¿COMO FUNCIONA LA LEY DE LA RESPUESTA?
Y el poder del Señor estaba con él para sanar.(Lucas 5:17)
En el capítulo 5 del libro de Lucas, vemos una multitud reunida, observando indiferentes, sin respuesta, en medio de una atmósfera lista para producir milagros. (Ver versículo 5). Quizá esperaban que Jesús les impusiera manos o que los llamara por su nombre. '"tuvo que llegar alguien, que no estaba allí desde el principio, entrar ingeniosamente y arrebatar un milagro de la atmósfera creada por la oración de Jesús. ¡Lo metieron por el techo de la casa! Dice el evangelista que el poder de Dios estaba con Jesús para sanar. Esto nos lleva a preguntar: ¿Qué pasa si nadie necesita sanidad? El poder de Dios abarca todas las necesidades y Su gracia es multiforme. Ya sea que el pueblo necesite sanidad, liberación o cualquier otra cosa, la ley de la respuesta sigue siendo fundamental. Es necesario que respondamos, de lo contrario, el poder de Dios se retirará. El ámbito del poder de Dios que no encuentra respuesta no permanece en la casa.
Antes, algunos de nosotros sabíamos cómo responder pero ahora nos hemos vuelto muy espirituales. Antes gritábamos y danzábamos, pero ahora somos demasiado importantes para algo así. Por eso Dios permite que pasemos por el dolor, porque cuando nos duele gritamos, nos sale el clamor y hacemos a un lado la reputación. La alabanza viene de lo profundo del corazón. La gente que ha sufrido mucho alaba a Dios de continuo. En este día yo lo reto a responder, ahora mismo. Dios está desatando Su poder para sanar, para liberar; lo desafío a que dé un grito de victoria, que proclame que está sano, que está libre, que un milagro creativo está sucediendo ahora mismo en su cuerpo. ¡Tenemos que responder! La manifestación del poder de Dios que usted responde es la única que permanece.
El poder de Dios está presente, sólo espera que usted responda. No importa lo que necesite; puede ser sanidad o un milagro creativo; tal vez requiera enderezar un hueso torcido, crear un órgano, restaurar un ojo, restituir pelo en la cabeza, añadir músculo a su cuerpo; ahora es el tiempo de recibirlo. Aquellos que tienen fe para actuar háganlo ahora. El poder de Dios siempre está presente aunque no siempre es recibido.
Podemos predicar la revelación más profunda pero nada ocurrirá mientras el pueblo no entienda que tiene que responder. Jesús no pudo hacer milagros en Nazaret debido a la pasividad de la gente. Si donde está el Espíritu del Señor hay libertad, lo que detiene la respuesta de la gente es la atadura. Dios ama la espontaneidad. Si no la hay todo se vuelve mecánico. Sea libre para alabar, danzar, gritar y responder con un acto que antes no podía hacer. Usted está respondiendo a la gloria, y a la unción de Dios.
En este instante, le animo a tomar la decisión y comenzar a hacer lo que antes no podía. Mientras lo hace, lo declaro sano, lo declaro libre, declaro que milagros creativos se están produciendo en su cuerpo, que hay manifestaciones sobrenaturales de Dios en su mente y en su corazón. Oro para que al leer este capítulo comience a reaccionar, a responder y pueda recibir su milagro ahora. Declárelo con su boca, adore a Dios y haga una acción correspondiente; luego dé gracias a Dios, en el nombre de Jesús. ¡Amén!
Quiero que su fe vaya a otro nivel. Lo invito a leer el testimonio que viene a continuación porque en verdad Dios está listo para sanar:
Durante un servicio de sanidad y milagros en nuestra iglesia, vino al altar a testificar una señora dominicana que llevaba doce años en silla de ruedas. Antes no podía caminar, no podía moverse, tampoco podía doblarse y mucho menos cargar peso. Todo esto, como consecuencia de un terrible accidente. Pero cuando el poder de Dios cayó sobre ella, empezó a hacer todo lo que antes no podía hacer. Comenzó a doblarse, moverse, caminar,saltar y hasta correr, sin dolor alguno en su columna. La mujer estaba llena de gozo. "¡No lo puedo creer!", gritaba mientras corría. No dejaba de darle gracias a Dios. ¿Qué pasó en este caso? La mujer respondió a la gloria de Dios presente en el lugar y tomó su milagro, hizo una acción correspondiente y testificó de inmediato. ¿Lo hará usted también?
7. Entender la ley de la expectativa.
Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. (Hechos 3:5) La fe actúa en lo que ya ha sido predeterminado, por eso hay expectativa.
Cuando la gente viene a la iglesia por primera vez todavía no ha creído nada. Yo no puedo imponer las manos sobre gente que no espera nada. Sé que en ocasiones se ofenden, pero usted no puede dar lo que alguien no recibe. Debemos ir predeterminados, con la expectativa de recibir un milagro, una sanidad, una liberación o un evento sobrenatural. A veces, incluso cantamos canciones que matan nuestra fe, que dan vueltas alrededor de nuestro dolor en vez de declarar lo que Dios ya hizo. Algunos predicadores tienen que luchar para que la gente reciba porque no hay expectativa alguna, a menos que venga un invitado famoso.
