lunes, 16 de julio de 2018

EL PROPÓSITO DE LA AUTORIDAD ESPIRITUAL. Parte I

   

 En Dios, todo se hace por un propósito. No hay nada que Dios cree, imparta o nos dé sin que tenga un propósito en esta tierra o en la eternidad. Con lo que hemos visto ahora, a través de los capítulos anteriores, sabemos que la autoridad dada por Dios tiene un propósito eterno que se ejerce en la tierra. Aquí es donde se libra la batalla entre el Reino de Dios y el reino de su enemigo; entre el reino de la luz y el reino de las tinieblas. Dios creó a Adán y le dio autoridad sobre  la creación para tomar dominio en la tierra; Adán perdió esa autoridad y quedó preso de maldición, esclavitud al pecado y a Satanás. Entonces, vino a mi Cristo y por su obra en la cruz, recuperó esa autoridad y la entregó a la  iglesia, para que volviera a poner  a Satanás bajo sus pies y manifestara el poder sobrenatural de Dios a la humanidad.


   Sin la autoridad que Jesús recuperó, todo ejercicio del poder sobre el diablo era ilegal. El enemigo sabía eso; y desafiaba constantemente al pueblo de Dios. Sabía que el ser humano no tenía autoridad sobre él. Hoy por hoy, con la obra de Cristo y el empoderamiento del Espíritu Santo, lo único que le falta a la iglesia es la revelación de esa autoridad y de su posición en el ámbito espiritual. Si vivimos en derrota en algún área de nuestra vida, es porque no hemos recibido la revelación de quiénes somos y qué podemos hacer.


¿Quién puede ejercer autoridad espiritual? Creo que la respuesta a esta pregunta es clave para todo creyente que tiene dudas acerca de que si puede o no ejercer autoridad, y cómo, cuándo, y dónde la puede ejercer. La respuesta es clara y sencilla. Cada creyente nacido de nuevo que esté bajo sumisión a Dios y a la autoridad delegada puede ejercer la autoridad que Cristo le delegó a la iglesia sobre el diablo, sus demonios, sus obras, las enfermedades, la pobreza y todo lo que afecte el territorio que Dios le ha asignado, porque todos somos los representantes de la ley y del gobierno de Dios.


1-.El propósito principal de la autoridad es ejercer el poder sobrenatural  de manera legal.
   “De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él” (Mateo 11.11). 

    En el ámbito de la autoridad, el creyente representa a Dios y a su gobierno. Y Mateo 11 . 12 sigue diciendo: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”. El original griego dice “…el reino de los cielos ha sido administrado por la fuerza y los que están en gobierno o en poder lo controlan”. Es decir, la llave es para los que están en el gobierno. Éstos son los que tienen la llave para atar y desatar (Mateo 16.19). La palabra “atar” significa restringir, arrestar, cerrar, ligar, prohibir, declarar ilegal o ilegítimo, impropio. “Desatar” significa desligar, liberar, soltar, deshacer, permitir, dar permiso a que opere, desamarrar, declarar algo legítimo o legal, declarar algo propio, abrir, quitar. No se queje de las circunstancias. Dios ésta en control a través de usted. Lo que usted permita sucederá y lo que no permita no sucederá, porque Dios le ha dado la autoridad de atar y desatar desde una posición de gobierno espiritual. Cuando el enemigo no ve gobierno reta su autoridad. ¿Será por eso que usted le ordena que se vaya  de su negocio, familia, hijo y no se va? Ponga en orden el área de su dominio (hogar, familia, negocio, finanzas, ministerio, iglesia- si ha sido enviado-), y entonces comience a atar al enemigo en las áreas que están siendo atacadas.
 
   En salmos 8. 4-6, el salmista revela: “¿Qué es el hombre, para que tenga de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies”. Ésta es una de las declaraciones más poderosas que leemos en las Escrituras; nos narra cómo y por qué fue creado el hombre y con qué autoridad fue puesto en esta tierra. La intención original de Dios fue duplicarse a sí mismo en el hombre. En la Creación, el orden de autoridad fue Dios, el hombre y los ángeles. La versión original dice “…Lo creo un poco menor que Elohim, (uno de los nombres de Dios)”. Los ángeles nunca fueron hechos para estar por encima del hombre sino para servirlo. “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?(Hebreos 1.14).

  Cristo, en la cruz venció la muerte, la enfermedad, el pecado, la pobreza, el diablo, la opresión, las ataduras, el mundo, a satanás y sus demonios; y sobre todo eso, nos dio autoridad. Ahora usted tiene que tomar esa autoridad. La autoridad es algo que se toma; si usted no la toma, la gente, el diablo, las circunstancias tomará el dominio sobre usted. Y será así, una y otra vez, en una y otra situación, hasta que diga ¡basta ya! Mientras usted no se canse, no tomará la autoridad. ¿Cuál será su decisión hoy, después de leer esto?¿Tomará autoridad sobre esa enfermedad ahora mismo? ¿Se decidirá a tomar autoridad sobre esa opresión? Tome autoridad sobre esas circunstancias que le están arruinando la vida; tome autoridad sobre todo espíritu inmundo que está destruyendo su familia y ordéneles que se vayan. ¡Ordénele a ese monte que se mueva en el nombre de Jesús! 

2-. En el Reino, todo acto de Poder y Autoridad tiene el propósito de establecer orden.
   Nuestro Rey, Jesús, trae orden en todas las áreas de la vida: Cuerpo, mente, emociones, finanzas, familia, etcétera. El requisito para que el Reino venga es el orden. Cuando no lo hay, el Reino no viene, y por esa causa necesitamos el poder que respalda la autoridad. El orden siempre es contrario a toda obra del diablo, porque en él  todo siempre es caos y confusión.
Guillermo Maldonado. Poder y autoridad para destruir las obras del diablo. Primera edición.Octubre2015. Editorial Ministerio internacional El Rey Jesús. Paginas 54- 57

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