. Por otro lado, José tenia sueños recurrentes, en los que veía que sus hermanos se inclinaban  ante él. Y cuando se los contaba a ellos, más lo despreciaban. El odio llego a tal punto, que lo arrojaron a una cisterna y luego, lo vendieron como esclavo. José pasó quince años de rechazo, soledad y sufrimiento injusto, como esclavo, sirviente y hasta encarcelado por nuevas injusticias. En el idioma común, diriamos: "pago el castigo sin comerla ni beberla". Analicemos rápidamnete las situaciones más sobresalientes en la vida de este gran hombre de Dios:

-. Fue incomprendido por su padre cuando le contó sus sueños.

-. Fue rechazado, burlado y maltratado por sus hermanos.

-. Fue vendido como esclavo.

-. Cuando parecía que su vida, por fin, iba surgiendo, fue acusado por un delito qure no cometió y enviado a prisión.

-. Finalmente, Dios lo restauró y se convirtió en un hombre  de mucha influencia. Luego, hubo una gran hambruna en la tierra, y sus hermanos fueron a él en busca de alimento. En este punto, José ya había entendido el plan de Dios y había aprendido a lidiar con las ofensas.

Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega.Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación.Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.Génesis 45. 5-8

   Cualquier persona se hubiera amargado con todo lo que José sufrió injustamente, pero él decidió perdonar a sus hermanos y a todos aquellos que lo hirieron.

   ¿porqué José tuvo que pasar por tanta injusticia?. Aunque no lo crea, era el plan de Dios para llevarlo a ser el gobernador de Egipto. A veces, Dios pèrmite que experimentemos traiciones, rechazos y sufrimientos injustos, porque quiere llevarnos de la cisterna al palacio, como lo hizo con José. Si usted ha pasado situaciones muy difíciles en su vida, busque el plan de Dios en todo eso. Sepa que cuanto más dolor haya pasado, más arriba Dios lo quyiere llevar.

   Es más facíl perdonar las ofensas cuando se sabe que sirven al cumplimiento del propósito de Dios. José dijo: "ustedes pensaron que tirándome en la cisterna acabarían conmigo, y que vendiéndome habían destruido mi vida, mas Dios puso su mano y todo lo tornó en bendición". José perdonó a sus hermanos y Dios lo bendijo.

   Este es el momento para que usted decida perdonar a aquellos que le ofendieron. No importa lo que le hayan hecho, más le hicieron a Jesús y Él perdonó. Dios le ayudará si usted decide perdonar hoy mismo.

ENTRESACAR LO MALO DE LO BUENO.

  19 Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Jeremías 15.19.

   Los Judas siempre vendrán a nuestra vida, lo importante es que aprendamos a sacar algo bueno del dolor que nos causan. Algo bueno puede salir de todo ese abuso emocional, fisico y sexual; algo bueno hay para sacar de la traición de ese amigo o amiga. Entresaque algo precioso de esa herida y la Palabra le promete que será como la boca de Dios.
Guillermo Maldonado. Los Peligros de no Perdonar. Editorial Nuestra visión. Miami 2009. Pag.25 a la 30

sábado, 6 de mayo de 2017

¿CÓMO COMIENZA LA FALTA DE PERDÓN?. Parte II




¿CUALES SON LAS SEÑALES DE QUE HAY FALTA DE PERDÓN?

   La persona que alberga rencor en su corazón proyecta señales manifiesta de la atadura que la atormenta.Las siguientes son algunas de ellas:

a-. Pensamientos de venganza.
   Cuando una persona está herida, sale juicio e ira de su boca y maquina continuos pensamientos de venganza. A menudo, tiene pensamientos malos contra la persona que la hirió. También, vienen a su mente, imágenes de cómo sería su venganza y de los males que quisiera la persona sufriera. La palabra de Dios es muy clara conrespecto a esto.


30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. Hebreo 10.30

   Debemos aprender a dejar que Dios sea quien tome venganza y cobre por nosotros.

b-. Se alegra cuando algo malo le sucede a quien la ofendió.
   Tal vez, no lo decimos con nuestra boca, pero nos alegramos en nuestro corazón por el mal del otro. Ésta es una señal de que hay falta de perdón, rencor en nuestro interior.

c-. Siente dolor en el corazón.
   Cuando recuerda a la persona y lo que le hizo, sufrecomo si la ofensa fuera reciente. Vuelve a sentir el dolor y revive  la angustia, la impotencia, el enojo y la ira.

d-. Le cuenta a todo el  mundo lo que le hicieron.
   La persona que no ha perdonado la ofensa, sigue enganchada al anzuelo, y en cualquier conversación, saca a relucir el problema. Por lo general, arruina las reuniones familiares o deja a la gente de su vida. Nadie quiere estar cerca de una persona que sólo despide odio y amargura.

e-. Tiene síntomas fisiológicos.
   Por ejemplo, cuando se menciona el nombre de la persona que la hirió, le dan mareos; la ve y no puede respirar; ve pasar su automóvil le dan dolores en el pecho. Cualquiera de estos síntomas es señal de la falta de perdón.

f-. Piensa que su oponente no tiene ninguna cualidad.
   En ocasiones llegamos a pensar que las personas son cien por ciento malas, y que no merecen la confianza de nadie más. En la mayoría de los casos, las personas no tenían la intención de herirla; lo hicieron, ya sea por distracción o ignorancia. Esto no significa que sean malas o que vayan a herir a todo el mundo.

