domingo, 10 de mayo de 2015

LA UNCIÓN Y EL CARÁCTER. Tercera parte.



   Dios desea un balance entre lo que es el carácter, el carisma, el fruto y el poder. Sin embargo, hay lìderes que le dan demasiado énfasis al carisma y poco al carácter, mas lo que sostiene el carisma es el carácter. Màs adelante, en este capìtulo, ampliaremos conceptos de lo que es carisma y carácter. Por el momento, vamos a definir ambos puntos de la siguiente manera: 

 ¿Què es carisma? Es el conjunto de habilidades y dones dados por Dios y por los cuales no tuvimos que hacer nada para recibirlos.
¿Què es el carácter? Es lo que somos internamente, es lo que pensamos y hacemos cuando estamos solos. Ademàs, es la manera de reaccionar cuando estamos bajo presiòn, tanto en pùblico como en privado, la actitud que tenemos cuando nos maldicen y nos critican. Sin lugar a dudas, el fundamento de un lìder es su carácter, y sobre esta base es donde se edifica un ministerio, y la edificación misma es su carisma. Si el ministro està bien fundamentado, podrà levantar un ministerio fuerte, o si por el contrario, es de carácter dèbil, serà un ministerio vulnerable a la tentaciòn y a las circunstancias.

   Una persona con un mal carácter puede destruir en un segundo lo que le ha tomado años edificar. Con un mal carácter, se puede herir a otros, y con un mal testimonio, se puede manchar el evangelio, causar grandes conflictos en las iglesias, tener matrimonios en conflicto, entre todos. Los individuos, con un mal carácter, mienten y hacen todo tipo de cosas que desagradan a Dios.

   Un buen ejemplo es el de un pastor que lleva a su congregación una persona que canta maravilloso y toca piano de una manera espectacular, pero es un individuo que vive una doble vida. En su casa es un mal padre y un mal esposo, tiene una personalidad explosiva, maltrata a sus hijos verbalmente y no tiene privilegiada y toca el piano perfectamente. El ministerio de este individuo està basado en dones, talentos y carisma, mas no en el carácter. El resultado de esto, es que puede caer en cualquier momento.

¿Què hacemos con esta persona? Esta persona necesita que su carácter sea formado. Para ello,Dios ha puesto hombres y mujeres para desarrollarlo.

 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevò cautiva la cautividad y diò dones a los hombres. Y eso de que subiò, ¿què es, sino que tambièn habìa descendido primero a las partes màs bajas de la tierra? El que descendiò, es el mismo que tambièn subiò por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y èl mismo constituyò a unos, apòstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas, a otros, pastores y maestros. Ef 4.7-11.

   Personas como èl necesitan de un mentor que los tome de la mano, los guìe, los corrija, que lo sane y que los ayude a madurar su carácter. Cuando nosotros como pastores deseamos poner a alguien en liderazgo, siempre debemos preguntarnos si esa persona tiene el carácter como el de Cristo, si es el mismo en pùblico y en privado. Èsta es solamente una de las razones por las cuales es muy importante conocer la diferencia entre carisma y carácter.

   Entonces, carisma es el talento y la habilidad dada por Dios cuando somos llamados aservirle, y para lo cual no tuvimos que hacer nada para ganarlo. ¿Còmo la recibimos?...por su gracia; no toma mucho tiempo para desarrollarla. Como pastor, yo no tuve que hacer nada para tener la habilidad de predicar. Predicar, para mì, fue un don que Dios me impartiò cuando me llamò. Yo no tuve que pagar un precio por esto.

¿QUÈ ES CARÁCTER?

   Como mencionamos anteriormente, el carácter es lo interior de una persona y es demostrado en sus acciones, principalmente, cuando està bajo presiòn.

    Lo podemos definir como la suma total de sus caracterìsticas positivas y negativas que salen a la superficie en su diario caminar. El verdadero carácter de una persona se revela cuando las circunstancias, las personas y los problemas traen presiòn a su vida. 

   Tomemos como ejemplo a una mujer que se enamorò de un hombre. Cuando estaban de novios, èl era muy dulce, amable y cortès, pero cuando se casaron, empezaron a tener roces. Cuando vino la presiòn, èl explotò en ira, hablaba malas palabras, entre otras cosas. Èste era el carácter real de aquel hombre desde el principio, pero que vino a relucir cuando tuvo conflictos con su esposa. El carácter de una persona sale a la superficie, cuando la presiòn de la vida està sobre èl.

