lunes, 1 de enero de 2018

LA PERSEVERANCIA DA RESULTADOS.

 Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite. Lucas 11 . 8

   Cuando no aplicamos la palabra en nuestras vidas, nos damos cuenta de que en la mayoría de los casos no somos constantes cuando se trata de orar por los que no son salvos. En vez de perseverar en oración ante el Padre, intercediendo por ellos para que reciban el pan de la salvación, como lo hizo el hombre por su amigo en Lucas 11:8 , nos damos por vencidos porque no vemos resultados inmediatos. No hemos llegado a entender que la perseverancia es la clave del éxito en la intercesión.

    Ciertamente no es porque tengamos que convencer a Dios de que cambie de opinión. Él nunca cambia, y ya ha tomado una decisión: que todos los hombres sean salvos. La razón por la cual tenemos que perseverar en la intercesión es para poner presión en las fuerzas demoníacas que tratan de impedir que la voluntad de Dios se cumpla. Esas fuerzas deben ser anuladas mediante la oración para así poder derribar las fortalezas y quitar las vendas espirituales de los ojos de la gente por la cual estamos orando.


   Dios no hará nada en contra de la voluntad de las personas, pero sí intervendrá en respuesta a la intercesión que hagamos para darse a conocer a ellos. En respuesta a nuestras constantes oraciones Dios les mostrará la necesidad que tienen de Él, entonces, le buscarán, y el renacimiento espiritual se hará una realidad.


   Si usted está cruzado de brazos esperando que Dios salve a la tía María o al tío Jaime o a su mejor amigo, deje de esperar con los brazos cruzados y empiece a interceder por ellos. Persevere en la oración. Haga la oración de Efesios 1:16-23 por ellos y no se dé por vencido hasta que estén salvos en el reino de Dios. Jesús entregó su vida para que ellos puedan ser salvos. La pregunta es, ¿lo hará usted?

viernes, 29 de diciembre de 2017

GLORÍESE EN DIOS.


“para que como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor”
1º Corintios 1.31
(Versión Reina-Valera 1960).

“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo mismo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero”Jeremías 9 . 23-24 (Reina-Valera 1960).

Gloriarse: (KAUCAOMAI) jactarse o gloriarse... (Vine).  de gloriarse con razón.

Gloriarse: “...Preciarse demasiado o jactarse mucho de algo...Complacerse, alegrarse mucho. El padre se gloría de las acciones del hijo. (Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2005).

Orgullo: Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas (Ibíd.)

Enorgullecerse: Llenarse de orgullo (Ibíd.)

“...El origen y la naturaleza del evangelio muestra que no le queda al hombre nada de qué gloriarse delante de Dios en cuanto a su salvación y esperanza de vida eterna (Romanos 3:27). Pero sí puede y debe gloriarse en el Señor porque él es la fuente de toda bendición espiritual para el hombre en Cristo (Efesios 1:3). El hombre todo lo debe a Dios, y por eso debe expresarle continuamente su agradecimiento...”  (Notas sobre 1º Corintios, por Bill H. Reeves).

    Debemos arrepentirnos del orgullo propio, la jactancia y la vanidad.  Dios aborrece los ojos altivos (Proverbios 6:16-17).  Si el centro de nuestra jactancia somos nosotros mismos seremos quebrantados (Proverbios 16:18).  

¡¡Cuántos religiosos son altivos y orgullosos de su denominación!!
   La jactancia que Dios aprueba: Que Cristo sea el centro de nuestro orgullo y gloria.  Este tipo de jactancia es humildad y gratitud (2º Corintios 10:17).  Este tipo de jactancia es el reconocimiento de lo que somos delante de Dios.  La honra pertenece a Jesucristo, y no a alguna denominación ( Apocalipsis 5:12 y Hebreos 7:26-28)

¿NOSOTROS  O  CRISTO?
   El humanismo actual promueve el egocentrismo, el orgullo y la jactancia personal.  La satisfacción se encuentra en superar a otros y ser mejor que otros.  Según el humanismo: El hombre es la realidad final que determina para sí mismo lo que es bueno o malo... ¡¡Todo gira en torno al hombre!!

    El hombre actual, influenciado por el humanismo, no mira a Dios como el centro de su vida y del universo. Pero la Biblia nos dice que el centro de todo lo creado es el trono de Dios (Apocalipsis 4:10-11).

   Los discípulos verdaderos son Cristo-céntricos (Marcos 10:28-31), pues Cristo es el centro de sus vidas (Colosenses 1:18).
 

El centro de nuestra atención debe ser en Jesús, por lo tanto, todo corazón noble debe buscar agradar siempre al Señor (Colosenses 1:10) antes que a los hombres.

  
Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración. Romanos 12.12

   Así que, regocíjese de que usted está en Cristo, regocíjese de que el cielo es su hogar, regocíjese de que mayor es el que está en usted que el que está en el mundo. ¡Regocíjese y gloríese en Dios hoy! El diablo no podrá soportarlo.

