miércoles, 1 de abril de 2015

LA FUENTE DE LA VISIÓN.Segunda parte.

Tú Fuiste Diseñado Perfectamente para Realizar y Completar Tu Propósito

   Cuando Dios te creó con un propósito, El también te diseñó perfectamente para que seas capaz de realizarlo. Esto significa que El te preparó en una manera específica para que tú pudieras tener todos los componentes necesarios para poder cumplir la visión que El te dio. Tú nunca tienes que preocuparte por el hecho de que seas capaz o de que no seas capaz de cumplir o realizar la visión de tu vida. El hecho de que tú fuiste creado para realizarla significa que tú ya posees todo lo que se necesita para cumplirla. Dios siempre nos da la habilidad para hacer cualquier cosa que El nos pide.

La Visión Es Acerca de Dios.

   El propósito, por lo tanto, es la fuente de tu visión. Tu propósito existió antes de que tú llegaras a existir. Aquello para lo cual tú naciste fue realizado por Dios aun antes de que tú entraras en escena, y El ordenó tu nacimiento a fin de que tú lo realices. Dios no te creó y entonces dijo, "Déjenme ver qué es lo que puedo hacer con éste". El no sólo crea algo para después decidir en qué lo va a usar. El siempre sabe primero lo que El quiere, y entonces, El asigna a alguien o algo para que lo realice para El.

La visión no es nuestra perspectiva privada del futuro, sino la perspectiva inspirada por Dios de nuestro futuro.

   Por consecuencia, en Su misma esencia, la visión no es acerca de nosotros-es acerca de Dios. En Proverbios 19:21 dice lo siguiente, "Muchos son los planes en el corazón del hombre, mas el consejo del Señor permanecerá". La verdadera visión no es un invento humano. Trata acerca de los deseos que Dios quiere impartirnos. No es nuestra perspectiva privada acerca del futuro; al contrario, es la perspectiva inspirada de Dios acerca de nuestro futuro. La visión es aquello en donde Dios quiere que contribuyamos para la edificación de Su reino en la tierra. Su propósito fue perfectamente establecido mucho antes de que tuviera cualquier plan para nuestras vidas. Debernos consultar a Dios para poder conocer Sus propósitos para nosotros, y de esta manera, podamos hacer los planes adecuados. En Eclesiastés 3:14 dice lo siguiente, "Sé que todo lo que Dios hace será perpetuo; no hay nada que añadirle y no hay nada que quitarle; Dios ha obrado así, para que delante de El teman los hombres".

Tú Ya Conoces Tu Visión

   En cuarto lugar, debemos entender la clave para poder reconocer la visión personaL Después de leer mis libros acerca del propósito, mucha gente me escribe y me dice, "Bien, ya leí tu libro. Es maravilloso y ha cambiado mi vida. Yo estoy listo para salir adelante, excepto por el hecho de que no sé cuál es mi visión. Dime cómo poder encontrarla". Para poder encontrar tu visión, tú tienes que ver dentro de ti mismo, que es el lugar donde Dios la ha colocado. La clave es ésta: la voluntad de Dios está tan cerca de nosotros como nuestros pensamientos más persistentes y como nuestros más profundos deseos.

La Visión Está Tan Cerca de Ti Como Lo Están Tus Más Profundos Deseos

   El Salmo 37:4 nos dice, "Pon tu delicia en el Señor, y El te dará las peticiones de tu...." ¿Deseos de tu qué? "Tu corazón" (v. 4). Espera un momento. ¿Acaso Dios no nos da deseos del cielo? Sí, sí lo hace. Nuestros deseos se originaron ahí, pero debes recordar que Dios ha colocado los deseos que tiene para ti dentro de tu corazón. El puso los planes para tu vida dentro de ti cuando tú naciste, y estos planes nunca han salido de ti. El corazón, en este caso, significa tu mente subconsciente. Dios puso sus planes ahí porque El quiere estar seguro que tú los encuentres. Algunas veces, sus ideas llegan en formas múltiples. Dios tal vez puso cinco o seis cosas en tu mente que El quiere que tú hagas, y cada una de ellas es para una temporada diferente o para una época diferente de tu vida.

