martes, 26 de julio de 2016

EL PODER Y LA AUTORIDAD DE ATAR Y DESATAR. Parte I

  

 Una de las cosas que los creyentes deben entender, es que a cada uno de nosotros se nos ha sido dado el poder y la autoridad para representar a Dios, y ejercer dominio y señorío. Dios creó al hombre para que ejerciese señorío sobre todo lo creado. Todo lo que permitamos como creyentes, será permitido en el cielo, y todo lo que prohibamos aquí en la tierra, será prohibido en los cielos.

DIOS CREÓ AL HOMBRE PARA SEÑOREAR
 
"26Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra". Génesis 1.26
 
   Cuando Dios le dice al hombre que señoree sobre todo lo creado, le está diciendo en esencia, que ejerza dominio, señorío, autoridad y que ejecute planes. Pues, Él le ha dado el derecho legal para que cumpla con sus planes y sus propósitos en la tierra..

¿CÓMO IBA A SEÑOREAR EL HOMBRE?
 
   Dios estableció en su Palabra desde un principio, que para señorear o tener autoridad en la tierra, era necesario tener un cuerpo físico; ya que de otra manera, sería ilegal operar en ella.     
  Dios le da autoridad al hombre para ejercer señorío aquí en la tierra y lo hace de dos formas:

a-. Por medio de un cuerpo fisico. 
   El cuerpo físico le da al hombre el derecho para vivir en la tierra legalmente, para ejercitar dominio y señorío y ejecutar los planes de Dios.
b-. Por medio de su libre albedrío o por su propia voluntad.
   Dios estableció desde un principio en su Palabra que le daba al hombre una voluntad propia para escoger y hacer sus propias decisiones. Dios nunca ha violado la voluntad de un hombre; por lo tanto, para que el hombre ejerza señorío en la tierra, necesita estar disponible y decirle a Dios voluntariamente: "sí Señor, yo lo haré con gozo y alegría", y ofrecer su cuerpo para que Dios habite en él y cumpla su propósito.

EL HOMBRE CAE EN PECADO
   Adán no ejercitó señorío y autoridad sobre su mujer ni sobre la serpiente. Nótese que el diablo usó el cuerpo de una serpiente para tentar a Eva, pues él sabía el principio de Dios que dice que para actuar en la tierra, se necesita un cuerpo. Por tanto, Adán y Eva caen en pecado; pierden la autoridad y el poder dado por Dios; y como consecuencia de esto, ahora el hombre necesita ser redimido de su pecado.

JESÚS RECUPERA LA AUTORIDAD PERDIDA
   Jesús vino a esta tierra, nació de una virgen, se hizo un hombre y entró a la tierra con un cuerpo físico, lo cual le dio el derecho legal para actuar aquí en la tierra. Jesús padece en la cruz, muere y resucita al tercer día; reconquistando, por medio de su muerte, la autoridad y el poder que se había perdido, para entregárselos a la iglesia, que somos nosotros los creyentes. "18Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra", Mateo 28.18

    La palabra potestad, en las diferentes traducciones bíblicas, es autoridad. Cada vez que usted vea la palabra potestad, se está refiriendo a autoridad. Los creyentes tenemos la autoridad dada por el Señor Jesús para ejercer dominio y señorío. Jesús recuperó lo que Adán había perdido, y nos lo entregó a nosotros.

¿QUÉ ES AUTORIDAD?
   Es la palabra griega "exousia", que significa el derecho legal delegado para ejercitar dominio y señorío con un poder que nos respalda. En el lenguaje legal, se usa mucho la palabra "poder".

¿QUÉ ES UN PODER?
   Es la autoridad, la habilidad o la facultad para hacer cualquier acto o hecho con el derecho legal del otorgante.

¿QUÉ ES UN PODER LEGAL?
   Un poder legal es un instrumento escrito por una persona, como principal, donde señala a otro como agente y le confiere autoridad para llevar a cabo o ejecutar ciertos actos específicos en lugar o en nombre del principal.

   También es usado en caso de que muera el principal; donde automáticamente se delega ese poder al agente para que actúe en nombre de la persona que murió.

