viernes, 13 de marzo de 2015

LA LIBERACIÓN PARA LOS NIÑOS

  

  
   Las verdades aprendidas de la palabra de Dios nos enseñan que los niños pueden estar influenciados por los demonios. Lo vemos con el niño epiléptico y la hija de la mujer sirofenisa.

  Recordemos que los niños no son capaces de buscar ayuda por sí mismos; por lo tanto, es responsabilidad de los padres, como cabeza del hogar, buscar la liberación para ellos.



 ¿Pueden los niños estar influenciados por demonios? La respuesta es... sí.

«Al día siguiente, cuando descendieron del monte, una gran multitud les salió al encuentro. Y he aquí, un hombre de la multitud clamó, diciendo: Maestro, ruego que veas a mi hijo, pues es el único que tengo; y sucede que un espíritu le toma, y de repente da voces, y le sacude con violencia, y le hace echar espuma, y estropeándole, a duras penas se aparta de él. Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron. Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Trae acá a tu hijo. Y mientras se acercaba el muchacho, el demonio le derribó y le sacudió con violencia; pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo devolvió a su padre». Lucas 9.37-4.2

«Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón; y entrando en una casa, no quiso que nadie lo supiese; pero no pudo esconderse. Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se postró a sus pies. La mujer era griega, y sirofenisa de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio. Pero Jesús le dijo: Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos. Respondió ella y le dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos; Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija. Y cuando llegó ella a su casa, halló que el demonio había salido, y a la hija acostada en la cama». Marcos 7.24-30
 
   La liberación no sustituye:
 
• El amor que un niño necesita

• Un hogar estable

• Corrección, adiestramiento y disciplina apropiada

• Protección, cuidado, afecto, ternura, aceptación y seguridad.

   Es importante saber que los padres pueden y deben ministrar liberación a sus hijos porque son su cobertura espiritual y tienen autoridad sobre ellos.

¿Cómo ministrar a los niños de acuerdo a la edad?
 
• Desde el nacimiento hasta los cuatro años de edad, no es necesario darles alguna explicación acerca de la ministración, debido a que los demonios no están envueltos en la voluntad del niño.

• De los 4 a los 6 años de edad, se le da una pequeña y simple explicación al niño.

• De los 6 a los 12 años, su voluntad está envuelta y su cooperación es requerida. Se le ministra de la misma manera que a un adulto, excepto que se deben usar palabras simples para que el niño pueda entender.

   A los niños, se les debe ministrar calmada y tranquilamente. Se debe distinguir entre el niño y el demonio, tratando firmemente al demonio, pero siendo compasivo con el niño. Cuando esté ministrándolo, procure no distraerse, porque llore o busque su consuelo; manténgalo quieto. No se debe gritar, pues podría asustarlo.

Algunas formas de opresión satánica sobre los niños:
 
• Ataduras. El enemigo les impide hacer lo correcto, como decir: "lo siento" cuando ellos saben que han hecho algo incorrecto; perdonar a otros, ser honestos, obedientes, respetuosos y diligentes.

• Dominaciones. El enemigo les hace hacer cosas que ellos saben que son incorrectas, y no quieren hacer. Por ejemplo: airarse, ser testarudos, desobedientes, engañosos, tener actos lascivos y otros.

• Opresiones. A menudo, Satanás molesta a los niños por medio de una variedad de temores. El también los hace estar ansiosos por razones no aparentes, causando que ellos se opongan a las cosas espirituales.

• Aflicciones. Los niños quizá podrían experimentar una serie de contratiempos y accidentes, sufrir de enfermedades repetidamente o de alergias de todo tipo.

• Los padres traen opresión a sus hijos. La mayoría de los padres pasan por alto la posibilidad de que ellos pueden ser la causa básica de los problemas de sus hijos. Los padres necesitan ser libres de sus propios problemas antes de ministrar liberación a sus hijos. La liberación de los niños puede comenzar con los padres, buscando éstos libertad en Cristo de opresiones demoníacas.

