viernes, 21 de enero de 2022

LA FUENTE DE LA VISION. Parte III

 La Visión es la única cosa que te va a dar completa realización.

   Otra forma en que tú puedes saber si una visión es real es cuando ésta es la única cosa que te da una verdadera satisfacción. El hecho de sólo trabajar en un empleo es muy desalentador. Ir a trabajar es una experiencia deprimente para mucha gente debido a que día tras día, ellos están haciendo algo que odian hacer. Esto no es para lo cual tú fuiste creado. En Eclesiastés 3:13 dice lo siguiente, "Además, que todo hombre que coma y beba, vea lo bueno en todo su trabajo. Eso es don de Dios". Es el deseo de Dios que disfrutemos de nuestro trabajo, pero sólo puede suceder cuando estamos haciendo el trabajo correcto.

   Por lo tanto, sólo hasta que tú llegas a seguir el sueño o visión de Dios, tú vas a estar insatisfecho. En Proverbios 19:21 dice, "Muchos son los planes en el corazón del hombre, mas el consejo del Señor permanecerá". No importa en qué cosas estás ocupado, no importa lo que tú estés logrando, si no es lo que Dios quiere que tú hagas, tú no vas a poder tener total éxito en ello. ¿Por qué? Porque el verdadero éxito no consiste en lo que tú llegas a lograr; consiste en hacer aquello que Dios te dijo que hicieras. Esta es la razón porque las personas que hacen grandes proyectos o que obtienen mucha fama pueden tener éxito y estar deprimidos al mismo tiempo.

   El hecho de ir en contra de tu propósito puede ser un asunto personal, pero nunca se puede considerar un asunto privado. Tú puedes echar a perder la vida de otros si tú no estás en el lugar donde debes estar, o si tú debes ir a otro lugar y estás rehusando hacerlo. ¿Recuerdas la historia de Jonás en la Biblia? Dios le dijo que su propósito era que él fuera a la ciudad de Nínive para advertir a toda esa gente y que voltearan hacia Dios. La respuesta de Jonás fue, de hecho, "¡Yo no voy a ir!" Yen lugar de hacerlo, él se subió en un barco que se dirigía a Tarsis.

   Dios ya había propuesto que Jonás debería ir a Nínive, incluso desde antes de que este profeta hubiera nacido. Su propósito ya se había cumplido en la eternidad, y ahora Dios lo estaba mandando para que lo cumpliera. Dios no quería que Jonás estuviera en un barco que se dirigía a Tarsis, siendo que, al contrario, él tenía que ir a la ciudad de Nínive. Si tú te subes en cualquier otro "barco" que no es el que tú tienes que tomar, tú vas a causarles a los demás muchos problemas. En el caso de Jonás, el barco en que él se subió estuvo en peligro de hundirse en medio de una tormenta terrible. El sabía que la mano de Dios estaba en toda esta situación, así que, él les dijo a los marineros que la tormenta se iba a detener si lo arrojaban al mar. Cuando los marineros hicieron esto, el mar se calmó, y Dios proveyó un
gran pez para que se tragara a Jonás-protegiéndolo con esto del mar hasta en tanto él cambiara de opinión y estuviera de acuerdo en hacer lo que Dios le había mandado hacer. (Favor de ver Jonás 1-2.)

   Yo quiero urgirte para que no te subas en el barco equivocado, pero para que te quedes dentro de la dirección del propósito de Dios. Tal vez, tú estás en el vientre de este gran pez en este momento. Tú puedes encontrar el camino de regreso a tierra firme por medio de regresar a aquello que Dios ha propuesto que tú hagas.

La Visión requiere una conexión vital con Dios.

   Mucha gente no reconoce la visión que Dios ha puesto dentro de ellos debido a que ellos no tienen una conexión vital o de vida con Dios. Esta conexión necesita ser restaurada antes de que ellos puedan ver su verdadero propósito. La humanidad como un todo ha perdido su relación con el Creador desde que el hombre y la mujer le voltearon su espalda a Dios y trataron de buscar sus propios caminos. Sin embargo, el propósito de Dios nunca cambia, y dado que Su propósito ha sido inculcado dentro de nuestros deseos, nuestros propios caminos, a final de cuentas, nunca resultan ni realizantes ni satisfactorios.

   Dios está dedicado a tu propósito, y El proveyó la salvación a través de Cristo Jesús para rescatar Su voluntad y Su propósito en tu vida. De hecho, El dijo, "Yo no voy a perder aquello para lo cual Te hice nacer. Te voy a salvar por tu propio bien y para que Yo pueda redimir aquello que quiero cumplir a través de ti". El nos restaura a Sí Mismo, para que podamos hacer las obras que El tenía en mente para nosotros desde antes de la creación del mundo. Otra vez, "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas" (Efesios 2:10). Somos salvos no por medio de hacer buenas obras, sino para el propósito de hacer buenas obras.

