martes, 26 de abril de 2016

MILAGROS, SEÑALES, MARAVILLAS Y EXPULSION DE DEMONIOS. Parte III


 ¿QUÉ PROPÓSITOS TIENEN LOS MILAGROS, SEÑALES Y MARAVILLAS?

   Han ocurrido excesos en el área de los milagros. Sin embargo, ese no debe ser un obstáculo para manifestarlos, porque aquellos que han tenido miedo a los excesos terminan en el otro extremo. Viven sin el poder y sin los milagros de Dios. Para traer luz a este asunto vamos a explicar los propósitos bíblicos de los milagros.

• Testificar que Jesús es el Hijo de Dios.
 
Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre. (Juan 10:37-38)

   Dios testifica en el momento en que la Palabra es predicada. Cuando la gente no cree por la Palabra, cree por las señales y milagros. Nicodemo fue tocado por las señales que Jesús hacía, y creyó. Si un milagro no apunta hacia Jesús, yo tengo dudas que provenga de Dios.

   Vivimos en una generación que nos demanda pruebas del poder de Jesús. En las iglesias tenemos muchos predicadores motivadores, con mensajes inspiracionales que sólo suplen una necesidad temporal, pero no pueden probar que Jesús es el Hijo de Dios con una evidencia sobrenatural. Cuando Moisés fue a hablarle al faraón, Dios lo respaldó con milagros poderosos que doblegaron al faraón y le dieron fe al pueblo de Israel para creer que sobreviviría en el desierto y llegaría a la tierra prometida. Predicar algo que no libera a la gente es un insulto a la cruz. Hoy en día, los líderes se dan muchas ínfulas y títulos, se dicen apóstoles, doctores, evangelistas y más, pero no importa cómo se llamen ni cuántos cargos ostenten, sólo serán creíbles y seguidos cuando el ciego pueda verlos o cuando el sordo pueda oírlos alabar el nombre de Jesús. Ésa es la garantía de veracidad.

• Hablar una verdad alegórica del reino de Dios.
    Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. (Marcos 8:23) Cada vez que Jesús hacía un milagro era para ilustrar la condición espiritual del pueblo y señalar que Él era el Hijo de Dios. Por ejemplo, cuando sanaba a un ciego ilustraba la ceguera espiritual. Eso me sucede muy a menudo cuando enseño acerca del reino. Dios sana a los ciegos como señal de que está abriendo los ojos espirituales de Su pueblo para que vea el reino. Notemos el siguiente testimonio:

   En cierta ocasión estábamos en la iglesia en una reunión de sanidad y milagros, cuando en un momento dado, Dios me reveló que quería sanar a Sus hijos de la vista. Cuando hice el llamado, pasó al frente una señora que llevaba trece años ciega del ojo derecho porque tenía el centro de la retina destruida y no podía ver los rostros de la gente. Oré por ella y Jesús al instante la sanó. No puedo expresar la alegría y la sorpresa de esa mujer cuando comenzó a ver nuestros rostros con el ojo que hasta hacía unos minutos había estado ciego. De la misma forma que lo está haciendo en lo físico, Dios está devolviendo la vista a los cristianos que han permanecido ciegos para ver lo que el Señor hace en este tiempo.

• Provocar que las personas sedientas de Dios le busquen.
    Hay algunas personas que anhelan hacer milagros pero creen que deben esperar a tener el carácter. Esta es una mentalidad tradicional y religiosa porque la Biblia no habla de tener  un carácter desarrollado para moverse en milagros. Aunque considero que el carácter es esencial para la santidad, no lo es para los milagros. Lo único que necesitamos es ir y hacerlos, en el nombre de Jesús. Eso despertará en los inconversos la sed por buscar a Dios. Hay quienes cuando ven un milagro, una sanidad o una señal de Cristo, vuelven su corazón a Él, corren desesperados porque se dan cuenta que está vivo, que es real, que ha resucitado. La gente busca a Dios pero no logra encontrarlo. Un milagro es la señal que indica dónde está el Dios que tanto anhelan.

• Establecer y expandir el reino en territorios hostiles.
Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre. (1 Tesalonicenses 1:5)
 
    Hace unos años atrás, Miami era conocida como el cementerio de los pastores. Era un territorio muy difícil para el crecimiento de las iglesias. Por casi toda una generación - más de 40 años-, las iglesias no lograban superar las 2.500 personas. Sin embargo, cuando comenzamos a predicar el evangelio del reino con demostraciones del poder de Dios, que incluían milagros, señales y maravillas, el territorio se abrió. Llegamos a establecernos como la iglesia hispana de más rápido crecimiento de los Estados Unidos y aún seguimos creciendo. Somos una de las iglesias pioneras de Miami -Dios ha levantado a otros hombres ungidos por Él para que le sirvan en distintos sectores de la ciudad-. Al principio tuvimos la oposición de varios pastores, quienes no estaban de acuerdo con el tema de la liberación y los milagros, pero después Dios testificó de su veracidad y confirmó que Él nos había enviado. Hoy por hoy, muchos de esos pastores envían a su gente a nuestro instituto de liderazgo para que sea entrenada y pueda servir en sus iglesias. En la actualidad, continuamos expandiendo el reino de Dios hasta alcanzar el diez por ciento de la población de la ciudad, porque eso es lo que Dios me ha prometido. Dentro de la infraestructura que requerimos para recibir esa gran cosecha, Dios me ordenó edificar un coliseo para veinte mil personas y que construyera una universidad cristiana, totalmente acreditada, incluso a nivel secular. El propósito es impactar el ámbito profesional y el cristiano, y entregarle a la sociedad líderes capacitados para lidiar con las leyes del mundo espiritual y las del mundo natural. Todo esto ha traído un gran crecimiento a niveles que sería difícil describir; pero lo que más ha contribuido a este crecimiento han sido los milagros, las señales, las maravillas, los dones del Espíritu Santo y la expulsión de demonios que Dios hace a través de los líderes que he entrenado.