"16...pues donde hay testamento, es necesario que conste la muerte del testador, 17porque el testamento con la muerte se confirma, pues no es válido entre tanto que el testador vive". Hebreos 9.16, 17
 
¿Cómo podemos aplicar esta descripción legal a lo espiritual con lo que hizo Jesús?

    Jesús vino a la tierra como un hombre, murió y resucitó. Esta resurrección nos dio un poder legal, el cual fue dejado por escrito; en el cual, el principal es el Señor de los cielos y la tierra, y nosotros somos sus agentes. Él nos confió su autoridad para llevar a cabo o ejecutar actos en su lugar. Los creyentes tenemos el "poder legal escrito" para prohibir o permitir, cerrar o abrir, echar fuera demonios, sanar los enfermos y para orar e interceder por cualquier cosa aquí en la tierra. ¡Gloria a Dios!

HAY DOS TIPOS DE "PODER LEGAL" EN LA LEY MODERNA. 
 
• UN PODER ESPECIFICO. Éste es el poder que es dado para actuar solamente en algunos casos específicos en lugar del otorgante.

• UN PODER GENERAL. Éste es el poder que es dado para actuar y ejecutar cualquier acto, en el nombre del otorgante. En este tipo de poder, el otorgante da y confiere todos sus derechos para ser representado y para llevar a cabo cualquier acto, ya sea para decidir o hacer todo lo que al agente le fue conferido por medio del poder dado por el otorgante.

• Jesús no nos dio un poder específico, sino un poder general para ejecutar y llevar a cabo lo que Él nos dijo que hiciéramos.

   Cuando Jesús dijo estas palabras: "10da potestad o autoridad se me ha sido dada en los cielos y en la tierra, por tanto id", nos estaba entregando un cheque en blanco, un poder general; es decir, la misma autoridad que le fue conferida por el Padre, también nos la confirió a nosotros. ¡Gloria a Dios! Jesús nos delega ese "poder legal general" a nosotros para echar
fuera demonios.

 "18Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará". Lucas 10.18, 19
 
  La palabra hollar es el vocablo griego "pateo", que significa machacar, machucar, pisar o pisotear con el pie.

   Jesús nos dio un poder legal general para pisotear toda obra del diablo. Él dice: "yo les doy autoridad, un poder general para machucar debajo de sus pies a los demonios, serpientes y toda obra del diablo". Nosotros los creyentes estamos llamados a actuar en lugar de Jesús, en cualquier circunstancia, aun cuando nos enfrentamos con el diablo.

   El derecho legal o el poder general dado por Jesús, está respaldado con un poder que viene de los cielos. Jesús no solamente, nos lo dejó por escrito y nos asignó ejecutarlo, sino que también nos dio el poder para llevarlo a cabo. Por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos cuando decreta algo, lo dice y lo da por escrito. Es un decreto de ley que tiene que llevarse a cabo; pero si alguno de los ciudadanos no lo quiere obedecer, el presidente tiene todo el ejército, la fuerza aérea, la marina, la infantería, los jueces, el congreso, el senado, el FBI y la CIA que lo respaldan para hacer cumplir sus decretos. Si ciertos ciudadanos no quieren someterse a la ley, algunas ramas gubernamentales se encargarán de hacer que esos individuos rebeldes obedezcan; y si aún así no obedecen, serán llevados a la cárcel. El presidente tiene tanto respaldo, que lo que él diga, es llevado acabo al instante.

   Así mismo sucede en lo espiritual. Jesús nos dio un poder legal general para ejecutar todo lo que Él dejó escrito en el testamento. Además de eso, si hay alguien o algo que no quiere someterse a las leyes del Reino, Jesús nos dio un poder que nos respalda para hacerlas cumplir. Tenemos el nombre, la palabra de Dios, la unción del Espíritu Santo, la sangre de Jesús, los ángeles del cielo y un poder que nos respalda aquí en la tierra. ¡Gloria a Dios!

   El poder que nos respalda para ejecutar la autoridad aquí en la tierra, es dado cuando el Espíritu Santo viene sobre nosotros y somos llenos de él. La evidencia de que esto ocurre es el hablar en otras lenguas.

"8...pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra". Hechos 1.8
Guilllermo y Ana Maldonado. El Poder de Atar y Desatar.Tercera edición 2006.ERJ Publicaciones. Miami FL. Pag.80 a la 86

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