sábado, 14 de febrero de 2015

EL RECHAZO II

       Síntomas de temor al rechazo.

  Las personas que sienten temor a ser rechazadas, se conducen siempre con el mismo patrón. Se esfuerzan mucho por alcanzar éxito y son dadas a la competencia. Desean llegar a tener éxito en algún área de su vida para demostrarle a los demás su valor y ganar aceptación. Pueden llegar a competir de forma desleal, pues se creen que así van a conseguir respeto y admiración.

   Son independientes y se aislan. El temor al rechazo produce en la persona una tendencia a aislarse de los demás, especialmente, durante la adolescencia y después de un fracaso matrimonial.

   Padecen del síndrome de egocentrismo. "Todo para mí". Muchas veces, las personas desarrollan actitudes egocéntricas, tales como: autoindulgencia, autojustificación y autojus-ticia.

   Abusan de la actitud de "mis derechos". Cuando se es rechazado, el ego de la persona demanda ser tratado de forma justa y correcta, de acuerdo a sus prescripciones y normas, pero no de acuerdo a las normas de la justicia.

   Tienen sentimientos de crítica, juicio, envidia, celo y codicia. Estas cinco características van siempre juntas, y son parte de la personalidad de un individuo con raíz de rechazo. Por ejemplo, cuando ven a alguien prosperar o ser usado por Dios, o cuando se sienten amenazados de que alguien les quite supuesto, surgen fuertemente estos defectos de su carácter.

   Son personas propensas a sentir orgullo, egoísmo, altanería y arrogancia. Tal persona intenta convencer a los demás de que tiene algo de lo cual, verdaderamente, se siente orgulloso. Ellos fuerzan el medidor de la inferioridad y de la baja estima a que aumente a un nivel exagerado, olvidándose de la advertencia que Dios establece por medio de su Palabra.
«No te jactes del día de mañana; porque no sabe qué dará de sí el día. Alábete el extraño, y no tu propia boca; el ajeno y no los labios tuyos». Proverbios 27.2

Son posesivas y manipuladoras. Desde la edad de la niñez hasta la edad adulta, en el matrimonio y fuera de éste, el mensaje de las víctimas de rechazo es: "eso es mío, déjalo quieto". Las personas que se sienten rechazadas se consuelan y se confortan a sí mismas con "posesiones". Ellas son celosas y manipuladoras de lo que creen que es su derecho.

A menudo, demuestran inmadurez emocional. El rechazo en las edades de la niñez y de la adolescencia retardará la madurez emocional de la persona. Podrá tener 50 años y todavía ser inmadura si permanece con raíz de rechazo en su interior.
• Perfeccionismo. Algunas veces, el perfeccionismo es un problema hereditario y otras veces comienza cuando la persona es rechazada. La persona perfeccionista se dice así misma: "yo haré mi mayor esfuerzo para hacer lo que se espera de mí, para agradar a la gente, y eso hará que yo les caiga bien y me acepten".
• Patrones interrumpidos para dormir. A menudo, el sueño se interrumpe abruptamente, y puede incluso padecer de insomnio.

Algunos escapes falsos para cubrir el rechazo:

* Alcohol. Algunas personas comienzan a beber alcohol en momentos de estrés, ya que no tienen otra manera de escapar ante las presiones de la vida.

* La gratificación sexual. Tanto los hombres como las mujeres, pueden comenzar a estimularse sexualmente y unas de las maneras son: la masturbación, la pornografía y muchos otros actos de lujuria. El uso de la gratificación sexual de cualquier tipo nunca cancela la raíz de rechazo.

* La comida. Algunos hombres y mujeres se vuelven comedores compulsivos, y esto lo hacen para contrarrestar los efectos que produce la raíz de rechazo en sus emociones. Cuando la persona come demasiado, el rechazo se vuelve peor porque engorda, generando así un nuevo mal: la baja autoestima, y además, da lugar a un espíritu de gula.
• Las drogas. La gente con raíz de rechazo busca drogas para calmar el dolor del rechazo y, como resultado, espíritus de adicción vienen a su vida.
• El síndrome de "la popularidad a cualquier precio". Tristemente, hemos orado por muchas
personas que estaban tan desesperadas por recibir aceptación y afecto, que han llegado a someter su cuerpo a todo tipo de inmoralidad sexual. Ellas distorsionaron tanto el sentido de su valor, que hicieron ciertas cosas llamadas "especialidades", aun sin quererlas hacer.
El rechazo genera tres tipo de rechazo, que son: raízde rechazo, rechazo a uno mismo y temor al rechazo,los cuales presentan diferentes síntomas.