   Con frecuencia, el celo, la envidia, la ira y el juicio son parte de la falta de perdón. Estas cosas se esconden sutilmente,y, a veces, son muy difíciles de detectar.

¿QUÉ DEBEMOS HACER CUANDO SOMOS OFENDIDOS?

26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.Efesios 4.26

   Sino lidiamos con la ofensa en el momento de la ira, continuará creciendo hasta convertirse en odio, haciendose más dificil para perdonar a la persona.

El triste Ejemplo de Absalón.
   Absalón, hijo del rey David, guardó una ofensa en su corazón, por largo tiempo. esto lo llevó a matar a su hermano Amnon y después a traicionar a su padre.

 22 Mas Absalón no habló con Amnón ni malo ni bueno; aunque Absalón aborrecía a Amnón, porque había forzado a Tamar su hermana.  28 Y Absalón había dado orden a sus criados, diciendo: Os ruego que miréis cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino; y al decir yo: Herid a Amnón, entonces matadle, y no temáis, pues yo os lo he mandado. Esforzaos, pues, y sed valientes.2Samuel 13. 22, 28

   Absalón se ofendió porque su padre no hizo nada cuando Amnón violó a su hermana. Esperó dos años y llevó a cabo su propia venganza.Una ofensa lo llevó a matar a su hermano y,luego, a traicionar a su padre.

Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba, y lo besaba.De esta manera hacía con todos los israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel.2Samuel 15. 5, 6

  A muchos líderes y creyentes en la iglesia, les ocurre lo mismo. Es decir, existe algunos hogares donde los padres e hijos se juzgan y se critican el uno al otro por las ofensas mutuas y los conflictos irresueltos. Llegan a actitudes más graves que la misma ofensa.Por eso, es común escuchar en los noticieros, que un hijo mató a su padre, que un hombre mató a su esposa, etcétera.
Guillermo Maldonado. Los Peligros de no Perdonar. Editorial Nuestra visión. Miami 2009. Pag.21 a la 25

martes, 2 de mayo de 2017

¿CÓMO COMIENZA LA FALTA DE PERDÓN?. Parte I


    Toda falta de perdón comienza con una ofensa. La ofensa es una semilla que se planta en el corazón y echa raíces de amargura y crece como un árbol de rencores y reproches.

Veamos a lo que me refiero: como una ofensa nos afecta si no tratamos adecuadamente con ella:

   Ofensa  → Resentimiento →  Falta de perdón → Raíz de amargura → Odio → Muerte 

    espiritual → Enfermedad física → Muerte física.

¿CÓMO LLEGA UNA OFENSA AL CORAZÓN DE UNA PERSONA? 

 Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. Santiago 3.2

    La ofensa llega al corazón de una persona a través de la falta de identidad, la inseguridad, el rechazo, el desconocer su valor o ignorar los planes que Dios tiene para su vida. Una persona que conoce su identidad en Dios rara vez se ofende y mucho menos, guarda una ofensa por largo tiempo.

   Observemos algunos ejemplos, por los que una persona se ofende:

   No la tomaron en cuenta, alguien hablo mal de ella, un mal entendido la dejó como responsable de algo, alguna actitud ajena la afectó, no la trataron como cree que merece ser tratada, algún sermón del pastor la ofendió, porque lo tomó como personal, alguien la traicionó, dejaron de hacer algo por ella, no cumplieron una promesa que le habián echo, alguien no la saludo, le quitaron algo, alguien la estafó o abuso de su confianza, alguien abusó
verbal, física y emocionalmente de ella, alguien abusó sexualmente de ella.

¿QUÉ SIGNIFICA LA PALABRA OFENSA?

   Ofensa es la palabra griega skandalón que significa trampa, trospiezo, carnada. En la antiguedad, se usaba para describir la camada que se colocaba en un vástago curvado con una vara flexible para cazar animales. La palabra llega a denotar un lazo o piedra de tropiezo. Por ejemplo, el pescador pone un pescado en su caña como señuelo para atraer a otro pez; el punto es que lo coloca enganchado en una punta o aguja que se llama anzuelo, para que cuando el pez muerda el señuelo, el anzuelo se clave en su boca y no puede zafarse hasta que el pecado lo saque del agua. Otro ejemplo es el caso del raton y el queso. Para atrapar a un raton,sólo se pone un poquito de veneno en un pequeño trozo de queso: cuando el ratón lo ingiere, el veneno que lleva en el queso es suficiente para matarlo

   Hay muchas personas que caen en las trampas del  enemigo. Él les pone una carnada, la muerden, se envenenan y luego, van muriendo de poco  a poco. Alguién las ofendió, no perdonaron y , por eso, su alma está atrapada en cárcel de amargura. ¡Necesitan ser libres!

