ANDEMOS DECENTEMENTE.

Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuesta salvación que cuando ceíamos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las amas de la luz. Andemos como el día honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y proveáis para los deseos de la carne. Romanos 13 . 11-14

Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito está: sed santos, porque yo soy santo. 1Pedro 1 . 13-16 

¿Estamos viviendo una vida diferente a la que el mundo muestra u ofrece? ¿Estamos marcando la diferencia?¿Puede el mundo ver la diferencia que hay en un cristiano?

   Dice la Palabra del señor en romanos 13.13 que "andemos decentemente, como de día, no en orgías y borracheras". POdemos preguntarnos como es que, aproximadamente dos mil años atrás, el Señor ya nos alertaba de que el mundo ofrecería semejantes cosas. Lo podemos ver día a día: gente que siempre se emborracha, propagandas de prostitución por celulares, paginas web e incluso en los periódicos. Te inundan con erotismo propagandas de alguna bebida alcohólica o no, gomas de mascar, desodorantes, etc. Y al convivir con esto, si no estamos parados sobre una buena base, pensaremos que es normal y común. Por eso desde el principio el Señor nos alerta a que seamos distintos, que andemos decentemente.

   Santo significa "apartado". En 1Pedro 1. 15-16 nos dice que "Aquél que nos llamo es santo, así también sean ustedes santos EN TODA SU MANERA DE VIVIR" y en el versículo 16 remarca lo que dice el Señor en levíticos 11.45 "Sed santos porque yo soy santo"  

 

   No nos queda ninguna duda que debemos seguir el ejemplo de Jesucristo. Debemos andar decentemente, debemos ser santos en todas las maneras. No debemos conformarnos de ser solamente decentes dentro de la iglesia, sino que en todo lugar, en público y en privado.

   ¡Ser un verdadero cristiano no es ser un religioso, sino realizar un verdadero cambio en tu estilo de vida, bajos los principios del evangelio, recibiendo y siendo de bendición, estableciendo el reino de nuestro Padre Celestial en cada paso que demos en el poderoso nombre de Jesús!.