   Pero ya sea que El te dé una idea o seis ideas, los pensamientos de Dios son consistentes. Van a estar presentes a través de toda tu vida. No importa hasta qué edad crezcas, los mismos pensamientos van a seguir regresando hacia ti y los deseos nunca te van a dejar. Esto se debe a que la voluntad de Dios para ti nunca cambia. La Biblia dice, "Los dones y los llamamientos de Dios son eternos e irrevocables" (Romanos 11:29). Los detalles específicos de tus planes pueden cambiar a medida que se desarrolla tu propósito, pero tu propósito en sí, es permanente. No importa lo que suceda en la vida, tú nunca vas a poder huir de aquello que Dios puso en tu corazón para realizar.

La visión te posee por completo; tú no posees a la visión.

   Todos los pensamientos, ideas, planes y sueños que se mantienen consistentes dentro de ti, fueron puestos ahí por Dios. No importa cuántas veces tú te olvides temporalmente de ellos, ellos siempre van a regresar a tu mente. La visión es la idea que nunca te deja, es el sueño que nunca se desvanece, es la pasión que nunca se rinde, es ese deseo "tan irritante", que está tan dentro de ti y que hace que tú no puedas disfrutar tu trabajo actual debido a que siempre estás pensando en aquello que deseas estar haciendo. La visión es lo que te mantiene viendo, aun cuando tengas tus ojos cerrados.

Mucha gente ha estado buscando la voluntad de Dios en todos lados, excepto dentro de ellos mismos.

   Yo he encontrado que la gente continuamente está esperando que Dios les diga qué hacer, siendo que esto ya les fue dado. La gente religiosa, especialmente las gentes cristianas, han estado buscando la voluntad de Dios en todos lados, excepto dentro de ellos mismos. Es necesario que ellos se den cuenta de que no reciben sus propósitos después de que han nacido de nuevo; sus propósitos les fueron dados desde el momento en que nacieron físicamente. Dios nos ha salvado debido a que El nos ha dado tareas y responsabilidades que El no quiere perder. Tú no fuiste salvo por el sólo propósito de ir al cielo; tú fuiste salvo para que termines tus tareas y responsabilidades en la tierra. De hecho, Dios te redimió debido a la visión que llevas dentro de ti. La Biblia dice, "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas" (Efesios 2:10, se añadió énfasis).

   Mucha gente me pregunta cómo es que Dios nos habla. Ellos dicen, "Yo quiero oír algo que Dios me diga. ¿Acaso El habla en voz audible? ¿Acaso El va a venir en medio de la noche y va a susurrar en mi oído? ¿Acaso El habla a través de algún tipo de animal o escribe en la pared de la misma manera como Ello hizo en el Antiguo Testamento?" Ellos no se dan cuenta de que Dios ha estado hablándoles desde que nacieron, y que El sigue hablándoles actualmente. Dios les habla a través de los pensamientos, de las ideas y a través de las visiones que ellos tienen en su mente. Si tú no tienes clara tu visión, tú puedes pedirle a Dios que te revele los deseos más profundos que El ha colocado dentro de ti.

   Algunas personas llaman a los teléfonos de los adivinos y de los psíquicos para que otros les digan acerca de su futuro. Tú no necesitas consultar psíquicos, ni leer el tarot. La cosa más triste es que los cristianos hacen casi lo equivalente de estas cosas cuando ellos corren de una reunión a otra reunión, pidiéndole a la gente que les profeticen acerca de su futuro, sin llegar a entender que Dios ya les ha dado su visión directamente a ellos mismos. Un profeta puede confirmar tu visión, pero ni él ni ella te puede dar tu visión. Dios te la da a ti directamente, y El te la revela a medida que tú lo escuchas a El y lo sigues. Dios dice,
"Volveos a mi reprensión: he aquí, derramaré mi espíritu sobre vosotros, os haré conocer mis palabras" (Proverbios 1:23), y también dice,no"Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo" (Jeremías 31:33). Dios pone Sus pensamientos dentro de nosotros a través del Espíritu Santo. Lo que tenemos que hacer es escuchar a lo que Dios nos ha dado en nuestro corazón y en nuestra mente.

