¿QUIÉN
ES JESÚS?
Que es más apropiado
preguntar, “¿Quién es Jesús?” o “¿Quién fue Jesús?”
Jesús de Nazaret es tanto una figura
contemporánea como histórica. Como ser humano, no se quedó en la tumba después
de morir en la cruz. Él fue resucitado después de haber asegurado nuestra
salvación y reconciliación con el Padre. Como Dios, Él no está limitado por el
pasado o el futuro; ni pueden estos términos aplicarse a él. Más bien, ¡Él es!
El Jesús vivo es la influencia más poderosa
en el mundo de hoy, no sólo por su impacto histórico sino también por su
habilidad para transformar vidas, tales como la tuya y la mía, ahora mismo y
por la eternidad. Por tanto, es apropiado referirnos a Él en tiempo presente.
Jesús fue, Jesús es y Jesús siempre será el mismo para nosotros ¡hoy, mañana y
por siempre!
En
búsqueda de un mejor futuro.
Cientos de millones de personas en el
transcurso de los ciclos han tenido un encuentro con el Jesús vivo a través de
una relación personal. El siguiente es el testimonio de un hombre de negocios
llamado Carlos Gutiérrez.
“Me escape del régimen cubano por bote,
arriesgando mi vida para llegar a Estados Unidos en búsqueda de un mejor
futuro. Sin embargo, ese “mejor futuro” no se iba a dar. Yo había sido un
hombre humilde, inocente y noble, pero cuando cumplí 22 años comencé a ir a
clubs donde probé la droga la primera vez. Ese fue el principio de mi adicción,
y con la adicción también vino la vida desorganizada. Pasaba mis días y noches
en el club. También me convertí en un estafador que arruinó muchas vidas.
“Un día, en una fiesta, tomé una mezcla de
tres tipos de drogas y sufrí un a taque al corazón. Me desmayé y quedé como
muerto. Muy pocas personas sobreviven a una sobredosis de ácido, pero creó que
Jesús me resucitó. Mi estilo de vida afecto a mi familia grandemente. A mi
madre le dio cáncer, probablemente del sufrimiento, y a mi padre le salió un
tumor y sólo le dieron tres meses de vida.
“Entonces, un amigo que antes consumía drogas
conmigo me invitó a la iglesia. Para entonces sufría de una depresión total.
Dos veces había tratado de suicidarme, pero no tuve la suficiente fuerza para
terminar lo que empecé. En la iglesia, las palabras del pastor parecían estar
dirigidas específicamente a mí. Mi amigo me tomó del brazo y me guió hacia el
altar. Ellos oraron por mí y algo cambio. Jesús había entrado en mí vida y la
cambiaría para siempre.
“Ese día la presencia de Dios llenó mis ojos
de lagrimas. Llorando le pedí perdón a mí madre. Desde ese día, mi vida se
enderezo. Terminé mis estudios secundarios y me uní al departamento de policía.
También puse mi propio negocio. Me casé y hoy en día tengo una hermosa familia.
No tengo ningún mal hábito y tengo paz en mi corazón. Mis padres se
convirtieron al cristianismo gracias a la gran transformación que vieron en mí.
Mi vida cambió radicalmente el día que tuve un encuentro con Jesús resucitado”.
Ese Jesús resucitado también puede transformar su vida si sólo le da la
oportunidad. El siguiente es el testimonio de Alan Correa, un estudiante
colombo-americano, quien también testifica una vida cambiada por Jesús.
“Vengo de una familia disfuncional con
problemas de drogadicción, alcoholismo, violencia y maldiciones generacionales
de pobreza, enojo, orgullo, rebelión, inmoralidad sexual y confusión. Cuando
tenía 17 años, influenciado por las personas a mí alrededor, comencé a robar y
a vender drogas. Esto hizo fácil que dedicara mi vida al crimen y la maldad.
“El estado de mi vida en aquel tiempo puede
ser ilustrado con el siguiente incidente, el cual se quedó grabado en mi
memoria. En cierta ocasión, una joven me ofreció para que yo la vendiera por
dinero; así que la prostituí. La mañana siguiente, cuando pensé lo que había
hecho, por sólo unos cuantos billetes, me sentí asqueado de mi mismo. Aunque
era mayor que yo, y ya estaba acostumbrada a ese estilo de vida, no era el
estilo de vida que yo deseaba para cualquiera de las mujeres de mi familia. Sin
embargo, lo continué haciendo por dinero.
