ENEMIGOS DEL DIOS SOBRENATURAL.
1. La ignorancia.
Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento. (Isaías 5:13).
El diablo odia el conocimiento revelado porque éste ciertamente conduce a la liberación. Cuando el pueblo conoce la verdad es libre, pero cuando no tiene conocimiento es llevado cautivo en el área de su ignorancia.
2. La mala teología.
La teología es el estudio de Dios por medio de la mente o la razón. Cuando estudiamos a Dios con el motivo incorrecto, sin la inspiración, iluminación y revelación del Espíritu Santo, la teología se vuelve carnal. Sin embargo, conviene aclarar que sí hay una teología buena, la cual estudia a Dios con la revelación que trae el Espíritu Santo. Tengo la bendición de ser graduado de la Universidad Oral Roberts y, sin temor a equivocarme, creo que es una de las pocas universidades en el mundo que estudia a Dios bajo la inspiración y autoridad del Espíritu Santo. Luego de terminar mi maestría, sin duda puedo decir que conozco a Dios más íntimamente y que la experiencia vivida en Su presencia ha sido mucho más intensa y profunda. Hoy necesitamos la teología, pero aquella que parte de la revelación que trae el Espíritu Santo.
3. El humanismo.
El humanismo es un conjunto de corrientes filosóficas que colocan al hombre como modelo a seguir y sitúan en alta estima la mente y el ser humano en su totalidad. Durante la Edad Media, la razón y el pensamiento llegaron a adquirir un gran valor, y dentro del ámbito cristiano de la época, era bueno. Sin embargo, ahora la corriente del humanismo es secular, rechaza a Dios y Su poder sobrenatural, y endiosa al hombre. Está centrado en la razón, el intelecto y los valores humanos. Por lo mismo, el humanismo moderno es anti-Dios.
4. El "espíritu de Jezabel" o brujería.
El espíritu de Jezabel debe su nombre a la reina Jezabel, una de las personas más malvadas que se mencionan en la Biblia. Después de casarse con Acab, rey de Israel, su naturaleza controladora y dominante llevó a la nación a adorar dioses falsos (1 Reyes 18:4-13). Se dice que alguien tiene espíritu de Jezabel, cuando actúa de la misma manera, practicando la inmoralidad, la idolatría, las falsas doctrinas y la falta de arrepentimiento de pecados.
¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad ... ? (Gálatas 3:1)
Mucha gente le da poca importancia a este versículo, pero Pablo usó aquí la palabra "fascinar", que literalmente significa embrujar. Esto implica que detrás de todo había brujería, la cual ciega el entendimiento de la gente para que no vea la obra redentora de Cristo en la cruz.
¿Qué abre la puerta a la brujería? Esa puerta es abierta por la rebelión, que consiste en sublevarse a las autoridades puestas por Dios. La rebelión reemplaza la autoridad divina por la ilegítima que, a su vez, es sostenida por el espíritu de brujería. Quien domina por medio de la brujería es el espíritu de Jezabel, y su propósito principal es manipular, controlar, intimidar y dominar, para después oscurecer el poder sobrenatural de la cruz.
5. La mente carnal.
La mente carnal está basada en la realidad mundana. Quiero aclarar que ser una persona inteligente o de intelecto brillante no es malo, siempre y cuando su mente esté sometida a la guía del Espíritu Santo. El apóstol Pablo era un hombre de deslumbrante inteligencia, pero no confiaba en su mente carnal sino en la iluminación del Espíritu Santo. Dios usó su trasfondo educacional para Su gloria.
Yo defiendo y apoyo la preparación intelectual. Quiero que los jóvenes estudien y vayan a la universidad, y ayudo a muchos de ellos a que terminen sus carreras. El problema con el intelectualismo empieza cuando tratamos de usar nuestra mente carnal para entender cosas espirituales o para activar el poder sobrenatural de Dios. Ahí es cuando nuestra mente carnal se convierte en un enemigo porque toma el lugar de la revelación divina. Si cedemos a nuestra mente carnal terminaremos dudando del poder de Dios.
Soy una persona inteligente y siempre me ha gustado estudiar; es más, Dios me ha permitido obtener varios títulos profesionales; sin embargo, al comienzo del ministerio fue un problema tratar de entender a Dios con mi mente, hasta que me di cuenta que sólo podría hacerlo a través de la revelación del Espíritu Santo. Fue entonces cuando le entregué mi mente al Señor para que la llenara con Sus pensamientos. Esa es la razón por la que necesitamos renovar nuestra mente (vea Romanos 12:2).
¿Qué sucedió al principio de la creación?
La caída del hombre ocurrió cuando Adán sustituyó la revelación de Dios por el conocimiento mental y el sentido común. Él desobedeció el mandato de Dios.
Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás. (Génesis 2:17)
Después que Adán pecó, el tiempo, el espacio y la materia vinieron a ser la base de su realidad. El pecado le quitó la capacidad de ver en el mundo espiritual. Por eso la mente carnal tiene problemas con aquello que no puede explicar, y le cuesta entender a Dios y Su poder sobrenatural. Hoy en día el intelecto determina nuestra realidad. Cuando recibimos a Jesús comenzamos un proceso de renovación de nuestra mente, por medio de los pensamientos de Dios. Las obras que Dios hizo en el pasado, las que está haciendo ahora y las que hará en el futuro están más allá de lo que entendemos. Nuestra realidad está determinada por el nivel de revelación que tengamos de Dios.
El intelecto causa que usted se conforme a esta dimensión natural, y cuando eso sucede ése es su límite. ¿Qué le dio Dios al hombre después de haber pecado? Dios le dio fe para que saliera del mundo o ámbito natural en el que había caído. La fe es la antena con la que Adán podía ver el ámbito espiritual, y desde ahí actuar en el espacio físico. Si la intención de Dios hubiese sido que el hombre viviera sólo en la dimensión natural nunca le hubiera dado fe.
¿Qué nos puede llevar más allá de la dimensión natural o mundana?
• La revelación o cono,cimiento revelado
• La fe
La mente carnal por naturaleza es anti-Dios.
Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. (Romanos 8:8)
El sentido común, la lógica y la razón, no pueden producir milagros. Por ejemplo, no pueden hacer que un ciego vea, que un sordo oiga, que un cáncer o un quiste desaparezcan o que un mudo hable. Por eso, tenemos que levantar una generación que no le tema a lo sobrenatural.
Mientras oía los testimonios al final de una cruzada de Sanidad y Milagros en Barranquilla, Colombia, me trajeron un niño a quien le iban a cortar un brazo porque tenía gangrena a causa de la herida producida durante un accidente. Cuando oré, el poder de Dios vino sobre él y lo sanó. Por fin pudo levantar el brazo después de haberlo tenido paralizado durante mucho tiempo. Al terminar el viaje le pregunté a mi hijo Ronald, qué le había impactado más de toda la cruzada y me respondió que jamás olvidaría el milagro que Dios hizo en aquel niño. Mi hijo está fundamentado en lo sobrenatural porque ha visto, oído y experimentado el poder de Dios.
El sentido común y la razón humana nunca producirán un milagro.
La generación de hoy no sabe que puede ir más allá del diagnóstico médico, más allá del problema financiero o de cualquier evidencia natural. Ahí es cuando los creyentes tenemos que anunciar las buenas nuevas y decirles que Jesús está vivo, que es poderoso para hacer más de lo que su mente humana entiende.
Durante otro servicio, un hombre que había venido por primera vez a nuestra iglesia se fue a casa con un milagro poderoso. Llevaba ocho meses conectado a un tanque de oxigeno, de día y de noche, porque sufría de fibrosis pulmonar, una enfermedad que lleva a que los pulmones se cicatricen y se tornen rígidos, lo que hace muy dificil y dolorosa la respiración. Ese día yo predicaba acerca del Dios sobrenatural que es nuestro Padre celestial, y le presenté a la iglesia un Jesús lleno de poder para hacer milagros. Este hombre activó su fe, pasó al frente, y delante de toda la congregación se quitó la máscara de oxígeno, y al fin pudo respirar con libertad. ¡El Señor lo sanó inmediatamente!
¿Cuál es el problema de la iglesiade Dios hoy en día?
La iglesia actual piensa en base a las habilidades humanas; por lo mismo, si algo no encuadra dentro de lo "normal", no lo creen y nada sucede. Consideran que la gente no va a un templo con la intención de ver algo extraordinario ni esperando que suceda algo sobrenatural. ¿Entonces para qué vamos a la iglesia? ¿Por qué vamos a trabajar si no esperamos que nos paguen? ¿Por qué vamos a un restaurante sí no esperamos comer? ¿Por qué vamos a la iglesia si no esperamos ver milagros o experimentar un evento sobrenatural, una sanidad, un cántico nuevo, una señal, una maravilla? Sí nada de esto ocurre en la iglesia, entonces algo anda mal.
¿Por qué la iglesia no espera que ocurra algo sobrenatural? Porque no sabe cómo traer lo sobrenatural a los servicios; porque no tiene revelación del Dios sobrenatural, eterno y todopoderoso. El humanismo, nos ha robado esto. Por esta razón los líderes y ministerios se han vuelto irrelevantes y fallan al no poder generar impacto en sus naciones e iglesias. Es tiempo de retomar la ruta marcada por la iglesia primitiva y volver a traer la revelación del Cristo vivo, resucitado, todopoderoso y sobrenatural.
Guillermo Maldonado. Como caminar en el poder sobrenatural de Dios. Editorial Whitaker House. Miami 2011. Pag. 31 a la 37.
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