jueves, 9 de octubre de 2014

LA PATERNIDAD

    Dios entra en una relación intima con todo persona que ha aceptado a Cristo como Señor y Salvador personal, y en base a eso le adopta como su hijo (Juan 1:12). Cuando recibimos a Cristo pasamos a formar parte de la familia de Dios.
   Como creyentes necesitamos recibir a Dios no solo como Señor y Salvador, sino también como Padre, y aprender a vincularnos con Él como hijos. En pocas palabras, La paternidad divina es una de los grandes privilegios y beneficios que nos provee la obra de Jesucristo.“Miren con cuán grande amor nos ha amado el Padre para que seamos llamados Hijos de Dios… Amados, ahora somos Hijos de Dios” (1ra. Juan 3:1-2)

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