domingo, 1 de agosto de 2021

BUSQUE SU LIBERTAD PERSONAL. Parte I

   El empresario más grande y rico del mundo, y quizá el genio de las computadoras en este siglo, William Henry Gates -más conocido como Bill Gates- alteró nuestras vidas para siempre con sus programas de computadoras personales. Janet Lowe, en su libro Bill Gates Speaks [Bill Gates habla], dice: "Gates borró la noción persistente aunque incorrecta de que solamente los grandes filósofos, escritores o académicos tienen grandes ideas. Como explicara el editor de Forbes, Rich Karlgaard: ¡La vieja distinción entre las ideas y los productos, entre lo permanente y lo efímero, se está evaporando! ".

   Ahora bien, la pregunta es: ¿Cómo logró Gates tanto éxito? ¿Está directamente relacionado con su perspectiva poco convencional de la vida en la adolescencia, lo cual le permitió explorar posibilidades inauditas en el universo de la tecnología, que como resultado lo llevaron a inventar los componentes claves de software que cambiaron la vida humana para siempre?

    En el sexto grado Gates no era un buen alumno en la escuela, peleaba con sus padres y su vida era una lucha continua. Entonces sus padres decidieron enviarlo con un psicólogo. Después de trabajar con el niño durante un año, el consejero le dio a la madre de Gates una noticia desconcertante. Dijo que era inútil obligar a Bill a ajustarse a la conducta tradicional o a ser obediente. Es decir, que les recomendó no obligarlo a ajustarse a los patrones de norma, sino dejarle espacio como para que descubriera y fuera él mismo.

  ¡Descubrir y ser uno mismo! Esta afirmación aparentemente sencilla es el corazón del problema, que hace que el mundo se vea impulsado por la necesidad de ir en busca de la libertad personal. Gates figura junto a históricos inventores como Thomas Edison, Alexander Graham Bell, Andrew Carnegie y John D. Rockefeller. Hay muchas otras personas cuya obra y pasión cambió el curso de la historia. ¿Qué es lo singular en estas personas, que les hace ser importantes en el mapa del desarrollo humano? ¿Cuál es la característica única que los separa de la norma de la humanidad, de la rutina de la convención?

   Todos poseían una pasión y convicción personal que los separaba de la multitud. ¿Cuál era el origen de esta pasión? ¿Tenemos todos este mismo impulso? ¿Por qué parece que solo unos pocos miembros de la familia humana pueden elevarse por encima del promedio del renombre histórico y generacional? Creo que la respuesta está en la capacidad inherente al corazón humano de la pasión y la búsqueda de la libertad personal.

Definamos la libertad personal

   El deseo y la pasión por la libertad personal están en el espíritu y el corazón de cada ser humano. Para la mayoría de las personas esta pasión no puede definirse ni articularse, aunque es el impulso que motiva la conducta humana. La libertad, como la definimos en este libro, se basa en el concepto bíblico histórico tomado de Génesis 1:26. En este versículo el Creador establece su propósito primario para la creación del hombre: "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra".

   A partir de este contexto, la libertad se define como "licencia para señorear" o "derecho y capacidad para dominar un dominio específico". De ahí tenemos la definición de la palabra como "libertad: libertad para dominar". La verdadera libertad, por ello, es el acceso irrestricto a ir en pos del área específica de nuestros dones y talentos, lo cual se define como el dominio propio. La clave a la plenitud personal y la satisfacción es la oportunidad para ir en pos del desarrollo, la maximización y plenitud de los dones y talentos por medio de los cuales uno domina su área de trabajo. Cuando cada una de las personas pueda hacerlo, colectiva e individualmente impactaremos positivamente en la Tierra con la naturaleza del Creador. iEsto es la libertad!

Buscar la libertad: ¿vivir o ganarse la vida?