La Visión es Mucho Más que "Sólo Tener Interés por Algo"

   Una manera de discernir si algo es una visión que viene de Dios es por medio de determinar si acaso tú tienes un verdadero  deseo de hacerlo o si sólo se trata de un interés pasajero en ello. Tú puedes estar interesado en algo, pero sin tener una verdadera pasión para hacerlo. Pero si tú tienes pasión, tú vas a buscar activamente tu visión y las cosas van a comenzar a suceder y van a hacer que comience a realizarse. Recuerda que una persona con visión es más grande que la fuerza pasiva de noventa y  nueve gentes que sólo están interesados en hacer algo o en llegar a ser alguien.

La Visión Va a Persistir aun Teniendo Todas las Probabilidades en Su Contra

   Otra manera de poder reconocer una verdadera visión es cuando tú perseveras en tu sueño o visión a pesar de todos los grandes obstáculos que se te presenten. Cuando muchas personas piensan acerca de sus sueños o visiones, ellos dicen, "Oh, no, eso es imposible para mí", así que, ellos se conforman con hacer algo mucho menor y terminan completamente vacíos interiormente y sin realización alguna. El problema muy frecuentemente es que hemos sido entrenados y que nos han lavado el cerebro nuestras sociedades para que pensemos en pequeño, para pensar en pequeño, para esperar muy poco, y para no tratar de hacer nada en grande. Cuando comparamos lo que nos han estado diciendo que podemos ver en el "mundo real" con nuestros propios sueños o visiones, nuestras visiones parecen ser poco realistas y comienzan a desvanecerse. Pero si una visión es verdaderamente de Dios, estamos supuestos a continuar, sin importar las dificultades que se presenten. Por lo tanto, si tú tienes una genuina visión que Dios te haya dado, tú necesitas desarrollar persistencia, que es algo de lo que hablaremos más en un capítulo posterior.

La Visión No Es Egoísta
   La verdadera visión no es egoísta. Su propósito es traer el reino de Dios a la tierra y dirigir a la gente hacia Dios. Una visión, por lo tanto, siempre debería enfocarse en ayudar a la humanidad o en edificar a los demás de alguna manera. Esto significa, primero que todo, que Dios nunca te va a obligar a ir en busca de tu visión a expensas de tu familia. Un hombre mayor, quien es un muy estimado amigo mío, fue a una conferencia, y un supuesto profeta le habló acerca de lo que Dios quería para su vida. Después de eso, vino conmigo y me dijo, "¿Pudiste escuchar lo que me dijo el profeta?" Yo le dije, "Sí". El preguntó, "¿Qué es lo que tú piensas?" Yo le contesté, "Bueno, vamos a orar con relación a esa profecía. Vamos a tomar nuestro tiempo, pedir algo de consejo, y vamos a encontrar la voluntad de Dios para ello". La siguiente vez que yo escuché algo acerca de él, él ya había puesto todo un plan para poder llegar a cumplir esa profecía. El dejó a su familia y se fue a otro país. ¿Realmente era este el propósito de Dios?

   Hay ocasiones cuando los miembros de una familia van a estar de acuerdo en separarse por un tiempo para poder servir cierto propósito. Sin embargo, este no era el caso con este hombre. Cuando él buscó cumplir su profecía, su esposa se encontraba muy frustrada y sus hijos estaban muy confundidos y enojados. El estaba destruyendo a su familia y causando todo tipo de problemas y dificultades para ellos.

Una verdadera visión siempre va a edificar a los demás en lugar de despreciarlos o
menospreciarlos.

   Si el hecho de ir en busca de tu visión está causando todo un torbellino en tu familia, debes detenerte y orar en serio y hacer una profunda búsqueda en tu alma acerca de esa situación. Habla con los miembros de tu familia y escucha lo que ellos tienen que decir. Mientras que tú puedes esperar encarar algo de oposición en contra de tu visión, y mientras que tu familia al mismo tiempo no siempre no va a entender o a apoyar tu sueño o visión, el hecho de ir en busca de tu visión no debería de destruir las vidas de tus seres queridos. La visión siempre tiene que estar acompañada de compasión. Tú necesitas ser muy cuidadoso y muy sensitivo para no lastimar a nadie mientras que estás tratando de alcanzar tu objetivo.