   "Sufridos en la tribulación": la palabra "tribulación" significa "persecución o adversidad que alguien padece". Cuando la persecución o la adversidad llegue a su vida, no se dé por vencido ni desmaye, sino acérquese con toda confianza al trono de la gracia, en el nombre de Jesús, y reciba la ayuda que necesita.

   Tenga presente que cuando las cosas se ponen difíciles, no es hora de olvidarse de la Palabra, sino de duplicar el tiempo en ella; es hora de ser constante en la oración para que pueda estar firme.

   Regocíjese, sea paciente en la adversidad y sea constante en la oración, y el diablo no podrá quitarle nada.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

EMBAJADOR DE CRISTO.

2Co 5:20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
 
   Piense en eso. Donde quiera que vaya, usted representa al Rey de reyes y Señor de señores. Ese es un gran honor. Quizá le parezca un puesto muy elevado para usted, sin embargo, Dios le ha preparado para hacerlo. Él le ha dado su nombre y el poder de su Palabra. Incluso ha puesto su Espíritu en usted. Le ha dado la capacidad para escuchar y obedecer las instrucciones del Espíritu Santo.


   Hace algunos años escuché una profecía que anunciaba que vendría un tiempo en que los hombres de la tierra andarían, hablarían y actuarían como Dios; serían movidos por su poder y su Espíritu de manera tan poderosa que la gente diría: "Mira a esos creyentes; creen que son Dios".


   "No -dijo el Espíritu Santo-, ellos no creen que son Dios, sino que son agentes de Dios, hijos de Dios, embajadores de Dios que han sido enviados para hacer las obras de Dios".
Creo que estamos viviendo en el día y la hora de los cuales habla esa profecía. Estamos viendo a ese ejército de luz comenzar a crecer.


   No estamos en tiempo de estar consagrados a medias. Este es tiempo de caminar con Dios, de darle nuestra vida completa. Si usted hace eso, Él le dará unción, poder y gloria para que brille para Él, como dice Filipenses 2:15 : "... como estrellas en el firmamento, en medio de una generación torcida y depravada".


   Deje de pensar de sí como una persona que no tiene importancia y empiece a verse como embajador del Dios Todopoderoso. Ponga los intereses del reino de Dios en primer lugar en su mente y en su corazón. Sométase a Él y diga: "Señor, muéstrame cómo ser tu representante en todo lo que haga".


   ¡Usted es embajador de Cristo, comience a vivir como tal!.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

EL PROPÓSITO DE LAS RIQUEZAS.

El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.Efesios 4:28
 
   Algunos creen que eso significa ser humilde, pero no lo es. ¡Es egoísmo! No lo ven así, pero en realidad están diciendo: "Lo único que me preocupa es poder cubrir mis necesidades. No tengo deseos de ayudar a satisfacer las necesidades de otros".


   Bien, esas personas podrían pedirle a Dios un millón de euros, dolares, un kilo de oro, dejarse lo suficiente para cubrir sus necesidades y donar el resto. Pero eso ni siquiera se les ocurre porque cuando se trata de dinero, el mundo les ha lavado el cerebro con la idea de que si uno tiene dinero, debe dejárselo porque es de uno.


   Esa creencia ha sido un obstáculo para el ministerio de Jesucristo en el mundo porque ha hecho que Cristianos dejen su llamado para buscar otro tipo de trabajo para poder subsistir; ha perjudicado también a las iglesias y paralizado el crecimiento de ministerios que hubieran podido alcanzar a miles de nuevos creyentes más para el Señor.


   No hay duda de que se necesita dinero para ir a las naciones y predicar el Evangelio. Jesús lo sabía, y contrario a lo que piensa mucha gente, el ministerio de Jesús no carecía de fondos. Había tanto dinero circulando por su ministerio que tuvo que nombrar un tesorero, su nombre era Judas.


   Pero Jesús no se dejó ese dinero, sino que lo dio para cubrir las necesidades de los que le rodeaban. Tal era su fama de ser generoso que en la noche de la última pascua, cuando Judas salió repentinamente de la habitación, los discípulos dieron por sentado que Jesús lo había enviado a que diese a los pobres. ¿Puede imaginarse lo mucho y las muchas veces que Jesús dio a los pobres para que los discípulos dieran por sentado tal hecho?


   Jesús nunca fundó ningún imperio mundano para sí, pero eso no significa que era pobre. Lo que significa es que era la persona más generosa que jamás haya andado sobre la faz de la tierra, y ya es hora de que comencemos a seguir sus pasos.


   No rechace la riqueza que Dios quiere darle solo porque cree que no la necesita. Atrévase a aceptarla, luego pásela a los que sí la necesitan. Deje de trabajar para vivir y empiece a trabajar para dar, y descubrirá el verdadero propósito de las riquezas.