sábado, 30 de enero de 2016

JESÚS Y LA CRUZ, LA ÚNICA FUENTE LEGAL DE PODER SOBRENATURAL. Parte II


LA MUERTE  ESPIRITUAL.

    Si usted considera que el dolor físico experimentado por Jesús en el Calvario fue horrible, mayor aun fue Su sufrimiento espiritual. Él tuvo que cargar con el concentrado nauseabundo de toda la maldad y la suciedad del pecado humano, de la iniquidad y la maldad humana, acumulados a través de todos los tiempos, edades y generaciones. Él cargó con todos los pecados de resentimiento, homosexualidad, odio, mentira, rechazo, maldiciones generacionales, robo, abortos, asesinatos, abusos sexuales, enfermedades, idolatría, brujería, satanismo, y mucho más. Jesús no sólo se hizo pecado, sino que además fue hecho una raíz de maldad, lo que la Biblia llama, en Romanos 7:18

"naturaleza pecaminosa" {Nvr). Él bebió la copa y se estremeció por la oscura y tenebrosa sustancia que contenía. En esa condición subió a la cruz y desde allí clamó: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Mateo 27:46).

    Por primera y única vez el Padre y el Hijo se separaban, porque la iniquidad del hombre levantó una barrera entre ellos. Ése no fue un momento de comunión con Dios, como los que vivieron algunos mártires de la iglesia cristiana mientras eran apedreados, quemados o devorados por leones; en aquellos casos, la presencia de Dios inundaba su ser y Su gracia les ayudaba a morir en paz. En el caso de Jesús no fue así. Jesús quedó completamente solo, apartado de la presencia del Padre y privado de Su gracia. Por causa de nuestros pecados, el Padre abandonó a Jesús, justo cuando el Hijo más necesitaba a Su Padre. Entender esto debe llevarnos a amar más a Dios y a odiar el pecado tanto como Él lo odia.

                       Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: ¡Consumado es! (Juan 19:30)

   En griego, la palabra para "consumado" es tetelestai, que significa "está finalizado, terminado, completo, pagada la deuda, satisfecha, acabada, cumplida". En otras palabras, Jesús dijo: "Ya no queda deuda, todo ha sido pagado por completo; no existe más deuda por pecados". El grito de Jesús al expirar, no fue un grito de dolor ni de angustia; por el contrario, fue un grito de victoria; como el de un gladiador tras ganar un combate. Al presenciar la muerte de Jesús, a la luz de los Evangelios, podemos percibir lo cruel y horrible que fue. Todo lo que Jesús hizo en la cruz lo hizo por amor a nosotros. Su muerte física y espiritual desató el poder sobrenatural que necesitábamos para ser perdonados, sanados y liberados.

     En el mismo instante que Jesús murió, el velo del templo se rasgó, de arriba hacia abajo, significando así que el camino hacia el Lugar Santísimo ahora está abierto. Entonces, las tumbas de muchos de los santos fueron abiertas y comenzaron a caminar por la ciudad.

    Después que Jesús entregó Su espíritu y murió, el centurión que permanecía en guardia al pie     mbrado y no le quedó más que arrodillarse y reconocer que Jesús verdaderamente era el hijo de Dios. (Vea Mateo 27:54).

LA RESURRECCIÓN.

Porque así como tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre de un gran pez, también tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en las entrañas de la tierra. (Mateo 12:40)

    El pecado y la muerte habían sido derrotados; pero todavía quedaban cosas pendientes. Tal como Jesús había profetizado, tenía que ir al infierno, porque la justicia de Dios así lo demandaba. Allí le quitó las llaves del infierno y de la muerte a Satanás. El aguijón de la muerte no lo pudo retener. Dios el Padre levantó a Jesús de entre los muertos para que se sentara en el trono de gloria. Dios le dio todo poder y autoridad en los cielos y en la tierra. Entonces, Jesús nos dio el mismo poder y la misma autoridad para ir en Su nombre a proclamar el evangelio del reino a todo el mundo.

    Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. (Hechos 1:8)

    La revelación de la cruz  es el sacrificio que Jesús ofreció por la raza humana, con todas sus consecuencias y beneficios. La cruz implica dos roles fundamentales para el Hijo de Dios:

 Jesús es el sacerdote que ofrece el sacrificio.
   Nos convenía tener un sumo sacerdote así: santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores y exaltado sobre los cielos. que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los delpueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. (Hebreos 7:26-27)
 
Jesús fue el sacrificio.
     La sangre de machos cabrios y de toros, y las cenizas de una novilla rociadas sobre personas impuras, las santifican de modo que quedan limpias por Juera. ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios ... ? (Hebreos 9:13-14)

   La palabra "eterno" significa que supera los límites del tiempo. El evento de la cruz cambió la historia, pero fue más allá. Incluyó el pago de todos los pecados de la raza humana, de todas las edades, de todos los siglos y milenios; del pasado, presente y futuro; incluso los pecados de todos los que aún no han nacido.

   La cruz es la base de Dios para una total y absoluta provisión al ser humano.

    Todo lo que necesitamos en este tiempo y en el venidero; sea mental, emocional, material, financiero o espiritual; sea poder, autoridad, amor, salud, sanidad, o cualquier otra cosa, ya fue provisto en la cruz. No hay otra fuente. En la iglesia de Cristo se predican muchos mensajes, las librerías están llenas de todo tipo de libros que cubren el espectro total del saber cristiano, y todos ellos son buenos, pero ninguno funcionará si no nos apropiamos del poder de la cruz.

La cruz es la única fuente genuina de poder sobrenatural.

   Es tiempo que la iglesia predique el mensaje de la cruz; éste tiene que ser el centro de todo mensaje, debe tener toda nuestra prioridad. No podemos opacar la obra de la cruz como lo hicieron los gálatas. Dios le dijo al pueblo judío al salir de Egipto, que cuando levantara un altar no pusiera nada alrededor, ni árboles ni decoraciones ni otros objetos que separaran a la gente de Su presencia. Este es un ejemplo para nosotros; no podemos rodear el mensaje de la cruz con nada que le robe la atención o le quite supremacía a Jesús. Ninguna religión en el mundo tiene nada que pueda concordar con el mensaje de la cruz.

La cruz, ¿ es algo abstracto o una realidad?
 
   Los filósofos hacen especulaciones en lo abstracto, pero el mensaje de la cruz es un acontecimiento real en la historia y en la eternidad. No hay otra posibilidad; es una realidad y una verdad. Es el evento más importante de la historia. Cuando dejamos de poner la cruz en el centro, nuestra fe pierde su significado y terminamos enredados en medio de un montón de tradiciones, regulaciones, legalismos y estatutos, imposibles de obedecer.

¿Qué poder sobrenatural desató Jesús en la cruz?
 ¡Gálatas torpes! ... ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? (Gálatas 3:1, 3)

    Jesús desató en la cruz la gracia sobrenatural de Dios. La gracia es un regalo inmerecido. Es Su presencia eterna y siempre llena de poder, que nos da la habilidad de ser y hacer todo aquello que no podemos lograr en nuestras propias fuerzas. Cuando actuamos sin la gracia de Dios caemos en legalismo, como les sucedió a los gálatas. Lo mismo ocurre en la iglesia de hoy; por eso no hay poder. ¿Cómo responde el enemigo a la obra de la cruz? Satanás suele cóntraatacar la obra de Jesús en la cruz del Calvario mediante el espíritu de brujería, que intenta eclipsada y trae carnalidad, legalismo y paganismo. Éste ha sido siempre un patrón en todas las congregaciones que han recibido el ataque. Sin duda, ellegalismo es producto de la carnalidad causada por la brujería.

¿QUÉ ES EL LEGALISMO?
 
   Legalismo es el intento humano de cumplir la ley en fuerza propia, es tratar de ser santo o justo por medio de guardar reglas, tradiciones y formas. Legalismo es agregar cualquier otra cosa a los requisitos establecidos por Dios para ser justos. Todo lo que Dios nos pide es que creamos, ya que por la fe en Jesús y Su obra en la cruz somos justificados.

 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición. (Gálatas 3:13)
 
   Cuando una persona confía en sus propias fuerzas para ser salva o para recibir las bendiciones de Dios, automáticamente cae en la maldición de los gálatas.
El legalismo nos lleva a caer en la brujería y la brujería nos lleva a caer en maldición.
Bibliografia.
Guillermo Maldonado. Como caminar en el poder sobrenatural de Dios. Editorial Whitaker House. Miami 2011. Pag.80  a la 86.

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