sábado, 27 de febrero de 2016

LA UNCIÒN: SEGUNDA DIMENSIÒN DE LO SOBRENATURAL.Parte I


¿QUÈ ES LA UNCIÒN?


      Unción es la habilidad dada por Dios al creyente para hacer la obra del ministerio y para que pueda servirle. Ungir significa untar, aplicar aceite o ungüento, poner aceite con el fin de consagrar. El acto físico de ungir con aceite es la confirmación de un llamado o función, sellado por el Espíritu Santo, en el cual el aceite es sólo el símbolo visible. La persona que unge a otra actúa como agente de Dios. Ella derrama el aceite pero es Dios quien envía Su Santo Espíritu. Desde tiempos remotos, la unción ha sido la forma como se sella la consagración a Dios, de personas que fueron llamadas a cumplir funciones especiales; por ejemplo, reyes y sacerdotes. Mediante el acto de ungir se habilita a quien recibe la unción para que cumpla las funciones que se le asignan.

La unción es Dios haciendo Sus obras usando nuestra humanidad.

 ¿Cómo se denomina el poder en el ámbito ministerial?

   En el ámbito ministerial o de servicio el poder es llamado Unción Santa.

Hallé a David mi siervo; lo ungí con mi santa unción. (Salmos 89:20)

¿Cómo se preparaba el aceite de la santa unción en el Antiguo Testamento?

Tomarás especias finas: de mirra excelente quinientos siclos, y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos cincuenta, de cálamo aromático doscientos cincuenta, de casia quinientos, según el siclo del santuario, y de aceite de olivas un hin. Y harás de ello el
aceite de la santa unción; superior ungüento, según el arte del perfumador, será el aceite de la unción santa. (Éxodo 30:23-25)

   La unción en el Antiguo Testamento era apenas una sombra de lo que hoy, en el Nuevo Pacto, podemos disfrutar. Dios instruyó a Moisés acerca de cómo preparar el aceite de la santa unción y fue muy específico en cuanto a los ingredientes a usar, cada uno de los cuales es un símbolo profético de algo que habría de venir en el Nuevo Testamento. Los ingredientes eran los siguientes:

• Mirra
   La mirra es una hierba de aroma muy agradable pero de sabor amargo. Representa sufrimientos, padecimientos, quebrantos, muerte, pruebas, tribulaciones, persecución. La mirra representa el precio que pagamos por la unción. Mucha gente quiere la unción pero no está dispuesta a pagar el precio de portarla.
• Canela
   Representa firmeza y estabilidad. Estos dos elementos se aplican al carácter del cristiano y son fundamentales para operar en la unción.
• Cálamo
   El cálamo es una caña aromática, recta, rojiza, que huele a jengibre; se asocia a los dones del Espíritu Santo y la autoridad divina. Esto nos da a entender que la unción fluye en nosotros
cuando funcionamos bajo autoridad.
• Casia
   La casia es un arbusto de flores amarillas, de agradable aroma, cuyas hojas se secan y pulverizan para preparar el aceite de la unción. El nombre proviene de una raíz hebrea que significa doblar, humillar, hacer reverencia. Por lo mismo, la casia representa oración, alabanza y adoración. La unción genera deseos de orar y adorar a Dios.
• Aceite
   El aceite para ungir es extraído del fruto del árbol del olivo y representa al Espíritu Santo. La unción tiene dos características importantes: es una sustancia celestial tangible la cual se puede almacenar en la ropa u objetos, pero además es transferible de un cuerpo a otro. Revisemos este testimonio que nos muestra cómo la unción se acumula en los objetos: Hace algunas semanas llevaron mi carro al taller para que le hicieran los servicios de rutina. Había en el taller un mecánico que sufría de intensos dolores, producto de algunas piedras que le habían sido diagnosticadas en los riñones. El dueño del taller, sabiendo que ese era mi carro, le dijo al mecánico que se sentara en la silla del conductor y se pasara las llaves por donde le dolía. En el momento mismo que el hombre se sentó y se pasó las llaves por la espalda, le dieron ganas urgentes de ir al baño. Cuando regresó traía en sus manos todas las piedritas que había expulsado. De inmediato se le fue el dolor completamente. Sin duda, la llave no cura, pero la unción de Dios acumulada en los objetos, tiene poder para obrar milagros.

 ¿Cuál era el propósito del aceite de la santa unción?

   El aceite de la santa unción tenía como propósito: ungir el tabernáculo, los utensilios santos, y ungir a los sacerdotes, a fin de consagrarlos, identificarlos y prepararlos para que la gloria de Dios descienda.

Con él ungirás el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio. (Éxodo 30:26)

   Esto también se refiere a nosotros hoy. Dios primero nos unge con su unción santa, nos consagra y santifica para recibir Su gloria. En el tabernáculo nadie podía tocar un instrumento o utensilio, a menos que fuera ungido, porque la unción es la que nos alista para poder pararnos en la presencia de Dios. 

¿Cuál es la diferencia entre talento y unción?

   Mucha gente confía y depende solamente de su talento, a tal punto que cuando alaba, adora y sirve a Dios, no lo hace de corazón. No se trata de cuán talentoso es usted sino de qué tan ungido esté. He visto personas sin mucho talento que cuando alaban traen la presencia de Dios como nadie más podría hacerlo. Soy de los que creen que los dones y talentos hacen falta, pero debemos depender por completo de la unción del Espíritu Santo.

