¿QUÈ ES EL REINO DE DIOS?
El reino de Dios es el gobierno divino, invisible, que se establece en la tierra cuando se hace la voluntad de su Rey. Es Su orden total; es Su administración influenciando la tierra y reemplazando el sistema u orden mundano. El reino de Dios es el señorío y dominio del Rey sobre la tierra, el cual se manifiesta de una forma visible.
Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. (Mateo 6:13)
Jesús habló de tres ámbitos divinos: El reino, que es el gobierno de Dios; el poder, que es la habilidad de Dios; y la gloria, que es la presencia de Dios. La esencia de la enseñanza de Jesús es el reino, el poder y la gloria.
En el capítulo 1 del libro de los Hechos, Jesús les enseña a sus discípulos acerca del reino, por espacio de cuarenta días, con el fin de prepararlos para que recibieran el poder; esto ocurre en el capítulo 2, y enseguida, en el capítulo 3, vemos la manifestación de la gloria de Dios. En la actualidad, en unos ministerios se enseña mucho acerca del reino de Dios, pero con pocas demostraciones de Su poder. En otros, ocurre lo contrario; se ve mucho poder de Dios, pero poco se habla del reino. Incluso hay otros, en los que se habla acerca de la gloria, pero sin que el poder y el reino de Dios se manifiesten. Jesús les enseñó a sus discípulos acerca del reino porque sabía que para ser testigos efectivos en un mundo hostil, necesitaban el poder. Sabía además que los romanos y los fariseos harían todo lo que fuera necesario para que no quedasen pruebas o evidencias de Su resurrección.
¿Qué genera la revelación del reino en los creyentes?
• Estructura.
La revelación del reino produce en nosotros un espíritu que sabe usar la autoridad y sabe someterse a la misma. Sin esto, el poder puede destruir a la persona. La subyugación de Satanás sólo se entiende por la revelación del reino de Dios. Cuando llegamos a comprender esto, podemos ver la innegable superioridad del reino de la luz cada vez que confronta al reino de las tinieblas.
• Orden.
Donde no hay un rango de gobierno y autoridad establecido no puede haber orden. El caos y el desorden resultan peligrosos cuando tratamos con el poder de Dios.
• Visión.
Donde no existe visión, principios, carácter ni mentalidad de reino, el poder sólo podrá ser usado para cualquier cosa, menos para la expansión del reino de Dios y la bendición que Él
tiene para su pueblo. Sin la visión del reino, el poder se vuelve vano y hasta puede destruir a las personas.
• Propósito.
La revelación del reino es lo primero que debe venir a nuestras vidas. Este principio está vigente hoy. Vivimos en una sociedad hostil al evangelio de Dios, llena de maldad e iniquidad, y, sin Su poder no podríamos vencer ni tener éxito.
En el griego la palabra "poder" es dúnamis, que también significa fuerza poderosa, potencia o habilidad inherente al poder. Dúnamis es la capacidad para realizar milagros. Es el poder de Dios, Su habilidad sobrenatural, Su poder explosivo, dinámico e inherente a Él; es en suma, Su poder milagroso. Hoy en día, muchos círculos cristianos muestran una actitud negativa hacia este poder, por lo que la mayor parte nunca ha visto un milagro físico o una obra sobrenatural. Su poder está intrínsecamente ligado al mensaje del evangelio, y aquí radica la diferencia entre el cristianismo y otras religiones que no pueden producir una experiencia sobrenatural, simplemente, porque carecen del verdadero poder. En el libro de los Hechos, el poder sobrenatural de Dios está presente en cada uno de ·sus 28 capítulos. Por lo mismo, en la actualidad, hay un gran número de iglesias que están llenas de enfermos y oprimidos, porque han sustituido el poder de Dios con otras cosas.
La religión está falta de una experiencia con Dios.
SUSTITUTOS DEL PODER DE DIOS
Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?. (Gálatas 3:5)
Recordemos que el hombre es un espíritu que tiene un alma y vive en un cuerpo. El alma tiene sus funciones legítimas pero no puede tomar el lugar del espíritu. Cuando la gente se aparta de lo sobrenatural comienza a confiar en sus propias habilidades y fuerzas, moviéndose del espíritu al alma, al intelecto y a las emociones; entonces, ocurre una sustitución en la que la religión toma el lugar de la realidad espiritual. Veamos a continuación los sustitutos más destacados:
1-. La teología sin la inspiración del Espíritu Santo tomó el lugar de la revelación.