En mi experiencia he notado que la expectativa que genera un predicador de afuera no es la misma que genera el predicador local. Por eso al local le cuesta tanto desatar el poder de Dios; porque no hay expectativa, porque hay familiaridad con él y con su unción. Dios está desatando una expectativa sobrenatural en el creyente. No importará quién predique, la gente vendrá y tomará su milagro de la atmósfera de la eternidad. ¿Puede imaginarse a toda la iglesia a la expectativa? Aun cuando usted no tenga el don de sanidad Dios manifestará Su
poder. El secreto para fluir en milagros es saber el tiempo en que Dios se manifestará en el servido y estar siempre a la expectativa.
poder. El secreto para fluir en milagros es saber el tiempo en que Dios se manifestará en el servido y estar siempre a la expectativa.
Observemos cómo Dios obra milagros cuando el pueblo pone demanda: Hace algún tiempo viajé a Perú para predicar a unos dos mil pastores y líderes de ese país. La expectativa era tan grande que me recibieron como al hombre de Dios, y al mensaje que llevaba, como la palabra de Dios; lo mismo que le sucedió a Pablo en Tesalónica. Eso generó gran demanda sobre el manto que Dios ha puesto sobre mí. Hasta el lugar llevaron a una mujer en camilla, con una enfermedad en su espalda que no le permitía hacer el más mínimo movimiento. Mientras predicaba la Palabra la mujer puso tal demanda, que llegó un momento en que se levantó de la camilla y subió a la plataforma, con cobijas y todo, a testificar que Dios la había sanado. Al siguiente día volvió con su familia y con documentos del médico que ratificaban la enfermedad de la que Dios la había sanado. En el mismo lugar, otra mujer testificó que Dios le había creado cinco dientes nuevos de oro. Decenas de milagros más ocurrieron en ese lugar, debido a la demanda de la gente sobre la unción; además, porque tenían la expectativa de recibir, como ocurrió en el libro de los Hechos.
8. Declarar la Palabra con la intención de que suceda.
Usted no puede declarar la palabra de Dios sin conocimiento previo de lo que va a suceder. Si no tiene la intención de que suceda no hable. Si usted le va a hablar a un ciego y no espera que vea, no le hable. Si le dice al paralítico que se levante y no espera que se levante no le hable. Si usted le habla a un sordo y tiene previo conocimiento revelado de lo que va a suceder, entonces hable y espere que el sordo oiga. No puede haber nada en su mente que lo haga dudar. Si piensa que tal vez no sucederá, entonces usted no ha cruzado aún ese obstáculo; todavía respeta el tiempo, la materia y el espacio, y no puede hablarle a la materia hasta que tome dominio sobre ella. ¿Ahora entiende por qué el conocimiento mental no sirve en asuntos espirituales? Para movernos en lo sobrenatural debemos exceder ese ámbito y ejercer dominio sobre las leyes de la naturaleza. No hable la Palabra si no tiene la intención de que ocurra lo que habla.
Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca. (Salmos 33:6)
Cuando la palabra de Dios sale y se junta con el aliento del Espíritu Santo se produce una explosión llamada poder creativo, y el Espíritu Santo la confirma. Ese poder sobrenatural divino hace que los ciegos vean, los sordos oigan, los mudos hablen, los paralíticos caminen. Dios hace milagros creativos. Si usted habla como Dios, con el propósito y la intención de que ocurra lo que habla, no hay alternativa, tiene que suceder; eso se declara sin margen de error. Y quien sustenta todas Zas cosas con la palabra de su poder. (Hebreos 1:3)
Confesión es dedr lo mismo que Dios ha dicho. fréma es hablar lo que Dios está didendo ahora.
La Palabra de Dios se cumple inexorablemente, sino veamos el siguiente testimonio:
Durante un servicio de sanidad y milagros en México, un niño de 13 años al que le faltaban dos dedos de sus pies, desde su nacimiento, recibió tremendo milagro creativo. Su situación económica era tan difícil que para llegar a la cruzada tuvo que ponerse a vender pastelitos en la calle. Cuando la gloria de Dios se manifestó en aquel lugar, se desató una ola de milagros creativos, y él se apropió del suyo. Cuando pedí que se revisaran e hicieran lo que antes no podían hacer, aquel niño se quitó las medias, todavía con vergüenza. Para su sorpresa, vio que tenía dos dedos nuevos donde antes no existían. De inmediato se le fue la vergüenza. ¡Dios había hecho un milagro creativo, tangible y visible! El muchacho estaba tan feliz, que su sonrisa tímida al comienzo comenzó a crecer y después no podía pararde reír. ¡Gloria a Dios!
Usted no puede operar en lo sobrenatural sin la revelación de la inteligencia de Dios. ¿Cuál es el problema con la iglesia? Los creyentes cometemos el error de pensar en base a nuestras habilidades. Si no está dentro del cuadro de lo que consideramos normal, no lo creemos. No nos atrevemos a ir más allá de lo natural, preferimos quedarnos en una zona de comodidad, aunque nada suceda, por temor a cometer errores. El 99 por ciento de los creyentes no va a la iglesia con la intención de ver algo sobrenatural. Se asombran al ver un milagro porque no lo esperan. Si usted no espera que Dios se manifieste para qué va a la iglesia.
Si repasamos estos tres últimos conceptos, debemos recordar que, para activar el poder sobrenatural, debemos tener una capacidad de respuesta a la atmósfera generada por la oración, la alabanza y la adoración. Para eso necesitamos traer una expectativa previa. Si no esperamos nada no podemos responder cuando la eternidad de Dios se manifiesta para hacer milagros. Dios extiende Su mano para darnos lo sobrenatural, pero nosotros tenemos que extender la nuestra para tomarlo.
Guillermo Maldonado. Como caminar en el poder sobrenatural de Dios. Editorial Whitaker House. Miami 2011. Pag. 224 a la 231