lunes, 22 de marzo de 2021

EL PRINCIPIO DE LA RESPONSABILIDAD. Parte I

   La responsabilidad es la llave de la verdadera libertad. Ahora vamos a analizar esos principios del desierto para hacer que la libertad sea una realidad en su vida. Si ha dado vueltas en círculos en el desierto y está cansado de vivir en la opresión, la responsabilidad es la respuesta para los años de su vida en el futuro. El prerrequisito para la libertad es la responsabilidad.

¿Qué es la responsabilidad?

   Veamos la palabra. La dividiría en tres partes, para analizar cada una. Esta no es la versión oficial del diccionario, pero me ayuda a transmitir el mensaje de su significado.

   La primera parte es "re", lo cual significa "volver al origen". Luego, continuamos por "responder", lo cual significa "contestar" o "rendir cuenta por otro". Es decir que hay un soporte, alguien que supervisa, una fuente u origen. Y por último, tenemos el sufijo "bilidad", que nos da el sentido de capacidad, fuerza, potencial o poder.

   Entonces, la palabra entera nos presenta una definición interesante. Significa "someter, o devolver en sumisión el poder que se nos da". Es rendir cuentas por la capacidad del que nos apoya, maximizando este potencial a medida que se requiere.

   Por ejemplo, cuando su madre le dio a usted la responsabilidad de lavar los platos cuando era un niño, es que ella sabía que tendría la capacidad de responder a su requerimiento. Así que esperaba que respondiera usted a su tarea con la capacidad de administrarla. Si se iba usted a jugar con sus amigos, al regresar probablemente su padre lo reprendiera, porque tenía que disciplinarlo. Lo más importante aún, es que usted habría sido irresponsable a causa de su negligencia en responder a la capacidad que su madre sabía que usted tenía cuando le asignó la tarea de ayudar en la casa.

   Lo mismo se aplica con mayor impacto espiritual cuando rechazamos la tarea que Dios nos asigna en la vida, para que se cumpla la voluntad de Dios en la Tierra. Es una irresponsabilidad ser negligente con respecto a su voluntad. Nunca olvide que es Dios quien le da el poder de hacer cosas. Él es la fuerte de sus capacidades, y el utilizarlas efectiva y plenamente muestra que es usted responsable.

Responsabilidad.

   Cuando Dios nos da una semilla, no quiere que le devolvamos una semilla, sino un bosque. Quiere que plantemos y cuidemos la semilla con la capacidad que Él nos dio. Cuando Dios nos da algo, siempre contiene más de lo que se ve. Sus semillas tienen el potencial de llegar a ser más de lo que se ve en el comienzo. Le da a usted su semilla de potencial con el producto final dentro, y es este producto final-y no la semilla- lo que Él quiere que le devolvamos. Este es el énfasis en la parábola de los talentos.

"Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamo a sus Siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos: y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; .luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y  negocio con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que habla recibido dos, ganó también otros dos" (Mateo 25: 14-17).

   En esta poderosa parábola Jesús enseña que Dios es nuestra fuente. Es Dios quien nos apoya gratis, que nos da talentos, dones y capacidades. Es El quien nos da nuestros sueños y propósitos. Cuando nos los Imparte, no quiere que le devolvamos estos mismos sueños y talentos Quiere que desarrollemos sus regalos, que respondamos a la capacidad que nos ha dado.

   A los sirvientes que administraron sus sueños y capacidades, el amo les dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor" (v. 23).

   EI tercer siervo no apreció el regalo de su amo, ni sus capacidades así que enterró el talento para ocultarlo ante todos . Cuando su amo volvió, lo castigó severamente.

"Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabias que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparce. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos" (Mateo 25:26-28).

  Cuando una inversión se precia, significa que crece. Cuando apreciamos los regalos, dones y sueños que Dios nos da, hacemos que crezcan.. En esta parábola dos llegaron a ser cuatro y cinco se convirtieron en diez. Pero al que intentó devolver al amo la semilla, lo esperaba la muerte. Cuando Dios nos da una semilla, espera un árbol.

   Si los regalos que le fueron dados el año pasado no crecieron este año, SI no es usted un poco más sabio por haber cultivado sus dones, tendrá que rendir cuentas de su ingratitud a Dios por el regalo de sus talentos y por el excelente cerebro que El le dio. He llegado a entender los regalos y los sueños que Dios ha puesto en mí, más y más cada año. Así que, para contribuir a su desarrollo, leo al menos catorce libros por año. Estoy muy ocupado trabajando durante el día, pero antes de ir a dormir, siempre leo al menos algunos capítulos. Tengo cuatro portafolios y en cada uno llevo un libro. Siempre encuentro un momento para leer. Y mi objetivo es llegar al final de cada sección, así que organizo mi tiempo. Siempre debemos refinar nuestro talento.