La teología es el hombre estudiando a Dios con su mente y su razonamiento. Este estudio es correcto, pero para que sea efectivo necesita la revelación del Espíritu Santo. En otras palabras, la humanidad necesita balancear el conocimiento que deriva del estudio de la Palabra de Dios, del conocimiento que proviene del Espíritu Santo. La combinación entre Espíritu y Palabra es lo que transforma nuestras vidas.
2-. La educación intelectual reemplazó el carácter.
La educación ocupa un lugar importante en la vida de un individuo; es esencial que nuestros jóvenes estudien, se gradúen y sean excelentes profesionales. Pero debemos entender que la educación intelectual no forma el carácter de los jóvenes, sólo los prepara para desempeñar un trabajo. Lo único que puede formar el carácter y transformar el corazón del hombre es el poder de Dios.
Es muy peligroso entrenar a la gente intelectualmente sin lidiar con su carácter.
Cuando usted educa la mente carnal (mundana) sin entrenar el carácter, está levantando un enemigo de Dios bien educado. Algunos seminarios teológicos no creen en la revelación sobrenatural del Espíritu Santo. Su única meta es educar mentes sin formar el carácter, por eso sus estudiantes se transforman en enemigos tenaces del evangelio del reino.
3-. La psicología y la psiquiatría sustituyeron el discernimiento espiritual.
La psicología es una parte de la filosofía que estudia el alma y la mente. La psiquiatría es la ciencia que estudia la psiquis del ser humano y las enfermedades conectadas a ella. Dios nos ha dado el discernimiento y la percepción para encontrar la raíz de los problemas; sin embargo, nosotros pretendemos solucionar problemas espirituales con estrategias y métodos psicológicos y psiquiátricos. Quienes aplican estas disciplinas tienen las mejores intenciones de ayudar a la gente, pero ellos no pueden lidiar con las raíces, las cuales son espirituales; sólo alcanzan a tratar las ramas, las cuales son superficiales.
4-. Los programas y planes de hombres sustituyeron la guía del Espíritu Santo.
Un principio bíblico afirma que, para que nuestra obra prospere, Dios debe tomar la iniciativa en todo (vea Proverbios 16:3; 16:9, Nvi). Sin embargo, hoy por hoy, pretendemos realizar los servicios en la iglesia, de acuerdo a nuestro propio programa; planeamos actividades con dos y tres años de anticipación, sin tomar en cuenta al Espíritu Santo. Por eso vemos los grandes desastres que ocurren en la iglesia.
5-. La elocuencia reemplazó la demostración del poder.
Los predicadores de hoy no imparten transformación al corazón de las personas porque han dejado fuera el ingrediente del poder de Dios. La gente corre tras el carisma y la iglesia se edifica sobre el don de un hombre y no sobre Jesucristo.
6-. Los apóstoles y profetas fueron reemplazados por buenos administradores.
Los apóstoles y profetas son los que traen rompimiento, revelación y poder a la iglesia; son los que Dios ha investido con unción para la guerra. Al sustituir apóstoles y profetas por buenos administradores se le quita mucho del poder de Dios a la iglesia.
7-. La razón, la lógica y la mente carnal sustituyeron el vivir por fe.
Tratar los asuntos divinos con una mente carnal nos lleva a limitar a Dios y perder lo sobrenatural. Fe es la habilidad para creer por encima de cualquier razón humana, porque supera todo razonamiento. En la Biblia, la mayoría de cosas que el Señor hizo, no tienen sentido.
8-. El mensaje motivacional substituyo el mensaje de la cruz.
La prédica motivacional es buena porque inspira a la gente, pero cuando se hace sin tener a Cristo como figura fundamental, no tiene poder alguno para cambiar el corazón de la gente. Eliminar o esconder a Jesús en una prédica, es anular el poder que Él activó con Su muerte y resurrección.
9-. La rigidez de las leyes, normas y reglas tomaron el lugar del amor.