Algunas opresiones demoníacas sobre los padres que pueden oprimir a los hijos:
 
• Maldiciones generacionales. Esto incluye ocultismo, brujería, adicciones de todo tipo, ansiedad, preocupación, depresión, problemas mentales, suicidio, prácticas sexuales ilícitas, religiosidad, rechazo, enfermedades y alergias.

• Opresiones causadas antes de ser salvos. Aparte de las maldiciones hereditarias, los niños pueden venir a ser oprimidos por causa del pecado de sus padres antes de ser salvos. Si a los padres no se les ha ministrado liberación cuando fueron salvos, tales actividades demoníacas pasadas pueden influenciar a sus hijos en el presente.

• Posesiones de la familia con un origen satánico.
Algunas veces, los padres tienen objetos religiosos, videos y revistas pornográficas, videos de terror y violencia, dragones, películas con escenas de violencia, entre otros. Inclusive, algunos juguetes que los padres compran a sus hijos, tales como: "power rangers", pokemon, tortugas ninja y otros más. Todos estos objetos deben ser desechados.

¿Cómo ministrar liberación a sus hijos?
 
   Nunca use la palabra demonio cuando le está hablando a los niños acerca de sus problemas, use términos tales como: "influencias espirituales" o "las malas cosas que vinieron en la familia que pueden arruinar su vida". Evite causarles temor. Si usted ora por liberación, primero tome tiempo para sentarse y hablar con cada niño acerca de lo que va a pasar o suceder.

Pasos para orar por los niños: 

 ¿Quién debe orar por los niños? Cada padre, siempre y cuando haya sido liberado primero. Los padres tienen más autoridad para orar por sus hijos que cualquier otra persona, porque son su cobertura espiritual.

¿Cómo orar por ellos? Ponga las manos en la frente o la cabeza del niño. Si el niño es mayor de cinco años, llévelo a renunciar y orar firmemente. Si el niño no quiere cooperar o renunciar, ore usted mismo y ocurrirá la liberación.

¿Por qué orar? Escriba una lista de problemas obvios que el niño tiene, tales como: problemas hereditarios, adicciones, problemas mentales, rechazo. Usted debe orar así: "espíritu de ira te ordeno que sueltes a mi hijo en el nombre de Jesús!" "Espíritu de rechazo te ordeno que te vayas de mi hijo en el nombre de Jesús!". Nómbrelos uno tras otro.

¿Qué hacer en la oración? Simplemente, háblele naturalmente al Señor y déle gracias por Su obra completa en la cruz del Calvario. Déle gracias porque vino a destruir las obras del diablo y en el nombre de Jesús, ate y eche fuera todos los espíritus que tiene en su lista.

   Recuerde que, es más fácil echar fuera demonios de los niños que de los adultos, debido a que por su corta edad, no están tan arraigados como en los adultos.

¿Qué hacer finalmente?
 
Limpieza: Continúe con sus manos sobre el niño y pídale al Señor que limpie cada parte de la personalidad de él, en la cual el demonio ha persistido. Esto incluye su mente, su corazón, su voluntad, las partes del cuerpo, particularmente las áreas sexuales, el sistema respiratorio o, en algunos casos, el pecho. 
 Llenura: Pida al Señor que llene al niño con su amor, con su presencia y con su paz.
Sanidad: Aprópiese de la sanidad física, especialmente, de aquellas partes del cuerpo que hayan sido afectadas.

   Es importante orar continuamente por los niños. Recuerde que, ellos son más susceptibles en las áreas espirituales y tienden a absorber lo espiritual más rápidamente que cualquier adulto. Al entender esto en forma precisa, comprenderá que ellos necesitan continua orientación en la palabra de Dios y el toque de la presencia de Dios.

Bibliografia.
Guillermo Maldonado. Sanidad Interior y Liberación. Sexta edición 2006.

1 comentario:

  1. que bendicion. Agradecida de Dios por este material. el Señor los siga usando

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