martes, 7 de julio de 2015

LA UNCIÓN Y COMO MINISTRARLA.



   En estudios posteriores les he venido explicando lo que es unciòn, lo que no es unciòn, el propòsito de la unciòn, còmo activarla, còmo està relacionada con los cinco ministerios y su precio a pagar. Ahora veamos còmo podemos ministrar esta sustancia celestial que se almacena en las ropas, este poder maravilloso que reposa sobre nosotros.

MINISTRAR LA UNCIÓN.
 .Mediante la imposición de manos. Una de las formas que Jesùs usaba para ministrar la unciòn era por medio de la imposición de manos. Todo nuestro ser (espìritu, alma y cuerpo) està saturado de la unciòn de Dios, y a travès de la ley del contacto y de la transmisión, transferimos a las personas lo que tenemos. Es de hacer notar que la unciòn es transferible. Por ejemplo, Jesùs, en el libro de Lucas 4.40. Tambièn en Hechos 3.1-6.

¿Por què la imposición de manos?
Jesùs nos diò la orden de ir por todo el mundo e impartir sanidad sobre la gente. Nuestras manos son instrumentos para transmitir la unciòn de Dios a otros. Algunas veces, cuando la unciòn de Dios cae sobre mì, he sentido electricidad y calor en mis manos. Por medio de nuestras manos, le impartimos a las personas sanidad, liberaciòn, llenura del Espìritu Santo, restauración, entre otras cosas.

.Por la palabra hablada. Jesùs, en algunas ocasiones, imponìa manos para ministrar la unciòn, y en otras, solamente hablaba la palabra. Mateo 8.8 - .Es importante que cada creyente mantenga una comunión continua con el Espìritu Santo para que pueda ser guiado y discernir el mètodo que Dios quiere para orar por las personas.


La unciòn y la palabra. Lo ùnico que Dios respalda es su palabra. No debemos olvidarla, donde quiera que vayamos. Si queremos que la unciòn nos respalde, tenemos que predicar y hablar la palabra de Dios. Algunas personas se preguntan: ¿Por què en nuestro ministerio no ocurre nada? Simplemente, revise què es lo que usted està predicando, y si no es la palabra, la unciòn no lo va a respaldar.

.Por los dones del Espìritu Santo. Dios ha dado los nueve dones del Espìritu Santo con elpropòsito de equipar a los santos para que puedan llevar a cabo su ministerio exitosamente.

Algunas veces, la unciòn de Dios fluye a travès de los dones. Ahora bien, Dios no solamente fluirà de estas tres formas que acabamos de mencionar, sino que lo harà como èl quiere. Nosotros no le podemos poner a Dios barreras ni encerrarlo en una caja, pensando que Dios solamente fluye de cierta forma metòdica.

La unciòn del Espìritu Santo es dada para ministrar y bendecir a otros. No es para beneficiarnos a nosotros mismos. Es por eso, que yo como ministro tengo que recibir mi sanidad por fe, como cualquier otro creyente, aunque a travès de mi vida opere la unciòn de sanidad.

Los Asesinos de la Unciòn.

 
Todo ministro debe procurar crear un ambiente para que la unciòn se manifieste. Pero, algunas veces, Dios no se manifiesta por muchas razones que apagan al espìritu.

.La irreverencia. Èsta es una de las fuertes razones por las cuales la unciòn de Dios no semanifiesta en algunos ministerios. Nos hemos encontrado con iglesias que mientras la unciòn se està manifestando, los niños juegan y corren en el pasillo, la gente conversa, otros simplemente son espectadores, otros se burlan de lo que està pasando. Nunca veremos la unciòn en nuestra vida, si no aprendemos a ser reverentes a la unciòn de Dios.

   El primer paso para buscar la unciòn de Dios y poder ministrarla, es asegurarnos de que estamos siendo reverentes. No permita el desorden de la gente. Algunas veces, tenemos que ser estrictos si amamos la unciòn de Dios. Puede ser que suene pedante y regañòn, pero por reverencia a la unciòn de Dios, tenemos que serlo; es mejor agradar a Dios antes que a los hombres.

.Las tradiciones de hombres. Mateo 15.6 ,Hay personas que prefieren sus tradiciones y no la unciòn de Dios. Desafortunadamente, cuando viene un mover nuevo del Espìritu, hay personas que se encierran en sus tradiciones y asì, Dios no puede obrar. El Espìritu Santo desciende con su unciòn en un lugar, pero, inmediatamente, cortamos ese mover porque tenemos miedo de ir en contra de las tradiciones. Sin embargo, para poder fluir en la unciòn de Dios, debemos ser personas abiertas al fluir del espìritu y reconocer que Dios està en control.

.La falta de deseo por moverse en la unciòn. Cada servicio de nuestra iglesia està saturado de la unciòn de Dios, porque siempre hay un gran anhelo de ver la unciòn de Dios manifestada. La falta de hambre por el poder de Dios contrista al Espìritu Santo.

.El pecado. Cada persona que desea fluir en la unciòn debe ser un vaso limpio para que Dios se manifieste con toda libertad.

   Si aprendemos a fluir con el Espìritu Santo en cualquier mètodo que Èl desee, seremos efectivos. Tambièn hay que eliminar los asesinos de la Unciòn, que muchas veces estàn dentro de la iglesia y se debe tener un gran celo, deseo y reverencia al Espìritu Santo paraver su Unciòn manifestada con plenitud en la iglesia y en nuestra vida.
Bibliografia.
- Guillermo Maldonado. LA UNCION SANTA. pagínas 26 a la 27.

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