sábado, 11 de enero de 2020

LA VERDADERA ORACIÓN




    Dios nos manda que oremos. Nos manda que los hagamos en público y en privado. La oración lleva a los que tienen el espíritu de súplica a disfrutar de una maravillosa comunión y companerismo con Dios; por tanto, Dios ha ordenado la oración como un medio para que crezcamos en la relación personal con El.

   Cuando oramos frecuente y activamente, nuestras oraciones obtienen grandes bendiciones de parte de Dios, tanto para aquellos por los que oramos como para nosotros mismos. La oración abre nuestro corazón a Dios. Nuestras oraciones son el medio mediante el cual Dios llena nuestra alma, aunque vacía, hasta rebosar. En nuestras oraciones, los cristianos podemos abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo, y recibir una renovada confirmación de su amistad con nosotros.


   Podría dedicar muchas palabras a distinguir entre la oración pública y la privada. Podría también distinguir entre la oración en el corazón y la oración expresada en voz alta. A veces también podría hablar en cuanto a las diferencias entre los dones y las gracias de la oración. Pero prefiero dedicarme a mostrarle tan solo el corazón de la oración, sin lo cual todos nuestros gestos piadosos, tanto de las manos como de los ojos y de la voz, no tendrían ningún propósito.


   Necesitamos aprender y aplicar lo que las Escrituras nos enseñan. Pablo escribió y nos dio un ejemplo: "Oraré con el espíritu" (1Corintios. 14:15).


   La oración es abrir el corazón o el alma a Dios en una forma sincera, sensible y afectuosa, por medio de Cristo, con la ayuda y en el poder del Espíritu Santo, para cosas como las que Dios ha prometido, o que son conforme a la Palabra de Dios, para el bien de la Iglesia, sometiéndonos en fe a la voluntad de Dios.


   Esta definición incluye siete aspectos las cuales son:

 Primero, sus oraciones deben ser sinceras.

Segundo, sus oraciones deben ser sensibles. 

Tercero. sus oraciones deben servir para abrir afectuosamente su alma a Dios el Padre por medio de Cristo Jesús.

 Cuarto, si quiere que sus oraciones sean eficaces, debe orar con el poder y la ayuda del Espíritu Santo.

 Quinta, para que sus oraciones sean respondidas conforme a la voluntad de Dios, debe orar por cosas tales como las que Dios ha prometido, o que sean conforme a su Palabra, la Biblia.

 Sexta, sus oraciones no debieran ser egoístas, sino que debieran tener en mente el bien de la Iglesia así como el de otros.

 Séptimo, debería orar siempre en fe y con sometimiento a la voluntad de Dios.

                                                     ORACIÓN
Oh Dios, las presiones de mi vida tan ocupada pesan sobre mí, y confieso que no he dedicado tiempo a desarrollar una familiaridad y compañerismo profundos contigo. No he abierto en realidad mi corazón a ti, ni tampoco he dedicado tiempo a conocer por experiencia la disposición de tu corazón hacia mí. Ayúdame a que durante los próximos días dedique tiempo a aprender acerca de la verdadera oración por medio de un hombre del que se enseñoreó el Espíritu Santo mediante la oración, que supo lo que era aprender acerca de ti dentro de las paredes de la cárcel. Ayúdame a orar a fin de conocerte mejor. Ayúdame a orar a fin de que pueda ser fortalecido para dar testimonio delante de los que necesitan aceptar la verdad del evangelio de tu amado Hijo, en cuyo nombre oro. Amén.

 Juan Bunyan. Cómo orar en el Espíritu. Primera edición 2013. Editorial Portavoz Paginas 10-14
  

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