Priorizar. organizar. disciplinar

   Quizá se pregunte usted cómo puedo leer tantos libros. Tuve que disciplinarme, aprender a sentarme, dejar de ver televisión, apagar la video, quedarme despierto hasta más tarde o levantarme más temprano para leer. Elegí ser responsable para obtener el conocimiento y hacer que entrara en mi cerebro. Esta es la esencia de la libertad. La libertad exige tres claves para el éxito: priori zar, organizar y disciplinar.

   Lo maravilloso de esto es que cuanto más aprendo, tanto más beneficio a los demás, porque voy mejorando como maestro. Cuando obtengo más conocimiento puedo bendecir a más personas. Entonces más personas quieren oírme y me invitan a hablar en más. lugares. MI don se expande y crece, y Dios abre más puertas. Es que El quiso que funcionara de esta manera. Yo tomé sus talentos y sigo trabajando con ellos.

   Dios nos dio a cada uno un cerebro con mil millones de células, y según los científicos solo usamos un 10%. Ahora, no sé qué pasará con usted, pero yo siento que esto es muy triste. He decidido que usaré el 15% de mi cerebro. Quiero vivir en un nivel por encima del promedio, así que hago crecer mis dones cada día. Jesús dijo: "Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado" (Mateo 25:29). Crezco en mi responsabilidad con cada nueva tarea. ¿Qué hay de usted? La libertad exige de nuestra capacidad. Esa es la naturaleza de la libertad.

   Así como los sirvientes de la parábola, tendremos que volver a nuestra fuente un día y decir: "Mira qué es lo que hice con lo que me diste" . El sirviente que recibió cinco talentos, no devolvió cinco. Porque eso habría sido irresponsable. Devolvió diez, y su amo se sintió muy complacido. "Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor" (v. 18). Volvió sin nada, cero. En lugar de ganar, solo obtuvo la ira de su amo.

"Siervo malo y negligente" (v. 26). Luego dijo: "Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes" (vv. 28-30).

   Hay cosas que Dios detesta. y como hemos visto, el irresponsable desperdicio de las capacidades que Dios nos dio, es una de ellas. Jesús no solo llamó holgazán y malo al sirviente, sino que también lo condenó a las tinieblas. No solo eso, sino que, además, Dios le quitó a este sirviente el único talento y se lo dio al que tenía diez, y no al que tenía cuatro.

  Ahora, cuando leí esta parábola por primera vez, siendo un creyente novato, sentí confusión. Para mi modo de pensar de entonces, había algo que no cerraba. Dije: "Dios, espera un minuto. El que tenía diez, y  estaba cargado. ¿Por qué no le diste el talento que malgastó el sirviente infiel al que tenía cuatro? Al menos, él habría estado un poco mejor, con cinco. Y el que tenía los diez también habría estado bien porque recibió dos veces lo que el otro hombre". 

   Pero el Espíritu de Dios es sabio. Me mostró que en el programa de administración de los asuntos de Dios, los que se ocupan por avanzar en la responsabilidad siempre recibirán mayor retorno por su inversión. Dios me mostró que la parábola nos advierte que debemos ser responsables.

   Si espera ser bendecido antes de empezar a hacer algo, perderá lo que tiene ahora. Según las reglas de Dios, esto es la responsabilidad. Cuanto más recibimos del Señor, tanto más espera Él de nosotros. "Mas el que Sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá" (Lucas 12:48). 

¿Qué es lo que ha recibido usted? Si tiene voz pero no canta, perderá el deseo y el talento de cantar. No practica, y no aumenta su don. Quienes tienen la capacidad dada de administrar necesitan utilizarla . No tema ejercitarlo preparándose para un ascenso; SI no va a la escuela nocturna porque es demasiado holgazán, no permanecerá ni donde está.

Eventualmente perderá su empleo. Alguien más ocupara su puesto mientras está usted todavía dando vueltas en la arena del desierto. ¿Entiende lo que quiero decir?

Utilice su capacidad y Dios le dará más

La responsabilidad rinde excelentes frutos cuando elegimos andar por los caminos de Dios. Cuando comenzamos a utilizar y multiplicar lo que Dios nos ha dado, Él nos bendice con más. Es por eso que a gente que parece obtener siempre más, es la que hace mas.

Un pastor me preguntó una vez: 

_ Hermano Myles ¿por qué lo invitan a hablar en tantos lugares, Por qué a mí no me invita nadie?

¿ No lo sé -respondí- Yo nunca busco que me inviten porque estoy ocupado trabajando.

   El espíritu de responsabilidad siempre atrae la bendición de Dios. En 2 Crónicas 16:9 leemos: "Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él".

   Si no intentamos hacer cosas no atraeremos a Dios. Pero si lo intentamos, créame, Dios no nos dejará solos. Dé un paso delante en la fe, y se sorprenderá ante lo que le espera. Dígale a Dios: Creo que puedo hacer eso. Puedes mostrarte a través de mí, porque tu me has da do la fuerza". Le digo en verdad que apenas comience a moverse, aparecerán de la nada las cosas buenas que obrarán en su favor. Hágase responsable y Dios lo notará

Myles Munroe. En busca de la libertad. Primera edición 2005. Editorial Peniel. Pag 165 a la 170

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