   En otras palabras, fuimos salvos para cumplir nuestras visiones terrenales. Si somos salvos sólo para que podamos llegar al cielo, entonces, Dios está tomando demasiado tiempo para cumplir Su plan. La manera más rápida para llegar al cielo es la  muerte. Si Dios quisiera que nos fuéramos al cielo de inmediato, El nos salvaría y entonces, haría que muriéramos al día siguiente. Dios quiere que lleguemos a cumplir los propósitos que El nos ha dado para realizar aquí en la tierra; por esto es que El nos salva, nos santifica y nos deja aquí durante un tiempo.

   Una vez que hemos sido restaurados por Dios, recibimos Su Espíritu Santo, y podemos ver y entender la visión que El ha colocado en nuestro corazón. Aprendemos a discernir la verdadera visión a través de nuestra relación con El y por medio de leer Su Palabra, porque la visión genuina siempre va a estar de acuerdo con Su naturaleza y con Su carácter. La Biblia dice lo siguiente, "Destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios (2a. Corintios 10:5). Este versículo está hablando acerca de ideas. Continúa diciendo, "Poniendo todo pensamiento en cautiverio ala obediencia de Cristo" (2a. Corintios 10:5). Cualquier idea que no está en contra de la Palabra de Dios, o en contra de obedecer los deseos que Cristo Jesús tiene para tu vida, es una idea de Dios. Las ideas de Dios siempre van a estar de acuerdo con la voluntad de Dios. Dios nunca te va a dar una idea que sea contraria a la Biblia. Esto es imposible. Por lo tanto, tú tienes que echar fuera y tienes que desechar cualquier idea que esté en contra de la Palabra de Dios. Tú debes ignorarlas. Si una idea no está de acuerdo con la voluntad de Dios, hazla a un lado.

La visión corporativa y la visión personal.

   La quinta clave para poder entender la visión es poder darse cuenta que es tanto personal como corporativa; la visión personal siempre se va a encontrar dentro de una visión corporativa más grande. No es el método de Dios darle visión a todo un grupo. El da la visión a un individuo, el cual comparte su visión con el grupo, y transfiere la visión hacia ellos. Los miembros del grupo entonces van a correr con esta misma visión debido a que ellos se dan cuenta que tiene un lugar con su vida y que permite que sus visiones personales también se realicen.

   Moisés fue forzado por medio de una visión para liberar al pueblo de Israel y para guiarlos hacia la Tierra Prometida. Josué fue motivado por medio de una visión para poseer esa tierra. David fue dirigido por una visión para establecer al pueblo de Dios. Nehemías fue poseído por una visión para reconstruir los muros de Jerusalén. En cada caso, la visión le fue dada a un individuo quien era el responsable de que se cumpliera, y el individuo la transfirió a un grupo de personas.

Trabajando juntos para realizar la visión.

   Cuando una persona comienza a sentir su propósito y su don, frecuentemente, él lo interpreta como un llamamiento hacia la independencia, la autonomía y la separación. Sin embargo, nada puede estar más lejos de la verdad. El sentido de la visión personal es edificado dentro de una visión más grande, y de la misma manera, va a llegar a cumplirse en el contexto de un propósito más grande. Esta es la manera como Dios maneja la visión personal y la visión corporativa para que vayan juntas. Para poder cumplir un propósito corporativo o hacer que se realice una visión más grande, Dios junta los dones y las visiones únicas de mucha gente. Dios quiere que tú traigas tu tiempo, tu energía, tus recursos y el poder de tu creatividad para que vengan a ser parte de una visión mucho más grande a la cual tu visión va a estar conectada.

   Sabemos que un automóvil funciona cuando todas sus partes del motor están trabajando en conjunto. Y aunque cada parte tiene sus características únicas y privadas, todas las partes "se someten" unas a otras para hacer que ese automóvil funcione. El mismo principio es verdadero para la verdadera visión personal y corporativa. Ninguna gran obra jamás ha sido hecha por una sola persona. Se necesitan muchas personas para realizar una visión. Debes leer la historia. Debes leer la Biblia.