En él también vosotros ... fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa. (Efesios 1:13)

   En el capítulo anterior vimos que la Biblia hace varias referencias acerca de las medidas. Un ejemplo conocido es la medida de nuestra fe. Afirmé entonces que la medida de fe, es nuestra esfera de influencia y el nivel de autoridad que tenemos. De allí que se haga necesario en nuestra sociedad, unir las medidas y los dones de cada uno, para operar con mayor poder. Nos necesitamos unos a otros. Yo necesito su medida - su esfera de influencia y autoridad- y usted necesita la mía. Cuando las medidas y los dones se unen, la gloria de Dios desciende. De otra manera, Su gloria no viene.

• La unción personal
   Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. (Efesios 4:7) 

    La unción personal es la medida de gracia sobrenatural que Dios le da a cada creyente, a fin de que pueda cumplir con su llamado. Por ejemplo, una unción personal para negocios, para restaurar familias, para hacer milagros; o quizá una unción gubernamental, ministerial o profética.
• La unción corporal
De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo. (Efesios 4:13, NVI)

   La unción corporal, es la unción del Espíritu Santo que es derramada cuando todos los presentes se vuelven uno en Cristo. Cuando eso pasa, vemos a Cristo operando a través de la iglesia, haciendo milagros, señales y maravillas, mil veces mayores, fuertes y poderosos que con la unción personal. Por esa razón, Dios siempre nos manda a buscar la unidad y a depender unos de otros, según nuestras medidas, con el fin de ser poderosos sobre la tierra, tal como lo fue Jesús. Otro término frecuentemente asociado con la unción es la palabra "manto".

¿Qué es un manto?
   La palabra manto tiene varios significados, pero es en esencia, "una prenda sin mangas, floja, que es usada sobre otros vestidos ... una capa simbólica que representa superioridad o autoridad". También hace referencia a "la parte del interior de un planeta, especialmente la tierra, que yace bajo la corteza y la base central". En todos estos significados, el manto representa una cobertura o protección.

El manto o unción es nuestra cobertura mientras vivimos en la tierra.

   En el área espiritual la palabra manto también tiene un significado extenso y profundo. Incluye gloria, bondad, poderío, excelencia, nobleza, autoridad, fortaleza, esencia y gran valía.

Los dos mantos de Jesús

• El manto de Su deidad que es Su gloria.
Cristo Jesús,...siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo. (Filipenses 2:6-7)

   Antes de venir a la tierra, Jesús se despojó de Su manto de gloria. Sin embargo, en el evangelio de Juan aparecen siete señales milagrosas que confirman su identidad como el hijo de Dios. El Padre personalmente dio testimonio de su deidad. Él vino como un hombre cualquiera, bajo la unción del Espíritu Santo, pero sin el manto de Su gloria, el cual dejó en el cielo.
• El manto de Su humanidad que es Su unción.
 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida. (Juan 3:34)


  ¿Qué debemos aprender de esto? Que Jesús venció al diablo y sus demonios, como un hombre común y corriente, pero con la unción del Espíritu Santo. Él sanó a todos los enfermos,a leprosos, ciegos y sordos; echó fuera demonios y resucitó muertos, no como Dios, sino como un hombre lleno del Espíritu Santo. Si Jesús lo hizo, nosotros también podemos hacerlo. De hecho, Él mismo prometió que cosas mayores haríamos. (Vea Juan 14:12).

La unciòn viene de Dios al hombre, pero la imparticiòn es dada de un hombre a otro por la voluntad de Dios.

   Hay personas que tienen una gran unción pero no tienen la habilidad de impartirla, posiblemente por la incapacidad de ver más allá de sí mismas o de su ministerio. También es posible que estando bajo un ministerio apostólico y profético, por causa de la fe, el pueblo reciba la impartición de toda clase de dones. La clave para esto es tener siempre un corazón abierto y generoso.

    En las décadas de los '50 y '60 Dios levantó muchos hombres con el fin de traer un gran avivamiento por medio de sanidades, milagros, señales y maravillas; pero la mayoría de ellos
nunca cayó en cuenta que la unción y la gracia que habían recibido era para enseñar, entrenar y equipar a la iglesia. Lo hicieron solos y no trasfirieron o impartieron su manto para que otros continuaran. Hoy admiramos a esos generales de Dios, lamentablemente, la unción que estuvo sobre ellos también  murió con ellos, porque fallaron en enseñarle a la iglesia a fluir en el mismo poder sobrenatural, tal como Jesús lo hizo con Sus discípulos.

   La impartición es una intervención directa del Espíritu Santo, quien toma del don de un hombre y le da una medida a aquellos que lo piden desesperadamente. ¿Es una transferencia de una persona a otra? Sí; es un misterio que permite que los dones de unos lleguen a otros. El que imparte trabaja juntamente con el Dador de los dones. Como dato interesante puedo decir que la impartición produce una similitud entre el que recibe y el que da.

 ¿Cómo podemos impartir dones o virtud a otros? Por medio de libros, prédicas, enseñanzas, profecías, por la palabra de Dios, por medio de la imposición de manos y hasta por pañuelos o ropa ungidos. Recibimos impartición cuando capturamos el espíritu del manto que está sobre un hombre de Dios, lo cual puede ocurrir también por asociación.
Bibliografia.
Guillermo Maldonado. Como caminar en el poder sobrenatural de Dios. Editorial Whitaker House. Miami 2011. Pag. 121a la 129.

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