¿Cómo ser libre del rechazo?

   Lo primero que tiene que entender una persona que ha sido rechazada, es que Jesucristo fue rechazado para que fuéramos aceptados en Él. Jesús experimentó el rechazo, la soledad, los dolores, la angustia y las traiciones; su mismo pueblo lo rechazó. Él soportó todo esto para que recibiéramos liberación del rechazo.

«¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de Él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en El, ni hermosura; le veremos mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido». Isaías 53.1-4

«A los suyos vino, y los suyos no le recibieron». Juan 1.11
Toda persona debe entender que hay un demonio para cada pecado y obra de la carne. El libro de Gálatas dice que el celo es una obra de la carne, sin embargo, el enemigo envía un espíritu de celo a las personas. La lujuria es una obra de la carne, pero también hay un espíritu de lujuria sexual.

¿Qué sucede con las personas que se sienten rechazadas?

   Por mucho tiempo, han practicado la rebelión, el perfeccionismo, la manipulación y el control. Se han aislado, han vivido en orgullo, en crítica y en juicio. Cuando una persona comete un acto deliberado, esto se convierte en un estilo de vida, hábito o parte de su conducta. Todo esto, sin duda alguna, da lugar a que se abra una puerta para que los espíritus demoníacos puedan influenciar y oprimir a las personas con tales condiciones.

   Los demonios trabajan siempre en grupos y el demonio de rechazo es uno que abre la puerta de la entrada de la vida de una persona y atrae con él otros diferentes espíritus que vienen a influenciar esa vida. Por ejemplo: espíritu de celo, envidia, lascivia, lujuria, rebelión, orgullo, temor, luto, abandono, tristeza e ira.

   Esto no significa que una persona tiene todas estas influencias, pues esto varía dependiendo del nivel de rechazo al que haya sido expuesto en su vida.

Renunciando al rechazo.

   Una persona que está oprimida o influenciada y desea con todo su corazón ser libre, debe:

• Estar segura de que no tiene falta de perdón contra alguien.

• Estar consciente de que no tiene falta de arrepentimiento en su vida.

• Dejar de vivir en pecado. 

Pasos para ser libres del rechazo:

1. Perdone y renuncie a toda falta de perdón contra todas las personas que le han rechazado en cualquier etapa de su vida.

2. Renuncie, verbalmente, a todo espíritu de rechazo: rechazo a sí mismo y temor al rechazo. Renuncie a toda maldición generacional hereditaria de rechazo que viene a través de la línea sanguínea de sus padres y antepasados, y ordene a todo espíritu detrás de esa maldición que se vaya en el nombre de Jesús.

3. Renuncie a todos los espíritus afines al espíritu de rechazo, los cuales son: el espíritu de temor, de celos, envidia, lujuria, masturbación, orgullo, luto, abandono, tristeza, entre otros.

4. Pídale al Señor que llene esos vacíos que quedaron en su vida con la Palabra y el Espíritu Santo.

5. Medite en la Escritura todos los versos que hablen acerca de que usted es aceptado en Cristo.

   Como mencioné al principio, el rechazo es el plan maestro del enemigo para destruir al pueblo de Dios,pero donde entra el conocimiento acerca de esto, el enemigo no puede reinar ni controlar.

6. Los niveles de rechazo varían entre una persona y otra, pero no importa que tan rechazado usted haya sido, Jesús vino para deshacer las obras del diablo. Reciba por fe lo que Jesús hizo por usted y sea libre del rechazo. ¡Amén!

Bibliografia.
Guillermo Maldonado. Sanidad Interior y Liberación. Sexta edición 2006.

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