   Por ejemplo, un grupo de hombres ayudaron y apoyaron al Dr. Martin Luther King para que se realizara su visión. Todos sabemos acerca del nombre del Dr. King, pero muy poco hemos escuchado acerca de estos otros hombres, aunque ellos fueron esenciales para cumplir su propósito. El Dr. King no hubiera podido realizar su visión sin la ayuda de ellos. De la misma manera, no conocemos los nombres de aquellos que ayudaron a Moisés a juzgar y a servir como árbitros dentro del pueblo de Israel, pero ellos fueron un elemento de apoyo esencial en el propósito de dirigir al pueblo que Dios le había dado a Moisés. Estos hombres trabajaron muy duro. Ellos tuvieron que ejecutar juicios y a mantener a todo el mundo en orden, pero nosotros sólo conocemos el nombre de Moisés. Moisés recibió una visión personal, pero se necesitó la obra de todos estos hombres para que pudieran ver la visión corporal cumplida. (Favor de ver Éxodo 18:13-26.) Dios va a reunir propósitos y visiones privadas a fin de poder llegar al éxito corporativo.

   Cuando la gente no entiende o no acepta la relación que existe entre la visión y la visión corporativa, puede haber problemas. Si los miembros del grupo piensan que son inferiores a la persona que tiene la visión original, o si el líder comienza a pensar que es más importante que los otros miembros, o si uno o más de los miembros quieren suplantar a la persona que tiene la visión más grande, aquí es cuando comienzan todos los problemas. Moisés tuvo los problemas postreros con María y con Aarón, que eran su hermana y su hermano. Dios los había escogido a todos ellos como líderes. (Favor de ver Miqueas 6:4.) Sin embargo, Moisés fue el único que había recibido la visión original, y él era el único con quien Dios hablaba directamente, y a través de quien Dios hablaba. Cuando María y Aarón se pusieron celosos de Moisés y quisieron usurpar su función, causaron todo un torbellino dentro de ese grupo de liderazgo. Dios tuvo que recordarle a María y a Aarón en una forma muy evidente el hecho de que los propósitos de Dios iban a prevalecer y no nuestras ambiciones personales. (Favor de ver Números 12:4-5.) Sin embargo, si estamos alineados con la naturaleza y el carácter de Dios, vamos a desear sólo lo que El desea y vamos realizarnos en una manera como jamás lo hubiéramos hecho si hubiéramos buscado nuestras propias ambiciones.

   Debemos tener una actitud de cooperación para con aquellos con quienes debemos compartir la visión corporativa.

   La realización de tu visión requiere que tú seas capaz de someterte a otros dentro de un propósito mucho más grande. Esto significa poder trabajar con tu jefe y con tus otros compañeros en una manera productiva. Significa que no vas a tratar de menospreciar a los líderes de tu grupo, y tampoco vas a permitir que los celos se interpongan en el camino de esta visión. Significa que no te vas a desviar, tratando de realizar una visión corporativa sólo por ti mismo. Si vamos a hacer algo en representación de Dios, para que el mundo sea mejor por el hecho de que estamos aquí, no podremos hacerlo con una actitud privada e individualista. Es muy importante que tengamos mucho cuidado cuando estamos tratando con la visión. Debemos estar conscientes de la obra y de los caminos de Dios, para estar de acuerdo con ellos en lugar de estar en contra de ellos.

Dibujando la visión.

   Cuando llegamos a entender la relación que existe entre la visión personal y la visión corporativa, vamos a conocer en gran manera la forma como Dios realiza los sueños de la gente. En Proverbios 20:5 dice, "Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre, y el hombre de entendimiento lo sacará". En otras palabras, todos tienen una visión en su corazón, pero la persona que tiene entendimiento va a hacer que ese propósito, ese sueño, esa visión, pueda salir para que pueda convertirse en una realidad. Una persona de entendimiento en forma figurada va a sumergir la cubeta hacia las aguas profundas del pozo de tu alma y va a comenzar a sacar lo que tú estás soñando y lo que tú estás pensando. El va a dar vida a tus deseos y a tus pensamientos, y por lo tanto, va a ayudar a que se conviertan en una realidad.

   ¿Cuál es el proceso mediante el cual esto ocurre? Después de que Dios le da la visión a un líder, entonces tú  - de una manera o de otra- vas a entrar en contacto con esta persona, que va a presentar la visión corporativa, y tú te vas a entusiasmar acerca de participar en ella debido a que tú puedes ver que tu visión privada tiene su realización dentro de ella. Es esencial para ti el hecho de que llegues a entender que Dios trae a tu vida la visión corporativa, no con el fin de darte una visión, lo cual El ya te ha dado, sino para avivar o a desarrollar tu visión personal En otras palabras, tú no recibes tu visión de otras gentes, pero tú eres capacitado para realizarla a través de otras gentes. El líder de la visión corporativa ayuda a activar tus pasiones, tus sueños, tus dones y tus talentos.