   La segunda cosa de que debemos estar conscientes a la naturaleza nada egoísta de la visión es el hecho de que una verdadera visión nunca va a tomar la forma de construir un gran negocio sólo para que tú puedas tener millones de dólares, o una casa muy costosa, o un carro super lujoso o una casa de vacaciones en la playa. Estas cosas son objetivos, pero no son la visión- de hecho, probablemente son ambiciones egoístas. ¿Por qué? Porque ellos edifican tu reino en lugar de edificar el reino de Dios. Tu visión tal vez llegue a involucrar el hecho de hacer una gran suma de dinero. Sin embargo, la diferencia se encuentra en tu motivación y en tu actitud hacia el dinero. Tu perspectiva en las finanzas debería estar centrada en Dios y no centrada en ti mismo. Tú necesitas tratar tus finanzas como un recurso que Dios ha provisto para que puedas realizar tu visión, y no como una herramienta para llenar tu vida de lujos.

La Visión Es la Única Cosa Que Te Va a Dar Completa Realización.

   Otra forma en que tú puedes saber si una visión es real es cuando ésta es la única cosa que te da una verdadera satisfacción. El hecho de sólo trabajar en un empleo es muy desalentador. Ir a trabajar es una experiencia deprimente para mucha gente debido a que día tras día, ellos están haciendo algo que odian hacer. Esto no es para lo cual tú fuiste creado. En Eclesiastés 3:13 dice lo siguiente, "Además, que todo hombre que coma y beba, vea lo bueno en todo su trabajo. Eso es don de Dios". Es el deseo de Dios que disfrutemos de nuestro trabajo, pero sólo puede suceder cuando estamos haciendo el trabajo correcto. 

   Por lo tanto, sólo hasta que tú llegas a seguir el sueño o visión de Dios, tú vas a estar insatisfecho. En Proverbios 19:21 dice, "Muchos son los planes en el corazón del hombre, mas el consejo del Señor permanecerá". No importa en qué cosas estás ocupado, no importa lo que tú estés logrando, si no es lo que Dios quiere Porque el verdadero éxito no consiste en lo que tú llegas a lograr; consiste en hacer aquello que Dios te dijo que hicieras. Esta es la razón porque las personas que hacen grandes proyectos o que obtienen mucha fama pueden tener éxito y estar deprimidos al mismo tiempo.

   El hecho de ir en contra de tu propósito puede ser un asunto personal, pero nunca se puede considerar un asunto privado. Tú puedes echar a perder la vida de otros si tú no estás en el lugar donde debes estar, o si tú debes ir a otro lugar y estás rehusando hacerlo. ¿Recuerdas la historia de Jonás en la Biblia? Dios le dijo que su propósito era que él fuera a la ciudad de Nínive para advertir a toda esa gente y que voltearan hacia Dios. La respuesta de Jonás fue, de hecho, "¡Yo no voy a ir!" Yen lugar de hacerlo, él se subió en un barco que se dirigía a Tarsis.


   Dios ya había propuesto que Jonás debería ir a Nínive, incluso desde antes de que este profeta hubiera nacido. Su propósito ya se había cumplido en la eternidad, y ahora Dios lo estaba mandando para que lo cumpliera. Dios no quería que Jonás estuviera en un barco que se dirigía a Tarsis, siendo que, al contrario, él tenía que ir a la ciudad de Nínive. Si tú te subes en cualquier otro "barco" que no es el que tú tienes que tomar, tú vas a causarles a los demás muchos problemas. En el caso de [onás, el barco en que él se subió estuvo en peligro de hundirse en medio de una tormenta terrible. El sabía que la mano de Dios estaba en toda esta situación, así que, él les dijo a los marineros que la tormenta se iba a detener si lo arrojaban al mar. Cuando los marineros hicieron esto, el mar se calmó, y Dios proveyó un gran pez para que se tragara a Jonás-protegiéndolo con esto del mar hasta en tanto él cambiara de opinión y estuviera de acuerdo en hacer lo que Dios le había mandado hacer. (Favor de ver Jonás 1-2.)

   Yo quiero urgirte para que no te subas en el barco equivocado, pero para que te quedes dentro de la dirección del propósito de Dios. Tal vez, tú estás en el vientre de este gran pez en este momento. Tú puedes encontrar el camino de regreso a tierra firme por medio de regresar a aquello que Dios ha propuesto que tú hagas.
Bibliografia.
Dr. Myles Munroe. Los Principios y el Poder de la Visión. Editorial WHITAKER HOUSE. 2003.paginas:  54 al 62

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