jueves, 1 de junio de 2017

¿QUÉ ES EL PERDÓN?

   Para tomar la decisión de perdonar, muchas personas necesitan saber de qué se trata, cuáles son los beneficios de hacerlo y las consecuencias de no hacerlo. Con este fin, comenzaremos por definir lo que no es el perdón.

¿Qué no es el Perdón?
 
   El perdón no es tratar de olvidar lo que sucedió, negar la ofensa recibida, dejar que el tiempo borre lo ocurrido o simplemente ignorarlo. No se trata de un perdón mental ni de un sentimiento repentino.

¿Qué es el perdón?
 
    El perdón es soltar, dejar ir a la persona que nos ofendió, soltar al que nos causó daño, cancelar una deuda pendiente.

    La falta de perdón es una epidemia en el cuerpo de Cristo y en el mundo. Hoy día, hay miles de personas enfermas de cáncer, úlceras y otras enfermedades –incluso han muerto– y todo a causa de la falta de perdón y la amargura que ésta conlleva.

   Ejemplo: Cuando un pescador agarra los peces, lo primero que hace es sacarles las vísceras y las escamas; antes de guardarlos en el refrigerador, los limpia de todo aquello que pueda producir mal olor. Muchos creyentes recibieron al Señor pero nunca fueron limpiados. Hoy día, después de muchos años, todavía arrastran heridas, ofensas, falta de perdón, rechazo y culpabilidad. Por lo tanto, es necesario que pasen por una ministración de sanidad interior y liberación, y que aprendan a vivir en esa libertad.

La falta de perdón. 
 
   Éste es uno de los obstáculos más grandes de la oración. He visto un sinnúmero de creyentes frustrados y desanimados porque ninguna de sus peticiones es contestada y viven en una continua miseria espiritual. La razón número uno es la falta de perdón. Hay diferentes nombres para la falta de perdón, tales como: ofensa, resentimiento, molestia, enojo, sentirse herido.

“25Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas”. Marcos 11.25

¿Qué dijo Jesús acerca del enojo entre hermanos?

  “Pero yo digo que cualquiera que esté enojado decontinuo (ofendido, molesto, herido, resentido) contra su hermano, o abrigue malicia, será encontrado responsable y no podrá escapar del castigo impuesto por la corte. Y aquel que hable con desprecio y con insulto de su hermano, será responsable y no podrá escapar del castigo impuesto por el sanedrín. Y aquel que le dice a su hermano: necio, estúpido y que es presuntuoso, engreído, jactancioso, petulante, vanidoso, será encontrado responsable y no podrá escapar del infierno de fuego”. Mateo 5.22 (Biblia Amplificada)

   La falta de perdón, la ofensa, la molestia, la herida o el resentimiento son la guillotina de sus oraciones. Dios le pone contra la pared. Los Cielos son de “bronce” para el creyente que tiene falta de perdón en su corazón. La falta de perdón corta nuestra comunión con Dios. Él no puede oír nuestras oraciones si tenemos enojo contra alguien.

¿Por qué Dios hace esto?
 
“21Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 22Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. 23Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 25A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su  mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. 26Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 27El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. 28Pero saliendo aquel siervo,halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. 29Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 30Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. 31Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. 32Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 33No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? 34Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. 35Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.” Mateo 18.21-35

   ¡Hay tantos puntos importantes en esta narración de Jesús...! Para ese tiempo, un talento era una cantidad de oro o plata que se utilizaba para pesar oro. Un talento era equivalente a 75 libras aproximadamente y 10.000 talentos igual a 750.000 libras, que es lo mismo que 375 toneladas. Hoy día, una onza de oro cuesta alrededor de $375 dólares. En el mercado de hoy, un talento de oro es igual a $450.000 dólares. Entonces, 10.000 talentos de oro equivalen a 4.500 millones de dólares. El siervo le debía a su amo 4.5 millones de dólares. Jesucristo enfatiza el hecho de que el siervo tiene una deuda que nunca podrá ser pagada. Eso mismo sucedió con nosotros, ya que todos teníamos una deuda que nunca hubiésemos podido pagar.

 Jesús, al pagar la deuda, canceló el acta de decretos que había contra nosotros.

“13Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz…” Colosenses 2.13, 14

Ilustración: Según los psicólogos, por nuestra mente pasan 10.000 pensamientos diarios. Vamos a suponer que de esos 10.000, 3 son malos. Si multiplicamos esos 3 pecados por 365 días al año, serían 1.095 pecados al año. Si usted hoy tiene 50 años, ¿cuántos serían sus pecados? ...más de 50.000 (y usted sabe que 3 pecados por día es un promedio muy bajo). Jesús le perdonó esos miles de pecados. Si se presentara en una corte con mil faltas de tránsito, ¿qué cree que le diría el juez…? ¡Su sentencia sería la cárcel!
 
  ¿Qué hizo el siervo después de ser perdonado?

  “28Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes”. Mateo 18.28
 
   ¿Qué era un denario? Un denario es el valor aproximado de un salario diario de un obrero, hoy en día; alrededor de $52 dólares. Así que, 100 denarios equivaldrían a $5.200 dólares de hoy.

“29Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo”. Mateo 18.29
 
   Hay una gran diferencia entre 4.5 millones de dólares que el siervo debía a su amo y los $5.200 dólares que le debía su consiervo a él. A lo mejor, alguien lo ha tratado mal, pero eso no se compara con lo que usted ha pecado contra Dios. Unas cuantas ofensas contra miles de pecados, no son nada. La persona que no puede perdonar ha olvidado cuántos pecados Jesús le perdonó. Según la edad que tenía cada uno de nosotros cuando le conocimos, era el número de pecados cometidos. Algunos fueron 10.000, otros 15.000 y otros 40.000. ¡Cómo no vamos a perdonar  a aquellos que nos han ofendido veinte o treinta veces!

¿De qué nos perdonó Jesús?
 
1-. De la condenación eterna.
2-. De todos nuestros pecados.
3-. De todas nuestras iniquidades.
4-. Del tormento eterno en el Infierno y de la muerte.

“31Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. 32Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 33No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? 34Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. 35Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas”. Mateo 18.31-35

De estos versos, podemos concluir lo siguiente:

a-. El hombre que no perdona es entregado a tortura por el Señor

b-. El hombre que no perdona tiene que pagar su deuda original. Esto es como tratar de pagar la deuda que Jesús pagó en la cruz del Calvario. ¡Imposible!

c-. Dios el Padre hará lo mismo con cualquier creyente que no perdone a su hermano: Lo entregará a los verdugos o atormentadores (demonios). Éstos causan aflicción y angustia a las personas que no perdonan.

¿Qué es la tortura?
 
    La tortura se define como una agonía del cuerpo o de la mente. Es un castigo causado por medio de un dolor intenso. Dios le da permiso a los demonios para infligir dolor y torturar el cuerpo y la mente de las personas que no perdonan a sus ofensores.

Ilustración: Me ha tocado orar por personas que no pueden recibir sanidad, liberación o prosperidad por el rencor que guardan contra alguien. Cuando usted no perdona es enviado a la prisión a pagar lo que debe”.

  “20Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios... 21porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas…” 1 Pedro 2.20, 21

   Debemos aprender de Jesús, que fue crucificado y abatido injustamente, y sin embargo, perdonó. Perdonar es una decisión; no espere sentir algo para hacerlo.
 Guillermo Maldonado. Los Peligros de no Perdonar. Editorial Nuestra visión. Miami 2009. Pag.45 a la 53

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