   El carácter de una persona se manifiesta de siete maneras: 

En el pensamiento. Es cuando un individuo, frecuentemente, tiene malos pensamientos y medita en ellos. La palabra dice que, de la manera en que el hombre piensa en su corazón, asì es èl. “porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es èl” Prov. 23.7
En los valores. Los valores los podemos definir como algo que hacemos de forma constante y està basado en los principios de la palara. Es actuar de acuerdo a nuestras creencias y a lo que somos interiormente.
En las motivaciones. Lo que nos motiva a ejecutar lo que hacemos, nace del carácter. Si la motivación es incorrecta, refleja quiènes somos por dentro.
Las actitudes. Estas nacen del carácter. Tanto las positivas como las negativas. Una actitud negativa o positiva es contagiosa. Debemos observar nuestra actitud hacia la vida.
Los sentimientos. Los expresamos a travès de nuestro carácter; algunas veces tenemos malos sentimientos hacia otros.
Los acciones. El carácter se refleja por nuestras acciones hacia Dios y hacia los demàs. A diferencia del carisma, que es regalo de Dios y nada tenemos que hacer para desarrollarlo, el carácter no es instantàneo. Para tener un buen carácter, tenemos que morir a nuestro ego, a nuestra imagen, a nuestros sueños, a nuestros propios deseos, crucificar la carne y modelar la
imagen de Cristo; tenemos que desarrollarlo a la imagen de Dios. El desea cambiar y formar nuestro carácter.

   En el curso de mi propio ministerio, he aprendido que Dios nos usa sòlo en la medida en que nuestro carácter se va perfeccionando, porque de no ser asì, los dones y las habilidades que hemos recibido vendrìan a ser nuestra propia destrucción. El carisma es dado, el carácter es desarrollado.

¿Còmo se desarrolla el carácter de Dios en nosotros? 
Con los tratos de Dios. Éstos son instrumentos diseñados por Dios para desarrollar nuestrocarácter. Algunas veces, Dios tiene que lidiar con nosotros de una manera fuerte, trayendo un trato para cambiar nuestra vida.
Las pruebas y las tribulaciones. Éstas estàn diseñadas para lidiar, desarrollar y mejorarnuestro carácter.

¿Cuàles son algunas de las cualidades màs importantes del carácter para incrementar y fluir en la Unciòn del Espìritu Santo?

   Para tener un ministerio con buen fundamento, existen virtudes que deben ser parte de nuestro carácter y de nuestra vida. A continuación, vamos a estudiar cada una de ellas:
La integridad. Cuando decimos que alguien es ìntegro, nos referimos a uno que no tiene mancha moral, uno que no tiene motivaciones impuras, alguien que no tiene corrupción, sino que es puro, completo, unificado en espìritu, alma y cuerpo.

“Presentàndote tù en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanzas mostrando integridad, seriedad” Tito 2.7
 
   La integridad debe ser parte de la vida de todo creyente que desea moverse en la unciòn. El Señor no usa ni derrama su Unciòn en personas cuyas motivaciones y propòsitos sean para engrandecer al hombre, al ministerio o la organización. Un hombre ìntegro es siempre el mismo, no importa donde estè, con su familia, en la iglesia, en el trabajo, en pùblico y en privado, no tiene miedo de mostrar sus debilidades y faltas, porque no vive por apariencias, sino que es transparente y maduro. Las personas ìntegras cumplen su palabra todo el tiempo.

“Alegraos, oh justos, en Jehovà; en los ìntegros es hermosa la alabanza” Salmos 33.1
“La integridad de los rectos los encaminarà; pero destruirà a los pecadores la perversidad de ellos” Prov.11.3
  
La humildad. Es reconocer que todo lo que somos y tenemos viene de Dios. Es saber quiènes somos en Cristo, sin jactarnos o deprimirnos. Es tener la habilidad de transferir la gloria a Dios. Todo el que desee fluir en la Unciòn debe caminar en humildad, reconociendo siempre su dependencia total de Dios, transfirièndole la gloria en todo tiempo. Es tambièn, considerar a los demàs superiores a nosotros. “Porque asì dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espìritu, para hacer vivir el espìritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados” Is. 57.15
La obediencia. Hay virtudes que hacen a un hombre y a una mujer grandes delante de Dios. Una de esas grandes virtudes es la obediencia. Cuando Dios unge a una persona y le confìa su Unciòn, espera que sea obediente. El mismo dijo: quiero obediencia y no sacrificio. Un pequeño acto de obediencia puede abrir grandes puertas en el Señor. Juan Bautista nunca sanò un enfermo, nunca resucitò un muerto, nunca abriò el mar, ni hizo algùn milagro, sin embargo, Jesùs dijo lo siguiente de èl:
“De cierto os digo: entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el màs pequeño en el reino de los cielos, mayor es que èl” Mateo 11.11
   La pregunta que surge es: ¿Què hizo grande a Juan si no hizo ningùn milagro? Por supuesto que fue su obediencia al llamado de Dios en su vida. En otras palabras, la obediencia impresiona al Señor y nos puede llevar a ser grandes delante de sus ojos y no delante de los ojos del hombre.

Bibliografia.
Guillermo Maldonado. LA UNCION SANTA. pagínas 7 al 9.

No hay comentarios:

Publicar un comentario