 26 y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.2Timoteo 2.26

¿COMO APLICAMOS EL TÉRMINO OFENSA O SKANDALÓN A NUESTRAS VIDAS?

   El enemigo usa a otras personas para que nos ofendan. Él siempre busca una buena carnada, algo que realmente nos atraiga al anzuelo. Entonces, cada vez que alguien lo ofende, usted está antes una trampa. Una carnada que causará un tropiezo en su vida. El propósito de está trampa es destruir su vida espiritual, envenenar su alma, llenarlo de amargura, para finalmente, llevarlo a un sentimiento de odio que lo consuma. Hay dos tipos de persona ofendidas.

1-. Las que han sido tratadas injustamente.

2-. Las que creen que han sido tratadas injustamente,

   Si usted se ofende facílmente, tenga por seguro que el enemigo, malisiosamente, pondrá a alguien en el camino asegurándose de que le ofenda en sus aréas debiles. ¿Le ha pasado alguna vez que se ha alejado de una persona para que no le hiera en un aréa en que usted es sensible, y cuando va a otro lugar, encuentra a otro que le ofende en el mismo lugar?. Sucede en la iglesia, sucede en las relaciones, sucede en el trabajo, sucede todo el tiempo.

   Por mucho que trate de huir, siempre el enemigo traerá a alguen a su vida para ofenderle. La solución es madurar en esa aréa y aprender a perdonar. El enemigo buscara la forma de que usted caiga en la trampa y muerda  la carnada, una y otra vez.

 10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Mateo 24.10

  Debemos tener en cuenta tres puntos muy importantes acerca de las ofensas.

a-.Las ofensas siempre van a venir a nuestras vidas .

 17  Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas !!ay de aquel por quien vienen! 

   No importa a donde vayas, con quien vayas, no importa si tratas de esconderte o levantar muros en su vida, las ofensas siempre le alcanzará. La única manera para que usted no sea ofendido es que se vaya el cielo con el señor. Las ofensas son partes de la vida. En algún momento, alguien nos va a ofender y nos sentiremos heridos, pero la pregunta es ¿Vamos a permanecer ofendidos y heridos? No es necesarió; siempre hay solución. Hay personas que creen que huir es la mejor solución, pero no es así. Debemos aprender a lidiar con las ofensas, y a practicar el perdón como un estilo de vida.

b-. Las ofensas o los trospiezos son  necesarios para el crecimiento y la madures espiritual.

 !!Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero !!ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!Mateo 18.7

   Dios usa las ofensas para llevarnos a crecer espiritualmente. Lo que el enemigo quiere usar para destruirnos. Dios lo toma en un instrumento de maduración de nuestro carácter.

   Judas fue un mal necesario en el ministerio de Jesús.

   Cristo supo, mucho antes, que Judas lo traicionaría; sin embargo no le hecho ni le recriminó, sino que lo amó. Si Judas no hubierá  traicionado a Jesús con un beso y unas pocas monedas, la profecia no se hubiera cumplido.

Los Judas son necesarios.

   Hay personas que han llegado a nuestras vidas y nos han traicionado, nos han vendido. Ésas has sido nuestros Judas; pero, aunque parezca mentira, ésas son las personas que nos hacen crecer. Los Judas existen en la vida de cada hijo de Dios; y no solamente existen, sino que son necesarios para llevar a cabo los tratos de Dios en su vida y alcanzar la madurez. Estos "amigos Judas" son los que causan más dolor, los que más nos hieren y traicionan.

   No creo que Dios nos mande a los Judas, pero si creo que los usa para que crezcamos espiritualmente. Judas no fue un error, fue escogido y elejido por Jesús como uno de sus discípulos y su papel  fue crucial en el cumplimiento de su misión. Sé que algunos ven a Judas como el que no sirvió para nada, el ladrón del dinero y traidrs infame, pero cambiemos la perspectiva y veámoslo como el instrumento para ejecutar la obra. En nuestro caso, los Judas son para que maduremos y desarrollemos el carácter y las virtudes de Cristo, aunque nos causen dolor y quebranto.

c-. Las ofensas son una manifestación de los que son aprobados. 

 19 Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.1Corintios 11.19

   Aquel que no es hijo no es capaz de perdonar y huye; pero el que es hijo, cuando es corregido, pasa el examen de las ofensas y permanece. Así, llega  a ser un ciervo aprobado. 
Guillermo Maldonado. Los Peligros de no Perdonar. Editorial Nuestra visión. Miami 2009. Pag. 15 a la 21