   En un sentido, eso es lo que yo espero hacer a través de este libro. Es mi deseo avivar tu visión. Tal y como yo escribí anteriormente, mi propia visión es inspirar y sacar a la luz el líder escondido en cada persona a que yo llego a conocer. Tú eres un líder en el propósito específico que Dios te ha dado para que cumplas a través de tu don, porque nadie más excepto tú puede llegar a cumplirlo. Yo espero que mi visión de tu potencial para el liderazgo te motive y te anime para que llegues a cumplir la visión que está en tu corazón. Tal vez algo ya ha comenzado a suceder dentro de ti. ¿Acaso ya estás comenzando a pensar diferente? ¿Estás comenzando a soñar? ¿Eres capaz de creer que es posible que se cumplan las cosas que tú nunca creíste antes que fueran posibles? Si es así, tú has comenzado a obtener la visión para tu vida.

   La visión corporativa dentro de la cual, a final de cuentas, tu visión personal va a ser realizada, puede tratarse de una compañía, de una iglesia, de una organización de beneficencia, o aun de tu propia familia. Por esto es que, cuando tú escuchas algo que se relaciona con tu visión, tú debes poner mucha atención, porque tal vez pueda ser que tú debas adherirte a ello. Tal vez a ti te va a ser dada la visión corporativa, tal como el hecho de comenzar un negocio o el hecho de organizar un proyecto para la comunidad. Pero ninguno de nosotros fuimos hechos para realizar nuestras visiones con nuestras propias fuerzas o a solas. El gozo del plan de Dios para la visión personal y para la visión corporativa es que nada para lo cual nacimos va a ser hecho por nosotros solos o solo para nosotros. Si tú y yo somos parte de la misma visión corporativa, entonces, yo necesito tu visión y tú necesitas la mía. Por lo tanto, debemos permanecer juntos y trabajar juntos. No debemos aislarnos dentro de nuestros éxitos personales.

   Yo no me involucré en el trabajo que estoy haciendo para hacer un gran nombre para mí mismo. El trabajo de mi vida consiste en cumplir la tarea que Dios me ha dado. Cada miembro de mi staff o de mi organización tiene una parte que realizar en nuestra visión. Mi parte consiste en avivar sus sueños personales y su parte consiste en avivar los míos. Cuando nos avivamos las visiones los unos a los otros, el depósito divino del destino comienza a fluir. La visión genera visión. Los sueños siempre avivan los sueños de los demás.

   Cada vez que yo comienzo a sentirme desanimado, yo siempre les hablo por teléfono a mis amigos que tienen grandes sueños. Un día yo le llamé a mi amigo Peter Margan. Cuando él escuchó mi voz, él dijo, "¿Qué pasa?" Yo le dije, "Yo sólo llamé para hablar contigo". El me dijo, "¿Qué es lo que anda mal?" "Nada; sólo habla conmigo". "¿Qué es lo que quieres decir?" "Sólo habla conmigo. Dime lo que está sucediendo en tu vida. Dime hacia dónde te diriges. Hazme saber que no me encuentro sólo en este mundo en busca de una visión".

   Tú necesitas gente alrededor de ti que puedan creer en sueños mucho más grandes que el tuyo propio para que puedan estar avivando tu visión. Existe mucha gente que te va a estar diciendo que te eches para atrás y que no hagas nada. Pero una persona con entendimiento va a avivar tus propósitos. Una persona con entendimiento va a hacer que tu sueño se levante desde ese pozo profundo dentro de ti y te va a ayudar a avanzar verdaderamente hacia tu visión. Tú vas a creer, sin importar de dónde vengas, que adónde vas, siempre es mejor.

Pasos para realizar la visión.

1-. Tómate media hora y ponte a soñar acerca de lo que te gustaría hacer en la vida. ¿Cuáles son las ideas y los deseos que tú tienes? ¿Qué es lo que tú siempre has querido hacer?

2-. Piensa acerca de tus dones o talentos principales. ¿Cómo es que tus sueños y tus dones se relacionan?

3-. Escribe en una hoja de papel tus ideas, tus deseos y tus dones, y léelos todas las noches durante una semana. Entonces, pregúntate a ti mismo, "¿Acaso estas ideas son verdaderas? ¿Acaso son 10 que yo quiero hacer?" Si tu respuesta es sí, mantenlas a la mano donde tú puedes referirte a ellas a medida que tú lees este libro, y observa cómo van a tomar forma de una visión específica y de objetivos concretos que te van a mover hacia el cumplimiento de tu propósito.
Dr. Myles Munroe. Los Principios y el poder de la visión. Editorial Whitaker House. 2003. Pag 61 - 71

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