    Millones de personas como usted y como yo salen de casa todos los días para ir a un lugar al que llamamos "trabajo". La realidad, sin embargo, es que simplemente van a su lugar de empleo. Y hay una diferencia entre el trabajo y el empleo. Defino el empleo como un lugar donde realizamos una actividad en la que podemos o no utilizar nuestros dones y talentos. Quizá sea fuente de ingresos económicos, pero no necesariamente nos lleva a la plenitud y la satisfacción. Un empleo puede llenar nuestra vida con actividad, pero no necesariamente con efectividad. Nos mantiene ocupados, pero no nos hace avanzar.

   Para innumerable cantidad de personas el empleo es una prisión social que soportan en lugar de disfrutar. Se han convertido en "esclavos empleados" que pasan horas de tortura emocional, física y mental, anhelando la libertad de poder estar en otra parte, haciendo otra cosa, encontrando gozo y realización personal en sus vidas. En esencia, para muchos el empleo es una forma glorificada de esclavitud, que impone una forma aceptable de opresión sobre las masas. 

   Podremos observar que desde el principio la instrucción del Creador al primer hombre que Él puso en el Jardín del Edén, fue la de trabajar contexto, es la "transformación", que implica manifestación en lugar de actividad. Es decir que trabajar significa transformarse y manifestar todo lo que somos en nuestro interior. Significa liberar y mostrar nuestro potencial por medio de nuestros dones y talentos. Dicho de manera sencilla, fuimos creados no para ser empleados, sino para ser desplegados, no para emplearnos sino para desplegarnos.

   El problema número uno en el mundo de hoy no es el desempleo sino la imposibilidad de desplegarnos. A causa del espíritu de opresión muchas personas encuentran que es más fácil emplearse que desplegarse, porque esto último exige demasiada responsabilidad personal. La verdadera libertad es ir más allá de nuestro empleo, para hacer nuestro trabajo. No es emplearse sino desplegarse. De hecho, si lo que usted hace no despliega ni da rienda suelta a sus talentos, entonces ha descubierto la fuente de su frustración y depresión en su empleo. Creo que los empleos son importantes y debieran ser el prerrequisito para el descubrimiento y realización de su trabajo. Pero también digo que si no encuentra usted su verdadero trabajo, jamás será verdaderamente libre. Los empleos nos preparan para nuestro trabajo, y deben tomarse como algo temporario.

   Hace poco entrevisté a una joven que se sentía muy deprimida a causa de su empleo. Le pregunté:

- ¿Qué puesto ocupas?

- Soy secretaria

- ¿Estás feliz y satisfecha con tu empleo?

- ¡No! -respondió.

- Entonces tu empleo no es tu ocupación, sino tu preocupación.

   Es por eso que tanta gente odia su empleo. Su empleo no es su ocupación. Fuimos creados para ocuparnos con nuestros talentos y dones. Este es nuestro trabajo y la clave para nuestra libertad. Estudie a cualquier persona exitosa, próspera y plena, y verá que ha buscado desplegar sus dones, talentos y pasiones, no el materialismo ni la fama. Debemos aprender que la riqueza, el materialismo, la prosperidad y la reputación son productos secundarios de nuestra verdadera libertad. Las grandes personalidades como Michael Jordan, Tiger Woods y otros más, han logrado niveles excepcionales de éxito e impacto sobre su generación y el mundo.

   Es importante observar dos similitudes significativas compartidas por todas las personas exitosas. Primero: las personas exitosas han ido en pos de sus dones y talentos, y han invertido tiempo y energía en el desarrollo de sus habilidades en dichas áreas. Segundo: su edad no ha sido un factor de importancia. ¿Por qué? Porque la libertad no viene con la edad, sino con el descubrimiento y realización de nuestros dones en el área de nuestro dominio. De hecho, la gente exitosa se destaca porque domina su área de talento, y es libre de la mentalidad esclava de un empleo. Su libertad los hizo libres.

   Un excelente ejemplo del poder de la búsqueda de la libertad es la experiencia del gran líder histórico que reconstruyó las murallas y restauró la ciudad de la nación de Israel: Nehemías. Si miramos someramente su ascenso, del empleo al trabajo, de la opresión a la realización, de la esclavitud a la libertad, nos sentiremos inspirados.

Myles Munroe. En busca de la libertad. Primera edición 2005. Editorial Peniel. Pag 233a la 237.

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