“Estaba siguiendo los pasos de mi padre. A
menudo sentía que iba a morir habiendo desperdiciado mi vida, y no quería
terminar como mi padre, quitándome la vida con una bala. No deseaba suicidarme,
pero sabía que al final alguien terminaría con mi vida si continuaba ese estilo
de vida.
“Un día un amigo me invitó a la iglesia.
Siempre me animaba a ir y yo siempre me negaba. Cuando finalmente confesé a
Jesús como mi señor, un inmenso deseo de conocer más de Jesús y de la biblia
comenzó a crecer en mí. Fui bautizado en agua y después asistí a una
conferencia cristiana en la cual la presencia de Dios se hizo palpable en mi
vida. ¡Dios me mostró su poder! Mi cuerpo comenzó a sudar y a experimentar lo
que parecía ser un fuerte choque eléctrico. Por un instante tuve miedo y dije,
‘Señor, ¡por favor para!’ Pero su poder sólo se hizo más fuerte sobre mí.
“¡Esa experiencia transformó
mi vida para siempre! Encontré al verdadero Jesús. Fui liberado de las
maldiciones generacionales de auto destrucción, crimen y adicción a las drogas.
Ha pasado un año desde el primer día que comencé a servir a Jesús, tomando su
mensaje y demostrando el poder de Dios a los que los necesitan. Sé que mi
destino ha cambiado para bien. Hoy puedo decir que tengo ¡vida verdadera!.
“FIEL
ES QUIEN LO LLAMA”.
¿Por qué creer en Jesús? A
través de este libro, hemos visto que Jesús es el camino, la verdad y la vida.
Él nos ha liberado de las garras de la naturaleza pecaminosa y nos ha permitido
ser perdonados de todos los pecados que hemos cometido. Él nos rescato del
castigo eterno. Nos ha dado vida nueva y una relación eterna con Dios el Padre.
Y Él nos ha dado acceso a la vida abundante de Dios en todas sus facetas a
través del gran intercambio de su vida por la nuestra.
Cuando respondemos a la invitación de Jesús
de seguirlo, el requiere que le demos todo –nuestra vida entera- . Esa es la
única forma cómo podemos recibir la plenitud de vida que él nos ofrece. Jesús
dijo,Si alguno quiere venir en
pos de mi, niéguese a sí mismo, tomé du cruz cada día, y sígame. Porque todo el
que quiera salvar du vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa
de mí, éste la salvará. Pues ¿Qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y
se destruye o se pierde así mismo. (Lucas 9.23-25)
¿Reconocerá a Jesús como su salvador todo
suficiente y Señor absoluto? Si, seguir a Jesús tiene un precio. Pero las
recompensas son vida verdadera en este mundo y vida verdadera por la eternidad.
Además, Jesús sabe que usted no puede seguirlo sin su constante presencia y
ayuda. Él le asegura: “No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13.5)
Las Escrituras dicen, “Y el mismo Dios de
paz os santifiquen por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo,
sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es
el que os llama, el cual también lo hará (1Tesalonisense 5.24) Dios le
permitirá a usted permanecer fiel a Jesús a medida que lo obedece y aprende a
vivir en el poder del Espíritu Santo.
¿QUIEN ES JESÚS PARA USTED?
La pregunta “¿Quién es Jesús?” es la misma
que las personas se han hecho por miles de años. De hecho, una vez Jesús les
pregunto a sus discípulos, “¿Quién dicen los hombres que es el hijo del
hombre?” (Mateo 16.13) Los discípulos dieron varias respuestas acerca de lo que
la gente en los días de Jesús erróneamente decía de Él (Mateo 16-14) Jesús
entonces le pregunto a los discípulos, “Y vosotros ¿quién decís que soy yo?
(Mateo 16.15)
El discípulo Pedro le contesto, “Tu eres el
Cristo, el Hijo del Dios viviente (Mateo 16.16) Pedro fue capaz de responder a
esta pregunta con precisión, pero no debido a su propia perspicacia. Jesús
entonces le dijo a Pedro, “Eso no te lo revelo ni sangre ni carne, sino mi
Padre que está en los cielos (Mateo 16.17) Dios el Padre, por medio del
Espíritu Santo, le había revelo a Pedro la verdad: que Jesús era su Hijo, “El
Cristo”; un término que significa “ungido”.
Nosotros también necesitamos una revelación
del Espíritu de Dios con respecto a quien es Jesús. Jesús dijo: “Ninguno puede
venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el
día postrero” (Juan 6.44)
Guillermo
Maldonado. ¿Por qué creer en Jesús? Poder.
Primera edición.2015. Editorial Ministerio internacional El Rey Jesús. Paginas 106 - 111