Hoy en día, la iglesia está más pendiente de que la gente cumpla las tradiciones, normas y reglas de su concilio o denominación, que de darles verdadero amor. Sin embargo, es el amor el que desata el poder de Dios.
10-. El entretenimiento tomó el lugar del poder.
11-. La habilidad humana sustituyó la gracia de Dios.
La gracia es la habilidad divina que Dios nos da para ser y hacer todo lo que Él nos ha mandado y que no podemos lograr en nuestras propias fuerzas. Hay hombres y mujeres de Dios que tienen un ministerio sobrenatural, pero su carácter no da la medida; esto provoca que la gente los rechace a ellos y rechace lo sobrenatural. Ahí es donde interviene la gracia de Dios, cuando existen cosas que no podemos lograr por nosotros mismos. Cristo fue el único hombre perfecto que podemos encontrar y Su vida consistió en manifestar el poder sobrenatural de Dios. Él mantuvo un balance entre el poder y Su carácter. Si Él lo hizo nosotros también podemos hacerlo; ciertamente, con Su gracia.
La prédica motivacional es buena porque inspira a la gente, pero cuando se hace sin tener a Cristo como figura fundamental, no tiene poder alguno para cambiar el corazón de la gente. Eliminar o esconder a Jesús en una prédica, es anular el poder que Él activó con Su muerte y resurrección.
9-. La rigidez de las leyes, normas y reglas tomaron el lugar del amor.
Hoy en día, la iglesia está más pendiente de que la gente cumpla las tradiciones, normas y reglas de su concilio o denominación, que de darles verdadero amor. Sin embargo, es el amor el que desata el poder de Dios.
10-. El entretenimiento tomó el lugar del poder.
Los creyentes van a la iglesia en busca de entretenimiento; y los líderes usan este artificio para mantener la membrecía; pero realmente no los están cimentando en el poder de Dios.Por eso es que el pueblo de Dios no alcanza a ver una diferencia real en su existencia.
Cuando comenzamos a entretener a la gente es porque hemos perdido poder.
11-. La habilidad humana sustituyó la gracia de Dios.
La gracia es la habilidad divina que Dios nos da para ser y hacer todo lo que Él nos ha mandado y que no podemos lograr en nuestras propias fuerzas. Hay hombres y mujeres de Dios que tienen un ministerio sobrenatural, pero su carácter no da la medida; esto provoca que la gente los rechace a ellos y rechace lo sobrenatural. Ahí es donde interviene la gracia de Dios, cuando existen cosas que no podemos lograr por nosotros mismos. Cristo fue el único hombre perfecto que podemos encontrar y Su vida consistió en manifestar el poder sobrenatural de Dios. Él mantuvo un balance entre el poder y Su carácter. Si Él lo hizo nosotros también podemos hacerlo; ciertamente, con Su gracia.
El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. (Juan 14:12)
12-. Las tradiciones sustituyeron la Palabra.
. . . invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. (Marcos 7: 13)
Es común ver en ciertos círculos cristianos que la prédica gira en torno a las tradiciones que fueron transmitidas por los antepasados. Esos líderes no se dan cuenta que con eso anulan el efecto de la Palabra. El hecho que sean tradiciones muy antiguas no significa que vengan de Dios. Es más, si no producen vida ni transformación en la gente, no son de Dios, no son para este tiempo, no son imprescindibles y no pueden sustituir a la Palabra que cambia vidas.Cuando vemos los sustitutos del poder de Dios, nos damos cuenta de, por qué no hay poder en la iglesia y por qué muy rara vez ocurren salvaciones, sanidades o milagros. Si usted ha estado operando con algunos de estos sustitutos, arrepiéntase hoy, pídale perdón a Dios y vuélvase a Él para manifestar Su poder sobrenatural en esta generación. La siguiente oración le puede servir de guía para lograrlo:
Señor Jesús, me arrepiento por haber cambiado Tu
poder por sustitutos humanos y te pido que vuelvas a
llenarme con Tu poder sobrenatural para cumplir Tu
propósito aquí, en la tierra.
Pídale al Señor que lo llene de Su poder, ahora mismo.
Guillermo Maldonado. Como caminar en el poder sobrenatural de Dios. Editorial Whitaker House. Miami 2011. Pag. 39 a la 47.
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