• Plantar iglesias prósperas que crezcan y permanezcan.
   En las Escrituras hay un patrón que se repite: dondequiera que se plantaba una iglesia sobre la base de lo sobrenatural-milagros, señales y maravillas-había un crecimiento rápido que afectaba a toda la región. En mi experiencia de plantar iglesias y ayudar a otros a hacerlo, el ingrediente de la aceleración reside en el evangelismo, la oración, la liberación, la restauración de la familia, los milagros y las señales. Puedo testificar que todas las iglesias y ministerios que están bajo mi cobertura espiritual, en 25 países del mundo, han dejado de ser iglesias de cientos para ser iglesias de miles, en pocos años.


• Evangelizar por todo el mundo.
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. (Mateo 24:14)

 
   La palabra "testimonio" significa hacer evidente algo. En otras palabras, este evangelio será proclamado para hacer evidente y manifiesto el poder sobrenatural de Dios a todas las naciones de la tierra. Será una réplica del ministerio de Jesús; de lo contrario, no es el evangelio del reino. Predicar el evangelio, sin milagros, no es suficiente; el mundo está esperando ver pruebas que sólo pueden ocurrir si predicamos el evangelio del reino. Más almas se pueden salvar en corto tiempo con evidencias sobrenaturales, que en varios años sin ellas. El evangelio del reino será predicado con el testimonio, el cual es producido por los milagros, las señales y las maravillas. El testimonio es nuestra predicación. ¿Por qué usted sabe que la gente es libre? Porque usted ha sido libre. ¿Por qué usted sabe que la gente se sana? Porque usted ha sido sanado. Usted no será creíble, no será un testigo fiable, si Dios no levanta testimonio en usted. "Antes era ciego pero ahora veo". Un testigo de Jesús es uno que ha visto, oído y experimentado el poder de Dios de primera mano.


• Desafiar la mente y el razonamiento de la gente escéptica y hostil al evangelio.
   Cuando Dios manifiesta milagros, señales y maravillas, causa asombro en la mente y trae convicción al corazón, a tal punto que es una de las maneras en que las personas pueden cambiar de rumbo y responder al evangelio. Hay países en el mundo imposibles de evangelizar sin una clara demostración de milagros que remueva el velo de incredulidad de sus mentes y sensibilice sus corazones.


• Confirmar con señales la predicación de la Palabra.
Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. (Marcos 16:20)

 
   En el tiempo de Jesús, los milagros, las señales y las maravillas, siempre seguían la predicación del evangelio del reino y nunca se hacían fuera del contexto de la Palabra ni tampoco para exaltar a un hombre. Si usted tiene un buen producto no necesita mentir, porque el producto hablará por sí mismo; será su mejor testimonio. En este caso, los milagros, las señales y las maravillas le otorgan credibilidad para penetrar las mentes intelectuales y humanistas que se quieren oponer al evangelio.


• Probar que Jesús ha resucitado y vive para siempre.
Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. (Hechos 4:33)

    Los milagros hechos en el nombre de Jesús constituyen evidencias sobrenaturales de Su resurrección, y si ha resucitado hará mayores cosas que cuando estaba en la tierra.

   El siguiente es un testimonio poderoso de que Jesús vive: Un día estaba ministrando en nuestra iglesia-hija ubicada en Cape Coral, Florida. El lugar estaba copado. La gloria de Dios cayó y Su presencia era tan fuerte que vino un cántico nuevo hermoso que mudó la atmósfera del lugar. En medio de un gran fuego del Espíritu, una mujer pasó a testificar diciendo que a ella le faltaban siete dientes, pero cuando la gloria cayó sintió calor en su boca y al examinarla el médico encontró que Dios le había creado siete dientes nuevos. ¡Fue glorioso! En la misma reunión se encontraba un hombre que había sufrido un accidente y tenía clavos y metales en las rodillas. Brincando, con los clavos en la mano, llegó hasta el altar y testificó que los metales y clavos se le habían caído. ¡Estaba totalmente sano! Además traía documentos médicos que probaban su estado anterior.
 Bibliografia.
Guillermo Maldonado. Como caminar en el poder sobrenatural de Dios. Editorial Whitaker House. Miami 2011. Pag. 186 a la 191.

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